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Falciani:«No hay que publicar los acogidos a amnistías sino usar la información»

Hervé Falciani / Ingeniero informático. «Anticorrupción y la Audiencia sabrían manejarla, pero no les llegan los datos»

El ingeniero de sistemas francés Hervé Falciani, en la imagen, ha proporcionado a la Justicia datos sobre más de 100.000 evasores fiscales
El ingeniero de sistemas francés Hervé Falciani, en la imagen, ha proporcionado a la Justicia datos sobre más de 100.000 evasores fiscaleslarazon

Hervé Falciani no cree que el problema para luchar contra la evasión fiscal esté en la falta de información, sino en el manejo que se hace de la misma. Considera que no se comparte y que no llega a los profesionales de la Fiscalía Anticorrupción o de la Audiencia Nacional que la podrían manejar de forma adecuada. Faltan organización y medios humanos, según aseguró ayer en la presentación de su libro «La caja fuerte de los evasores».

-¿Qué le llevó a sustraer la lista de evasores del HSBC?

-Yo hablaría de compartir información porque si no, no se entiende el porqué. El porqué era compartir informaciones en tiempo de crisis que podían explicar muchas cosas, entre ellas los mecanismos que no se conocían y que explican cómo pueden cambiar el juego países como Luxemburgo y Suiza [con el secreto bancario] y que explican también cómo acabar con algunos de los problemas que tenemos, como el fraude, que sin información sobre el secreto bancario no se puede combatir de un modo eficaz.

-Si tuviera que explicar de modo sencillo a la gente cómo operan los defraudadores, ¿cómo se lo explicaría?

-El secreto bancario no protege sólo las creaciones, sino también el fraude. Sobre todo, crea desigualdades y por eso hay que entender dónde se produce para tomar las estrategias fiscales más acertadas para combatirlo.

-¿Y qué estrategias serían las necesarias?

-La mayoría de los paraísos fiscales se apoyan sólo en el principio del impuesto sobre beneficios. Acabar con esta estrategia acabaría con la mayoría de los problemas que tenemos. Entendiendo cómo vive esa industria [paraísos fiscales y banca privada] se puede acabar con ella. Algunos países del norte de Europa que tienen una estrategia fiscal basada más en el IVA que en los impuestos sobre beneficios lo tienen mejor que nosotros.

-¿La revelación de esta lista ha cambiado las cosas?

-Para cambiar las cosas hay que entenderlas. Y para que ese entendimiento sea eficaz, se necesita que cada vez lo entienda más gente, y eso lleva tiempo. Yo he contribuido a que se entienda lo que se puede hacer, como asesor de otros. Y estoy ayudando a que se entienda también a nivel político, que es donde se debe actuar.

-¿Qué papel juegan los políticos en este sistema de la banca privada? ¿Son cómplices, lo persiguen...?

-Sabemos que entre los políticos hay una gran diversidad. Los nombres no son lo más importante, aunque los haya muy importantes. Lo más importante es el propio secreto, su mecanismo. Por ejemplo, en el caso de las amnistías fiscales, algunos quieren que se publiquen los nombres. Yo no comparto esta idea. Yo quiero que toda la información que tenemos, y tenemos mucha a través de la Agencia Tributaria o del Sepblac, se use de un modo eficaz. Falta comunicación. En muchas ocasiones, y no sólo en España, he podido ver que los investigadores saben que la información no falta, pero que falta una mejor organización para que sea compartida de modo más eficaz.

-¿Falta entonces voluntad política para utilizar esa información que les ha suministrado?

-No se trata sólo de la información que yo he suministrado. Con mi información se ha obtenido mucha más de otros lados por parte de varias administraciones pero se necesita cambiar el modo de compartirla. Hay que compartirla de forma más amplia. No se tiene que retener la información, hay que compartirla entre administraciones, por ejemplo, entre la Audiencia Tributaria y la Fiscalía Anticorrupción o la Audiencia Nacional. Son profesionales que saben cómo manejar el secreto y utilizarlo protegiendo las investigaciones.

-¿Y por qué no se está haciendo esto?

-Puede ser que con el cambio electoral cambien las cosas. Hoy, los antiguos partidos no apuntan en esa dirección. Eso se puede explicar porque los asesores que han tenido durante muchos años son los mismos que no quieren pagar los impuestos.

-¿Confía en que el vuelco político que está habiendo en España pueda cambiar esto porque los nuevos partidos que han surgido no estén contaminados?

-Tenemos mucho que hacer. Lo de ayer [por el domingo] son buenas noticias porque significará pactos. Habrá más cerebros que no vean las cosas de un modo uniforme. Los pactos van a poder cambiar las cosas, y eso son buenas noticias.

-¿Entre la información que suministró a la Agencia Tributaria había nombres de políticos?

-Muchas veces hay personas que utilizan a otras de forma interpuesta. Además, no hay que olvidar que los que tienen interés en una política fiscal contraria a los ciudadanos son los empresarios, que no quieren que se cambien las leyes. Por eso es más interesante hablar de los empresarios que de los políticos.

-¿Pero hay políticos?

-No tenemos ninguna duda. Se sabe muy bien quiénes pagan menos impuestos.

-¿Cree que ha merecido la pena lo que ha hecho tras las dificultades que ha pasado en los últimos años? ¿Volvería a hacerlo?

-Por supuesto que volvería a hacerlo, por las mismas razones por las que lo he hecho. Pero no soy el único que hace sacrificios. Algunos los estamos haciendo porque tenemos la suerte de poder estar cambiando algo. Yo estaba convencido desde el principio de que faltaba la información sobre una industria que estamos pagando entre todos.

-¿Entiende que haya gente que todavía siga pensando que intentó lucrarse con la lista pero que las circunstancias le llevaron a colaborar con la Justicia?

-No tengo problemas con lo que piense la gente. Lo más importante para mí es lo que se hace. No quiero que me den las gracias. Estoy muy agradecido con los que quieren actuar. Pero siempre habrá gente que prefiere hablar más que hacer.

El hombre que hizo temblar el secreto bancario

Hervé Falciani (Montecarlo, 1972) no parece el hombre que ha puesto en la picota el secreto bancario suizo y que ha recibido por eso amenazas de muerte. Sonriente y en apariencia relajado, recibe a LA RAZÓN antes de presentar en Madrid su libro «La caja fuerte de los evasores», en el que cuenta cómo puso en jaque al país helvético. Falciani dio información sobre cientos de miles de cuentas del HSBC a las autoridades francesas y reveló un gran caso de evasión fiscal internacional. La denominada «lista Falciani» –que consta de 130.000 nombres– ha hecho posible la recuperación, sobre todo en Francia y España, de millones de euros evadidos por sus ciudadanos. Sin embargo, asegura, queda mucho por hacer. Y el cambio político en España puede, en su opinión, ayudar a hacerlo.