Portugal

El mayor banco luso recibirá un rescate de 4.600 millones

Aunque Caixa Geral de Depósitos será recapitalizado por el Estado portugués, la inyección no computará como déficit porque Bruselas entiende que logrará altos rendimientos

Sede de Caixa Geral de Depósitos
Sede de Caixa Geral de Depósitoslarazon

Aunque Caixa Geral de Depósitos será recapitalizado por el Estado portugués, la inyección no computará como déficit porque Bruselas entiende que logrará altos rendimientos

Portugal ha recibido el visto bueno para rescatar al mayor banco del país. La Caixa Geral de Depósitos (CGD) recibirá una inyección de 4.600 millones de euros del Estado luso, según el principio de acuerdo alcanzado por el Gobierno de este país y la Comisión Europea. Aunque el dinero saldrá básicamente de las arcas públicas, no computará como déficit porque Bruselas considera que el rescate se realiza bajo términos de mercado. La Comisión cree que los rendimientos esperados para el Estado portugués son lo suficientemente elevados como para que un inversor privado los hubiera aceptado. Los fondos sí serán anotados en el debe de la deuda pública lusa, que ya supera el 131% del PIB.

Según el plan aprobado, CGD realizará una emisión de obligaciones que no superará los 1.000 millones. Además, el Estado luso hará una inyección de capital de hasta 2.700 millones en la entidad y transferirá sus acciones en ParCaixa a Caixa Geral de Depósitos, y convertirá 900 millones de valores convertibles o bonos convertibles contingentes, denominados «CoCos», en acciones.

El acuerdo incluye un plan industrial «de alcance» para CGD, con «una racionalización en profundidad» encaminada a recuperar una elevada rentabilidad a largo plazo a través de «importantes recortes de los costes, el aumento de la eficiencia y medidas de disminución de los riesgos». Detrás de la «racionalización» lo que se esconde es el cierre de la mayoría de las 500 oficinas que tiene en el extranjero, 100 de las cuales están en España. Su desaparición supondrá la salida de 2.500 empleados mediante rescisiones voluntarias y prejubilaciones. En España tiene 537.

El plan de reestructuración también establece nuevas reglas de gobernanza corporativa y un equipo de gestión muy experimentado.

Dominio sin resultados

CGD, cuyo capital es 100% público, es el principal banco de Portugal. Tiene una cuota de mercado en el país vecino del 29% en lo que al crédito hipotecario se refiere, del 17,7% en los préstamos a empresas y del 28,7% en los depósitos de particulares, con 100.000 millones de euros. Su posición de dominio, sin embargo, no se ha traducido en beneficios. El año pasado registró unas pérdidas de 171 millones de euros y en los seis primeros meses de este ejercicio ya ha perdido 205 millones.

CGD se convierte en el quinto banco portugués que necesita de ayudas públicas. En total, entre 2008 y 2014 el Estado luso inyectó 12.700 millones de euros para recapitalizar sus entidades, según los datos sobre ayudas públicas a la banca de la Comisión Europea. La escasez de los préstamos concedidos y la alta morosidad son señalados por los expertos como los principales problemas de la banca portuguesa, que pelea por salir de su particular crisis.

El rescate de CGD se produce en un momento en el que todas las miradas están puestas en otro país del sur de Europa, Italia. La banca transalpina atraviesa una situación muy delicada por diversos factores estructurales que se han manifestado ahora con especial crudeza y que la han abocado a un casi seguro rescate. En un entorno de tipos muy bajos, su rentabilidad se ha reducido de forma drástica. Tanto que sus ingresos se han recortado hasta la mitad desde el comienzo de la crisis. El retroceso que sufrió la economía mundial en este periodo de recesión ha disparado sus créditos dudosos hasta cerca del 25% en muchas entidades, o lo que es lo mismo, la morosidad alcanza los 360.000 millones de euros.

Debilidad en el capital

En lo que respecta a su capitalización, los test de resistencia publicados el 29 de julio por la Autoridad Bancaria Europea dejaron en evidencia que algunas entidades transalpinas necesitan ayuda con urgencia. Banca Monte dei Paschi di Siena apenas tendría un 2,44% de capital de máxima calidad en el escenario adverso que planteó el examen, mientras que Unicredit se quedaría en el 7,1%. Por si estos tres problemas no fueran suficientes para lastrar su rentabilidad, a ellos se suman una anquilosada estructura dominada por más entidades y personal de los necesarios, que le acarrean elevados costes de gestión.