Iberdrola eleva su beneficio hasta los 2.417 millones, un 18,4% más

Iberdrola obtuvo un beneficio neto de 2.416,6 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 18,4 %

Hace tiempo que Iberdrola dejó de fiar su viabilidad exclusivamente a su negocio nacional. Su diversificación internacional es la que tira ahora de sus resultados y los de los primeros nueve meses de este año no han sido una excepción. La eléctrica elevó su benefició un 18,4%, hasta los 2.417 millones de euros, gracias en buena parte a su negocio exterior de redes y renovables, aunque también a los extraordinarios, según informó la compañía. Ambos factores compensaron su negocio nacional, muy afectado por la caída de un 57,6% de la producción hidroeléctrica, muy lastrada por las escasas lluvias registradas en España este año. Este descenso lastró su beneficio bruto de explotación (ebitda) un 5,1%, hasta situarlo en los 5.440 millones de euros. El impacto negativo en el ebitda de esta bajada de la producción hidroeléctica rondó los 400 millones.

En la aportación exterior, la compañía destacó el papel clave que han jugado sus filiales Avangrid –EE UU– y Neoenergia –Brasil–. El beneficio neto de su filial norteamericana alcanzó los 494 millones de dólares, un 14% más. La subsidiaria brasileña le aportó una plusvalía de 521 millones tras la integración de Elektro en Neoenergia. Su impacto positivo en las cuentas de Iberdrola fue de 508 millones. A estos extraordinarios se sumaron los aportados por Gamesa. La fusión de esta empresa, participada por Iberdrola, con Siemens le reportó más de 255 millones a sus resultados.

El negocio de redes se consolida como el más importante de la compañía, con un ebitda de 3.092 millones, un 5,4% superior. Más del 60% procede ya del exterior, según explicó Iberdrola.

Renovables registró un ebitda similar al de 2016, 1.142 millones. El escaso recurso eólico de España fue compensado por la mejora del beneficio bruto en esta parcela en Reino Unido –34,7%–, Brasil y México –3%–. La eléctrica anunció que EE UU se ha convertido en el país que más aporta a su negocio de renovables, un 36%. No es extraño que los inversores estén inquietos ante los recortes de ayudas a esta energía que proyecta Donald Trump. El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, no está sin embargo preocupado. En una conferencia con analistas, aseguró que la implantación de estas medidas sería «neutral», pues se compensaría con una rebaja del impuesto de sociedades.

El negocio que peor se comportó fue el de generación y clientes. Su ebitda retrocedió un 28,4%, hasta los 1.241 millones. Iberdrola lo atribuye no sólo al desplome de la producción hidroeléctrica en España, sino también al comportamiento del mercado británico. La producción en la Reino Unido bajó un 28,6% debido en gran parte al cierre de la planta de carbón de Longannet. También empeoraron sus márgenes minoristas y la demanda en el país.

Inversión

Para mantener su crecimiento, Iberdrola tiene en construcción 7.361 megavatios de capacidad que pondrá en marcha hasta 2020. Unos 2.700 estarán operativos ya el año próximo. Sólo hasta septiembre ha acometido inversiones por valor de 3.997 millones, un 31,5% más que en 2016. Estos desembolsos han contribuido a que su deuda se situase en 33.698 millones, frente a los 29.230 millones al término de 2016.

Galán no confía sólo en estos nuevos megavatios para apuntalar sus números el año próximo. El presidente de Iberdrola espera que en 2018 se «normalicen» los resultados de hidraulicidad, lo que, unido a una serie de previsiones positivas en otras áreas de negocio, así como a la aportación del negocio de Neoenergia, permitirá su juicio que el próximo ejercicio los resultados en términos recurrentes sean «infinitamente mejores».