Rojo

La prudencia se apodera de los inversores

El temor a una tercera recesión económica puede dificultar seriamente el acceso a las fuentes de financiación empresarial

La prudencia se apodera de los inversores
La prudencia se apodera de los inversoreslarazon

El temor a una tercera recesión económica puede dificultar seriamente el acceso a las fuentes de financiación empresarial

Hace tan sólo una semana el Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoraba las previsiones de crecimiento para España, hasta situarlas en el 1,3% para este año y en 1,7% para el próximo. Sin embargo, el optimismo es contenido, más teniendo en cuenta la situación económica mundial.

Y es que pese a que los indicadores económicos, en rojo durante meses, están volviendo al terreno del negro, el oscuro panorama que se cierne sobre las principales economías de la zona euro, el menor tirón de Estados Unidos y unos mercados emergentes que no terminan de sacar la cabeza ponen en riesgo el ligero impulso que había tomado la economía española.

Nuestro Producto Interior Bruto (PIB) crece, pero si el de nuestros vecinos –destino principal de nuestros bienes y servicios– se contrae, la reactivación se puede ver seriamente comprometida y, con ella, el crecimiento de nuestras empresas.

Una de las principales consecuencias de esta situación es que el temor se ha apoderado de los inversores. Ahora, miran con lupa donde colocan sus recursos. Y es que el dinero es miedoso por naturaleza, por lo que cualquier piedra en el camino –y ya no digamos una tercera recesión– le puede hacer salir corriendo.

De ahí, la necesidad, según los expertos de Bravo Capital, de que las empresas estén prevenidas y que se nutran de recursos ahora que están disponibles. Puede que en un futuro muy próximo el dinero haya desaparecido. «Ahora es un buen momento para que las compañías se recapitalicen. Hay mucha incertidumbre. Que una empresa esté creciendo este año, no significa que lo haga al siguiente, ya que se puede ver envuelta en una nueva recesión económica en la eurozona», advierte Mar Turrado, directora general de Bravo Capital.

Así, un problema que durante años había sido de liquidez se convierte ahora en una situación de desconfianza y, sobre todo, de temor ante la incertidumbre. Hay dinero para financiar a las empresas. Prueba de ello, es que el Banco Central Europeo (BCE) ha destinado a este menester 400.000 millones de euros (los bancos apenas han tomado el 20% de esta cantidad). «A pesar de que hay liquidez en el sistema, los inversores van a empezar a ser más cautos a la hora de invertir su dinero», señala Turrado.

La inseguridad sobre la situación económica a corto y medio plazo está teniendo también repercusión sobre los bonos europeos de alta rentabilidad, una de las alternativas a la financiación bancaria a la que actualmente pueden acceder las empresas. La tormenta que se vislumbra en el horizonte también afectará a posibles salidas a bolsa, ampliaciones de capital, a las emisiones de bonos, y a la posibilidad de que los bancos se financien en los mercados mayoristas. En definitiva, si la economía se «despeña», los mercados pueden cerrarse a cal y canto, de manera que conseguir financiación se convertiría en una verdadera «misión imposible».

Asimismo, las turbulencias pueden provocar en cualquier momento un cambio en las políticas monetarias de los bancos centrales, de momento expansivas en Europa, pero si los bancos tuvieran que acudir a los mercados mayoristas su financiación podría ser difícil, lo que supondría de nuevo restricciones en el crédito a empresas y particulares, verdaderos motores de la actividad económica.Una contracción en Europa se traduce, en definitiva, en un menor crecimiento empresarial. Si las compañías generan menos dinero, la banca posiblemente también les «cerrará el grifo», por lo que las opciones de financiación, con unos mercados temblorosos, se pueden reducir a la mínima expresión.

En este contexto, Bravo Capital insiste en la importancia de que las empresas diversifiquen lo máximo posible las fuentes de financiación, tratando de complementar el crédito bancario con recursos procedentes de otras opciones.

Bravo Capital se presenta prácticamente como la única alternativa del mercado que ofrece financiación de capital circulante a empresas. Lo hace de manera fácil y rápida. La sociedad tiene dinero disponible para prestar a compañías españolas, independientemente de su tamaño y sector de actividad, en diversos formatos: financiación directa, compra de facturas de la Administración, compra de facturas de sus clientes en general, así como estructuras generales de factoring y confirming.

► El fantamas de una tercera recesión que planea sobre Europa y el menor crecimiento de Estados Unidos han puesto nerviosos a los mercados.

► El actual contexto económico ha hecho que los inversores se hayan vuelto muy cautelosos y, ahora, vigilen mucho más el destino de su dinero.

► Un cambio de la política monetaria de los bancos centrales puede «cerrar» el grifo de la financiación a empresas, por muy saneadas que estén.

► Bravo Capital recomienda a las sociedades cubrir convenientemente sus espaldas y tomar recursos financieros ahora que todavía están diponibles.

► La sociedad ofrece financiación directa, compra de facturas de la Administración, así como estructuras de factoring y confirming.