Contaminación en Madrid

Las restricciones no evitan el suspenso en contaminación

La capital rebasó en nueve de las estaciones de medición el valor límite anual de NO2 marcado por la legislación europea.

El 29 de diciembre, Carmena activó por primera vez en España la prohibición de circular a la mitad de las matrículas ante los elevados niveles de N02
El 29 de diciembre, Carmena activó por primera vez en España la prohibición de circular a la mitad de las matrículas ante los elevados niveles de N02larazon

La capital rebasó en nueve de las estaciones de medición el valor límite anual de NO2 marcado por la legislación europea.

Dicen los expertos que la contaminación no desaparece, que simplemente se traslada o se diluye cuando llueve y que, por tanto, los niveles de polución dependen de la meteorología y de su capacidad de condensarla o disiparla. El Gobierno de Manuela Carmena sin embargo se ha propuesto reducir los niveles de emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2) de la ciudad poniendo los vehículos en su punto de mira. Este gas amarillento, responsable junto a las partículas en suspensión de la conocida como «boina» de Madrid, tiene su origen en la combustión de los motores de los vehículos diésel y en la industria eléctrica, pero el Ayuntamiento se ha propuesto rebajarlo a costa de una reducción del tráfico de los vehículos privados en el centro de la ciudad. Para ello, el pasado mes de febrero Carmena endureció el protocolo anticontaminación, que se activa cuando se superan los niveles recomendados.

La alcaldesa rebajó el nivel de preaviso a los 180 mg/m3 (cuando el nivel fijado por la UE y la OMS es de 200 mg/m3) y aumentó las restricciones en caso de superarlo. Debido a este endurecimiento, el pasado 29 de diciembre el Ayuntamiento prohibió por primera vez la circulación de las matrículas pares dentro del perímetro de la M-30, además de reducir la velocidad en la M-30 y prohibir aparcar en toda la almendra central a los no residentes durante varios días.

A pesar de que Carmena sacó toda su artillería contra la contaminación, los niveles de polución volvieron a rebasarse, según ha quedado constatado en un informe que Ecologistas en Acción publicó ayer sobre la contaminación en 2016; un informe que deja en evidencia la efectividad de las restricciones que Carmena aprobó en febrero.

Según este balance, la calidad del aire en Madrid mejoró en 2016 respecto al año anterior, que fue especialmente malo para Madrid, «porque las condiciones meteorológicas del 2015 fueron particularmente adversas (...) y porque la meteorología del 2016 fue en general menos adversas, a pesar del episodio de alta contaminación por NO2 sufrido en los últimos días del año».

El estudio analiza los registros que dan hora a hora las 24 estaciones de medición de contaminantes ambientales que tiene el Ayuntamiento de Madrid. En los tres principales contaminantes ambientales, el dióxido de nitrógeno, el ozono troposférico y las partículas en suspensión, las situaciones de superación fueron «graves» teniendo en cuenta los niveles establecidos por la UE y la OMS. En el caso del dióxido de nitrógeno (gas tóxico que se concentra en la ciudad, principalmente en invierno), nueve de las 24 estaciones superaron el límite medio anual de contaminación marcado por la UE (40 microgramos por metro cúbico), y cuatro de ellas rebasaron el valor límite horario, lo que implica que hubo más de 18 horas en 2016 en las que los valores medios de esa estación durante 60 minutos superaron los 200 microgramos por metro cúbico. Los ecologistas pidieron ayer que se intensifiquen las restricciones al tráfico rodado y recordaron que precisamente este contaminante es el que han falseado los fabricantes de coches, lo que implica que muchos vehículos nuevos que circulan emitan más NO2 de lo permitido por normativa.