Actualidad

España

FMI y Rehn: oda al disparate

La Razón
La RazónLa Razón

Después de que el FMI entonara el mea culpa por la pretensión de que con austeridad se solucionaba esta crisis, hace unos días volvió con una idea mucho más disparatada. Según el Fondo, la solución al paro en España pasa por una caída de un 10 por ciento de los salarios. Pero las ideas suelen encontrar ecos, especialmente en burócratas que sinceramente no han demostrado mucho tino en las medidas tomadas. El señor Rehn perfectamente podía haber pasado de puntillas, pero no, él mismo se convierte en defensor de esa rebaja del 10 por ciento. Parece ser que ya nadie cree que en la economía de mercado y en las reglas para regular el precio entre oferentes y demandantes es el mercado quien marca el precio de remuneración de un factor de la producción como es el trabajo, no los empresarios, si se me permite la matización, como alguien ha comentado.

FMI, Rehn y Comisión Europea parecen desconocer que en esta crisis el salario de los españoles ha decrecido en términos netos algo más del 6 por ciento, en términos nominales, pues en reales es un descenso mucho mayor. El escalofriante resultado ha sido una tasa de paro de casi el 27 por ciento, eso también es estadística. Sería bueno que cuando lanzan estos anuncios nos dijeran qué nueva ley o figura económica están utilizando o inventando. En economía, creación de empleo va ligada a actividad, ahí está la Ley de Okun, la cual relaciona actividad con nivel de empleo o ¿acaso la han olvidado? El problema de España es la falta de actividad por la caída de la demanda interna y la inversión, algo que con una rebaja de los salarios no sólo no se soluciona, sino que se agudiza. Lo único que está funcionando, y es muy matizable, es la balanza exterior. No se les ocurre al FMI y a Rehn reclamar una subida del salario para Alemania y países de su entorno del 10 por ciento, y así tirar de la producción de los países periféricos, esa generación de inflación de la Europa central que tantas veces se ha demandado. Tampoco se les ocurre rebajar los presupuestos de la CE, y especialmente su sueldo, en esta proporción y constituir un fondo de ayuda a los países con mayor desempleo apoyando la creación de empleo. Quizá también presionar al BCE para que actúe como la Fed o el Banco de Inglaterra, reconociendo e implicándose en el problema del paro (ya no recuerdan que Trichet subió los tipos en el 2008). O también ponerse a trabajar para la formación de un Tesoro único europeo y así bajar las primas de riesgo que encarecen la financiación. Se me ocurre también que podrían hacer fuertes presiones y crear los medios necesarios para que el crédito comience a funcionar.