PIB

El PIB ignora la crisis política y crece un 0,8% por las exportaciones

El sector exterior compensa la ralentización del consumo de los hogares. El gasto público se hunde un 1,6% por la falta de Gobierno

La Razón
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Pasan los meses, España sigue sin Gobierno, pero su economía sigue avanzando con paso firme, pareciendo hacer buenas las teorías de los liberales más radicales de que cuanto menor sea la intervención pública en la vida privada, mejor le irán las cosas a los asuntos del capital, aunque, en este caso, el avance tenga más que ver con la inercia que con la desregulación. En el segundo trimestre del año, el PIB español avanzó un 0,8% con respecto al periodo enero-marzo, una décima más de lo esperado, según los datos de Contabilidad Nacional publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En términos interanuales, la economía creció un 3,2%, frente al 3,4% del periodo anterior.

Si España mantiene su buen tono económico es gracias a la aportación del sector exterior. Aunque el consumo de los hogares se sigue manteniendo fuerte, ha perdido algo de fuelle en los últimos meses. En el periodo analizado se incrementó un 0,7% en tasa intertrimestral, tres décimas menos que en el periodo enero-marzo, y un 3,6% en interanual, una décima menos que en 2015. Especialmente significativo es el desplome que ha sufrido el gasto de las administraciones. En una coyuntura de falta de Gobierno como la actual, el gasto de las entidades públicas se redujo un 1,6% con respecto al trimestre anterior y apenas avanzó un 0,1% en términos interanuales. En cuanto a la inversión, también ha crecido menos que en el arranque de ejercicio: un 4%, 1,1 puntos menos que en los tres primeros meses (5,1%).

La ralentización de la demanda nacional se vio compensada por el comercio exterior. De una contribución negativa al crecimiento de -0,4 puntos en el primer trimestre del año se pasó a una positiva de 0,2 puntos en el segundo. Este cambio de signo compensó la caída de la aportación al PIB de la demanda nacional, que pasó de 3,8 puntos a 3. El mayor incremento respecto al trimestre anterior de la tasa de crecimiento de las exportaciones frente a las importaciones está detrás de esta mejora. El avance de las ventas al exterior pasó del 3,8% al 6,8%, mientras que el de las compras al extranjero lo hizo un 6,6%, frente al 5,4% del primer trimestre.

Servicios no turísticos

En un país tan dependiente del turismo, en las exportaciones destaca que las de servicios no vinculados a esta actividad aumentaron un 13,9%, lo que supone 5,7 puntos más que en el trimestre anterior.

Como destacó el servicio de estudios del BBVA en su análisis de los datos del INE, las exportaciones españolas se han visto beneficiadas por la mejora de la competitividad ganada por el estancamiento de los costes laborales unitarios, que apenas subieron 0,4 puntos porcentuales.

La mejora de la actividad se tradujo en un avance del empleo del 0,6% en términos trimestrales y del 2,9% en términos anuales. En términos absolutos, supone la creación de 484.300 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en los últimos doce meses. Este comportamiento, junto con la variación experimentada por la jornada media, dan como resultado una desaceleración de tres décimas en la tasa anual de horas efectivamente trabajadas, desde el 3,2% al 2,9%. La remuneración de los asalariados pasó del 3,4% al 4% por la desaceleración del número de asalariados –del 3,5% al 3,2%– y por el aumento en nueve décimas de la remuneración media por asalariado –del -0,1% al 0,8%–. En el segundo trimestre, la ocupación en los servicios desaceleró una décima su crecimiento interanual, hasta el 3,3%; la agricultura recortó más de tres puntos su tasa interanual, hasta el 2,1%, y la industria empeoró ocho décimas su tasa interanual, hasta el 1,6%. Por el contrario, la construcción aceleró dos décimas el avance de puestos de trabajo, hasta el 1,1%.

Lejos de mostrar preocupación por la desaceleración en el crecimiento del consumo interno, para el Gobierno, la composición del crecimiento es ahora «más equilibrada» merced a la mayor aportación del sector exterior, como destacó el Ministerio de Economía en un comunicado. No obstante, la CEOE advirtió de que «la incertidumbre del entorno exterior podría afectar a la evolución de las exportaciones». Los datos de crecimiento de sus socios de la UE, a los que España destina el 67% de sus exportaciones, según Eurostat, son más que frágiles. La riqueza de la UE aumentó un 0,4% en el segundo trimestre, mientras que la de la eurozona lo hizo un 0,3%. Por países, Reino Unido avanzó un 0,6%, Bélgica, un 0,5%, Alemania, un 0,4%, Francia no creció e Italia, tampoco.

Luis de Guindos saludó los datos de crecimiento con una mezcla de satisfacción y cautela. El ministro de Economía afirmó que muestran que «la economía española no ha sufrido ningún tipo de desaceleración». De Guindos pronosticó que el crecimiento «se va a mantener», con un avance del PIB en el tercer trimestre similar al registrado en lo que va de año, y que se alcanzará en «poco tiempo» el nivel de renta que España tenía antes de la crisis. No obstante, avisó de que «la inercia no dura para siempre» y que se necesita un Gobierno en plenas funciones. De Guindos dijo que aunque el PIB ha alcanzado una velocidad de crucero del 3%, con un Ejecutivo en plenas funciones habría avanzado más.