Finanzas

La inversión regresa, por fin, a las empresas

La Razón
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Las pequeñas y medianas compañías están dando claras señales de mejoría en su actividad y fortalecimiento de sus balances

La crisis ha pasado una importante factura a la compañías españolas, especialmente a las pequeñas y medianas empresas. Tras siete años muy duros, en los que muchas de estas sociedades se han visto abocadas a desaparecer, las que han logrado sobrevivir comienzan poco a poco a ver la luz al final del túnel. Y es que, actualmente, hay signos más que evidentes que permiten mirar al futuro con optimismo. En los últimos meses, la actividad económica está creciendo, lo que se refleja en un incremento de las ventas de las compañías.

Como las sociedades todavía están inmersas en un proceso de contención de costes, el impacto en la caja generada está siendo aún mayor que el crecimiento de las ventas, lo que les está permitiendo reducir su deuda, disminuir sensiblemente el apalancamiento financiero y mejorar sus ratios de solvencia. La principal consecuencia de esta mejoría en su situación financiera es que las empresas están, por fin, comenzando a invertir, ya sea con miras puestas en el interior del negocio, a través de la adquisición de bienes de equipo, ya sea por su interés en crecer orgánicamente mediante compras.

En cualquier caso, para afrontar estos procesos con éxito es necesaria financiación, que no siempre tiene que estar ligada a una entidad financiera. De hecho, Bravo Capital irrumpió el pasado 1 de enero como prácticamente la única alternativa no bancaria del mercado que financia capital circulante. En sus primeros siete meses de actividad, la sociedad ha constatado esta tendencia a través de un informe elaborado por sus analistas Enrique de La Torre y Luis Alberto García, ya que las compañías a las que han financiado han tenido un crecimiento medio de sus ventas del 3% y del 39% si se traslada al Ebitda. Bravo Capital ha firmado hasta julio operaciones de financiación con 32 empresas por un total de 180 millones de euros, lo que pone de manifiesto el interés –también necesidad– cada vez mayor de las compañías españolas por diversificar sus fuentes de financiación, una práctica muy conveniente si las empresas se quieren garantizar el acceso a recursos financieros con la intención de expandir su negocio. Y es que, ahora que «las cosas van mejor», depender en exclusiva del banco puede comprometer seriamente la viabilidad de un negocio, por muy saneado que esté. La política crediticia de los bancos está ligada no sólo a parámetros que tienen que ver con sus estrategias globales, sino también con otros factores externos que, en la mayoría de los casos, escapan a su control. En este sentido, los próximos test de estrés, las tensiones geopolíticas o crisis financieras puntuales puede restringir el acceso al mercado de capitales. Ni si quiera las últimas medidas adoptadas por el BCE garantizan que, de la noche a la mañana, una entidad financiera no vaya a cerrar el «grifo» del dinero.

A través de su análisis, Bravo Capital ha podido comprobar que gran mayoría de empresas españolas depende absolutamente de la banca para obtener fondos. Así, del total de compañías que se han interesado por trabajar con ellos, menos de media docena tenían financiación no bancaria, mientras que de las operaciones firmadas, tan sólo una de las 32 empresas no dependía del banco. Respecto a los importes, la financiación de Bravo Capital va desde unos cientos miles de euros hasta varias decenas, aunque la mayoría de sus clientes se encuentran en una horquilla comprendida entre 80 y 350 millones, con unas ventas agregadas de 11.000 millones de euros. Tampoco hay restricción en cuanto a sectores.

Compañías de áreas tan diversas como la construcción, la alimentación o la ingeniería se benefician de sus fondos. Bravo Capital ofrece, además, una financiación adaptada a cada empresa. Así, brinda a sus clientes la posibilidad de elegir entre programas de bonos y pagarés privados, financiaciones tradicionales o estructuras de financiación de capital circulante («factoring», «confirming»).

En definitiva, las compañías españolas están dando claras señales de mejoría en su actividad. Para apoyarlas en un momento tan crucial, Bravo Capital les garantiza el acceso a fondos que les ayuden a crecer y a estabilizar su negocio.

► En los últimos meses la economía está dando síntomas de reactivación, lo que se refleja en un incremento de las ventas de las pymes, las que peor lo han pasado durante la crisis.

► La principal consecuencia del aumento de la actividad de las empresas es que, tras siete años de contención de costes, por fin, están comenzando a invertir.

► Para afrontar la nueva situación con éxito, las sociedades necesitan de financiación, la cual no es conveniente que esté ligada exclusivamente a una determinada entidad financiera.

► Bravo Capital es la única alternativa no bancaria del mercado que financia capital circulante. Hasta el mes de julio, la sociedad ha cerrado operaciones con 32 empresa por valor de 180 millones de euros.