Transporte

«La competencia desleal es el pan nuestro de cada día»

Carlos Pérez
Carlos Pérezlarazon

Entre los miles de taxistas que ayer tomaron las calles de Madrid se encontraba Carlos Pérez, conductor y propietario de un taxi desde hace 24 años. Cargado con todo tipo de utensilios sonoros y pancartas con mensajes en contra de plataformas como Uber y Cabify, este conductor se quejaba «de la competencia desleal que hacen los de las VTC». «Se ha convertido en el pan de cada día» ver cómo estos conductores deambulan por la ciudad «captando clientes cuando lo tienen totalmente prohibido», aseguró. Su móvil estuvo sonando desde que salió el sol pero, «con todo el dolor de mi corazón –dijo–», este taxista no pudo atender a sus clientes de toda la vida porque decidió unirse desde las 6:00 horas de la mañana a los paros convocados por el sector. «Muchos de los que han solicitado servicios no han entendido que no fuera a buscarlos, pero hoy más que nunca siento que tengo que estar aquí apoyando a las miles de familias que vivimos de esto», concluyó Carlos. Este taxista perdió aproximadamente cien euros de caja ayer por secundar la huelga.

Según el Ministerio de Fomento, en España hay 67.089 licencias de taxi y 5.890 de VTC, lo que equivaldría a un vehículo con conductor por 11 taxis. Sin embargo, según la Ley de Transporte esta equivalencia tendría que ser de una VTC por cada 30 taxis. Por eso, taxistas como Juan Carlos Vaillo exigen «que se cumpla la ley, ni más ni menos, no queremos quitarle el pan a nadie». «Nos hemos sacrificado mucho para pagar nuestras licencias y ellos no pagan ni la mitad de impuestos que nosotros», aseguró este taxista. Además, Vaillo quiso dejar claro que «los cuatro energúmenos que rompen los cristales o pintan los coches VTC» no representan a todo el sector del taxi que se manifiesta «haciendo mucho ruido pero de forma pacífica». Para este trabajador del taxi el problema surgió en 2009, cuando el gobierno del PSOE «metió el sector del taxi dentro de la Ley Ómnibus, en contra de lo que decía la unión europea». Un «error», continuó Vaillo, que tardó cuatro años en solucionarse ya con el Partido Popular en el Gobierno. «Al poner en marcha la Ley Ómnibus de 2009, los artículos 49 y 50 de la Ley de Transportes española se quedaron sin efecto, por eso muchos aprovecharon esos años de vacío legal para pedir permisos de conducción y ahora sobran conductores y faltan clientes», concluyó Vaillo.

Por otra parte, los taxistas recriminan que asociaciones como la Gremial o la Federación del Taxi, «que son los que tienen que luchar por nuestros derechos», estén «mirando hacia otro lado». Por eso muchos aseguran que han decidido salir de las asociaciones tradicionales para confiar sus intereses en otras como Elite Taxi que varios miembros del gremio crearon hace aproximadamente tres años. «Es la única que está poniendo algo de luz a este problema», comentó un taxista que se encontraba en las primeras filas de la manifestación.

Una de las claves del éxito en las que se apoyan los conductores de las VTC es la innovación tecnológica que, con unos sencillos toques en el móvil, permiten al cliente contratar un vehículo. Para los taxistas, sin embargo, esto «no es algo novedoso». «Aplicaciones como Mytaxi también proporcionan esa comodidad, que dejen de decir que estamos obsoletos», se quejó otro conductor. «Seguiremos haciendo paros hasta que alguien nos de una solución», añadió otro de los taxistas que exigió una solución «lo antes posible» para su problema de competencia desleal.