Jubilación

Los españoles se jubilan más de un año antes de lo que establece la ley

Desde que se aprobó la nueva ley del sistema de Seguridad Social en 2011, cuyo objetivo era retrasar progresivamente la edad de jubilación hasta situarla en los 67 años en 2027, lo cierto es que en los últimos años se ha anticipado su acceso.

Desde que se aprobó la nueva ley del sistema de Seguridad Social en 2011, cuyo objetivo era retrasar progresivamente la edad de jubilación hasta situarla en los 67 años en 2027, lo cierto es que en los últimos años se ha anticipado su acceso.

Los españoles se jubilaron en 2016 a los 64,08 años de media, es decir, más de un año antes de los 65 años y cuatro meses que establecía para el año pasado la ley que regula el sistema de pensiones.

Desde que se aprobó la ley de actualización, adecuación y modernización del sistema de Seguridad Social en 2011, cuyo objetivo era retrasar progresivamente la edad de jubilación a partir de 2013 hasta situarla en los 67 años en 2027, lo cierto es que en los últimos años se ha anticipado su acceso, aunque ligeramente.

Mientras que en 2013 la edad real de jubilación se situó en 64,33 años, en 2014 la edad se redujo a los 64,14 años; en 2015, a los 64,09 años; y en 2016, a los 64,08 años.

El comportamiento en la edad de acceso a la jubilación registró un cambio de tendencia en 2013, ya que hasta entonces había ido siempre en aumento, pasando de los 63,47 años de media en 2006 hasta los 64,33 años de 2013.

Además, según los datos de la Seguridad Social, la edad real de jubilación de los hombres fue inferior a la de las mujeres el pasado año, ya que ellos accedieron a los 63,78 años de media y ellas, a los 64,55 años.

La edad real de jubilación la determinan aquellos trabajadores que se retiran a la edad legal vigente en cada momento, los que la retrasan y los que se jubilan anticipadamente.

Por ello, cabe concluir que el retroceso en la edad real de jubilación viene marcado porque ganan peso aquellos que se jubilan de manera anticipada.

Así, las nuevas jubilaciones se incrementaron el 6,2 % en 2016, hasta un total de 306.980 altas en el sistema, debido a un aumento tanto de las jubilaciones anticipadas (136.941, el 7,8 % más) como de las no anticipadas (169.949, el 5 % más).

Dentro de las jubilaciones anticipadas, las no voluntarias con coeficiente reductor alcanzaron las 53.754, de las que el 78,4 % de ellas se hizo según la legislación anterior a 2013, en tanto que las voluntarias ascendieron a 41.813, un 20 % más que el año anterior.

Por su parte, la jubilación parcial creció el 14,3 % hasta las 28.987 personas y, en su mayoría, se acogieron a la legislación anterior, en tanto que la jubilación a la edad legal aumentó el 5,5 %, con 156.328 personas.

En función del género, la jubilación entre los hombres aumentó el 2,7 %, con un total de 189.418 nuevos pensionistas, mientras que entre las mujeres subió el 12,5 %, con 117.467 mujeres jubiladas más.

La jubilación anticipada creció en ambos géneros, aunque en cifras absolutas el número de mujeres representa sólo el 29 % del total.

Además, hasta el pasado 1 de marzo 33.823 jubilados se habían acogido a la jubilación activa, una posibilidad que disfrutan en su mayoría autónomos (el 80 % del total son trabajadores por cuenta propia).

Esta fórmula, que permite compatibilizar el trabajo por cuenta propia o ajena y a tiempo completo o parcial con el cobro del 50 % de la pensión, busca favorecer el empleo de los trabajadores de más edad y fomentar el envejecimiento activo.

Para acceder a la jubilación activa, es necesario tener la edad legal en cada momento y el porcentaje a aplicar a la base reguladora para determinar la cuantía de la pensión causada ha de alcanzar el 100 %, en tanto que los ingresos anuales totales derivados del trabajo no han de superar el SMI (707,6 euros mensuales).

El Gobierno se ha comprometido a hacer compatible el continuar trabajando más allá de la jubilación con el cobro del 100 % de la pensión.