Francia sólo fabricará coches eléctricos a partir de 2040

El Gobierno promete ayudas económicas para sustituir los coches de gasolina y gasóleo.

El ministro de la Transición Ecológica, Nicolas Hulot presentó su «Plan Clima» para los próximos cinco años. Su principal ambición es lograr que sea «irreversible» el Acuerdo de París. La medida más simbólica es «el fin de la venta de los coches de gasóleo y gasolina antes de 2040».

Según Hulot, el objetivo que se ha marcado Francia de dividir por cuatro el volumen de emisiones de gas con efecto invernadero «no es lo suficientemente ambicioso para responder a las exigencias del Acuerdo de París» y quiere alcanzar la neutralidad del carbono en 2050.

El Gobierno galo echará mano del plan de inversiones para proponer «a cada francés una prima de transición que le permitirá sustituir un coche de gasóleo anterior a 1997, o de gasolina de antes de 2001, por un vehículo más limpio, nuevo o de segunda mano», señaló ayer el ministro de la Transición Ecológica, sin precisar a cuánto ascenderá esa ayuda. Para Hulot, ayudar a los hogares que no disponen de medios para comprar un vehículo que se ajuste a las normas es necesario «sobre todo en las grandes ciudades si queremos sacar adelante con éxito nuestro compromiso». Al ministro le faltó concretar la cantidad y fecha de aplicación de esas ayudas.

«Anunciamos el fin de la venta de vehículos de gasolina o gasóleo antes de 2040», indicó el antiguo presentador de televisión y hoy ministro citando como ejemplo el caso del constructor de origen sueco Volvo, que la víspera anunció que abandona la construcción de coches de gasolina o diésel, y a partir de 2019 sólo saldrán de sus fábricas vehículos 100% eléctricos o híbridos. Según Hulot, es técnicamente posible. Las soluciones para alcanzar este objetivo «están ahí, nuestros propios constructores tienen en sus cartones material para alcanzar esa promesa».

Antes, el gobierno decidió reducir las diferencias de impuestos sobre gasolina y gasóleo. Este último irá perdiendo sus ventajas fiscales hasta quedar igualado a la gasolina a finales de 2022.

El ministro se adelantó a las posibles críticas de las ONG’s y describió su plan como una «columna vertebral», a la que se le podrán ir añadiendo vértebras e injertos a lo largo de los cinco años de aplicación.

En el ámbito de la vivienda, Nicolas Hulot quiere acabar en los próximos diez años con «los coladores térmicos», esos siete millones de viviendas mal aisladas y grandes consumidoras de energía. El Estado va a destinar 4.000 de los 50.000 millones de euros del plan de inversiones anunciado por el primer ministro, a la renovación térmica de las viviendas. A los ciudadanos con menos medios económicos se le hará «un diagnóstico» gratuito sobre su situación energética.

Hulot espera también que aumente el número de franceses que consuman su propia electricidad. «Hoy lo hacen 14.000, y hay 350.000 productores individuales que revenden su producción a EDF (la eléctrica francesa)».

Otro de los objetivos del ministro de la Transición Ecológica es el fin de la producción del carbón que hoy representa el 5% de la producción de energía en Francia. «Es poco, pero es demasiado», indicó Hulot que quiere poner fin a ese residuo, pero elaborando antes una transición para los trabajadores del sector. Tal y como anunció el jefe del ejecutivo, Edouard Philippe, en su discurso de política general ante la Asamblea el pasado martes, no se volverá a acordar un permiso de exploración y explotación para las energías fósiles en Francia.

El Plan Hulot prevé igualmente «poner fin a la deforestación importada», o lo que es igual, a la importación de todos aquellos productos que contribuyen a la destrucción de las cuencas de Amazonia, Congo y Sudeste Asiático, cuya deforestación representa más del 10% de las emisiones de gas con efecto invernadero como recordó el ministro.