Energía eléctrica

La deuda irá al recibo de la luz hasta 2028

3.000 millones del agujero, entre principal e intereses, se abonaron en las facturas de 2016.

La deuda irá al recibo de la luz hasta 2028
La deuda irá al recibo de la luz hasta 2028larazon

3.000 millones del agujero, entre principal e intereses, se abonaron en las facturas de 2016.

La deuda del sistema eléctrico, a pesar de la reforma del ex ministro Soria, cerró en 2015 en 25.057 millones de euros. La vida remanente de esa deuda, generada por los desajustes entre los ingresos y los gastos del sistema, se alarga nada menos que 13 años.

Durante esos 13 años, dado que dicha reforma no encontró otra fórmula, los consumidores de electricidad verán incluido en sus recibos un concepto de coste asociado a su financiación. Es decir, financiarán hasta 2028 en su factura una deuda que ellos no han generado por la vacilante gestión política del sistema eléctrico. Los consumidores deberán devolver no sólo el principal de la deuda sino también los intereses correspondientes. Estos intereses varían en función de los años. Así, los del déficit de 2005 resultaron negativos el pasado año (-0,089%). Sin embargo, la mayoría de la deuda, 19.832,9 millones, intereses del 4,092%, abonó un 4,092% el años pasado

En 2016, los costes estimados a falta de conocer los informes del cierre del ejercicio, fueron los siguientes: 1.998,4 millones de euros de deuda amortizada más 882,5 millones de intereses. Casi 3.000 millones cargados a los recibos eléctricos que fuentes del sector y de la industria, que sufre como nadie el coste de la energía, consideran que debería trasladarse fuera de la factura, vía Presupuestos Generales del Estado.

La situación no es nueva: entre 2014 y 2015, los españoles financiaron en sus recibos casi 5.775 millones. El desajuste se arrastra desde la irrupción de las tecnologías de generación menos maduras, financiadas mediante un régimen de subvenciones que hoy, tras la reforma, sigue garantizando una rentabilidad superior al 7%.

La financiación del agujero eléctrico corrió a cargo, en primera instancia, de las compañías eléctricas. Esto generó unos derechos de cobro por un determinado importe que se les devuelve anualmente a lo largo del plazo establecido, que ha oscilado entre los ocho y los quince años.

Esta anualidad se integra en los peajes de acceso de los costes del sistema. Estos peajes de acceso representan en torno a un 40% de la factura. Otro 37% es el coste de la energía eléctrica mientras el 23% corresponde a impuestos.

Por eso, la escalada del 64% del precio de la luz –desde los 51 euros el megavatio hora del primero de enero hasta los 85,7 euros Mwh fijados para hoy en el mercado– se traduce en un incremento cercano al 21% en el recibo de la luz. Es decir, su factura se incrementará entre siete y ocho euros al mes por el aumento del precio de la electricidad, unos 100 euros anuales, según admitió el actual titular de la cartera de Energía, Álvaro Nadal. Sin embargo, estas oscilaciones podrían compensarse con la salida del agujero eléctrico de la factura. El consumidor podría así respirar y no pasarse el día poniendo lavadoras o lavavajillas de madrugada porque no sopla el viento para generar energía eólica o porque no se ha iniciado el deshielo necesario para que la hidráulica comience a aportar energía más barata.

De esta manera, se compensarían también las variaciones de precio del gas, al alza como consecuencia del anuncio en el recorte de la producción de la OPEP. Precisamente, según Nadal, es el gas el principal causante del encarecimiento de la energía, ya que ante la escasa aportación eólica e hidráulica son los ciclos combinados los que más están aportando al sistema eléctrico, encareciendo el precio, toda vez que es la energía más cara la que lo determina.

990 euros de recibo medio

Desde el sector y las asociaciones de consumidores se ha demandado en repetidas ocasiones que se retiren del recibo todos los costes que no tengan que ver con el precio real de la electricidad que consumen los españoles, cuyo pago medio anual en el recibo de la luz ronda los 990 euros, según una estimación de la OCU.

Estos conceptos ajenos al coste de generación de la energía hacen que el recibo que pagan los españoles sea el tercero más caro de la UE, sólo superado por dos islas: Irlanda y Reino Unido. Si no cambian las cosas, pronto será el segundo recibo más caro, cuando Londres salga de la UE.