Barcelona

Fomento garantiza los fondos para el Corredor Mediterráneo

De la Serna asegura que cuenta con los 7.500 millones necesarios para finalizar todos los tramos. El ministro sitúa el proyecto como la infraestructura más importante.

De izda. a dcha., Gómez-Pomar, Boluda, De la Serna, Roig, Goirigolzarri, Rosell y Dimas Gimeno
De izda. a dcha., Gómez-Pomar, Boluda, De la Serna, Roig, Goirigolzarri, Rosell y Dimas Gimenolarazon

De la Serna asegura que cuenta con los 7.500 millones necesarios para finalizar todos los tramos. El ministro sitúa el proyecto como la infraestructura más importante.

Por mucha voluntad política que se le quiera poner, ningún proyecto económico arranca sin la financiación necesaria. Durante muchos años, el Corredor Mediterráneo, la línea férrea de pasajeros y mercancías que debe unir en el futuro la provincia de Algeciras con la frontera francesa, ha contado con el respaldo político de los gobiernos regionales por los que discurrirá –Andalucía, Murcia, Comunidad Valencia y Cataluña–, así como de Ejecutivos centrales de distinto color. Sin embargo, es ahora cuando los tan necesarios fondos para completarlo han llegado. El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, aseguró ayer que «todos los tramos del Corredor del Mediterráneo tienen la financiación suficiente y necesaria para que no haya retrasos en su finalización por falta de recursos».

De la Serna realizó este anuncio tal vez ante el foro más interesado en la infraestructura, los empresarios. Más de 2.000 procedentes de toda España se congregaron en Madrid para asistir al foro «El Corredor Mediterráneo: una realidad inaplazable», organizado por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) para impulsar este eje de transporte.

Obras pendientes

Aunque el ministro situó la infraestructura como la más importante que tiene entre manos el Ministerio de Fomento porque «va a servir de motor al país en las próximas décadas», no ocultó que todavía queda bastante camino por recorrer. Hasta el momento, se han ejecutado dos tercios del proyecto y quedan por ejecutar obras cuyo coste ascenderá a 7.500 millones de euros –el presupuesto total supera ligeramente los 21.000 millones–. La buena noticia, explicó De la Serna, es que después de que en el último año Adif, la sociedad pública encargada de la construcción y gestión del corredor, haya reactivado 37 de los tramos que había paralizados, todos los que constituyen la línea «están en este momento en ejecución o en trámite».

En cuanto a los plazos de finalización, el ministro aseguró que en 2020 las obras a Murcia estarán terminadas y que la previsión es que llegue a Algeciras en 2023, pudiéndose adelantar en los plazos. Vicente Boluda, presidente de la AVE, que se ha constituido en la gran impulsora del proyecto en los últimos años, cree que, de forma provisional, la infraestructura podría estar en funcionamiento incluso en 2020. El también presidente de Boluda Corporación Marítima calificó la infraestructura como «un eje clave para el país». Según desgranó, servirá para vertebrar el Mediterráneo, mejorará la conectividad, reducirá los tiempos de viaje y potenciará el turismo y la industria, dos de las motores económicos españoles. Según cálculos de la AVE, el viaje de Valencia a Barcelona se reducirá de 3:45 horas a 2:25 horas y las emisiones de CO2 se reducirán en 900.000 toneladas anuales, el equivalente a la contaminación que generan 130.000 coches dando la vuelta al mundo.

Competitividad

Abundando en la cuestión industrial, Javier Vega de Seoane, presidente del Círculo de Empresarios, aseguró que aunque España tiene un magnífico sistema de infraestructuras, el transporte ferroviario sigue siendo en este momento su principal punto negro. Como recordó, sólo un 4% de las mercancías utilizan este medio, lo que resta competitividad a las empresas. La logística es muy importante en términos de competitividad para los países productivos y el ferrocarril, dijo, reduce costes y la hace más competitiva. Sobre todo, para las 160.000 compañías españolas que exportan al exterior en estos momentos.

Diego Martínez, presidente de la Cámara de Comercio de Almería, puso números al ahorro que, en términos logísticos, supondrá el Corredor del Mediterráneo. Según sus cálculos, para Murcia, Almería y Alicante, poder contar con un medio de transporte como el tren, más barato que la carretera, puede suponer una reducción de gastos de 300 millones de euros para las compañías de estas tres regiones. Federico Félix, presidente de la Fundación Pro-AVE, dijo que el uso generalizado del ferrocarril para el transporte de frutas y hortalizas supondría un ahorro de seis céntimos por kilo.

Más allá de los beneficios económicos que puede aportar, algunos de los ayer reunidos quisieron poner al Corredor del Mediterráneo como símbolo de unidad en un momento tan sensible políticamente hablando como el actual. Ninguno de ellos pronunció el nombre de Cataluña, pero en todas sus intervenciones estaba presente. El propio ministro De la Serna defendió que «hay que apostar por lo que vertebra el país y por lo que nos une». «Estamos en los momentos en los que estamos, donde algunos han decidido poner en riesgo todo lo hecho hasta la fecha, la unidad del país y están dispuestos a acabar con la soberanía nacional para finalizar el marco de convivencia que nos ha llevado a las cotas más altas de progreso y bienestar social. El Corredor Mediterráneo representa todo lo contrario, lo que nos une», manifestó.

José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España y de Freixenet, declaró que «debemos trabajar por el proyecto España. Éste es un gran país. No lo desbaratemos después del gran salto que hemos dado en los últimos cuarenta años. Tenemos la oportunidad de dar otro gran salto los próximos cuarenta con la globalización», remachó.

Soluciones

Vega de Seoane, refiriéndose al Corredor del Mediterráneo, afirmó que «cuando la sociedad civil se pone en marchar, podemos hacer cosas porque tenemos grandes capacidades». El presidente del Círculo de Empresarios instó a «ayudar a los políticos con buenas ideas» para solucionar los problemas, pero también les pidió que «no los creen donde no los hay o no los agranden». «Nos ha costado 40 años construir un país estupendo y debemos preservarlo entre todos», remachó.

A los políticos se dirigió también el presidente de Mercadona, Juan Roig, quien se declaró asustado. Antes del inicio del foro, les pidió que solucionen este problema «porque es su trabajo» a través del «diálogo y el entendimiento». «España es un país muy grande y bueno, que está compuesto por muchas regiones con mucho poder y cariño y nosotros nos queremos entre todos los españoles y tenemos alguna divergencia que, mediante el diálogo, se tendría que solucionar», apostilló.