Finanzas

Los fondos temáticos rompen los esquemas de la inversión

En las intersecciones entre megatendencias surgen las oportunidades que ofrecen una mayor rentabilidad a largo plazo

Los fondos temáticos rompen los esquemas de la inversión
Los fondos temáticos rompen los esquemas de la inversiónlarazon

En las intersecciones entre megatendencias surgen las oportunidades que ofrecen una mayor rentabilidad a largo plazo

No son modas pasajeras. No buscan el pelotazo, sino que trascienden los eventos a corto plazo. Las megatendencias aluden a grandes cambios sociales, económicos, sociológicos, políticos y medioambientales; tienen marcado un horizonte próximo a los 15 años y afectan a un porcentaje de población superior al 2%. Su estudio facilita un conocimiento más certero de cómo será el mundo. Y en sus intersecciones surgen las opciones de inversión más jugosas de cara al futuro.

«Las megatendencias no son fenómenos temporales, como pueden serlo las burbujas financieras. Son movimientos sísmicos que generan oportunidades a largo plazo». Patricia de Arriaga, subdirectora general de Pictet AM en España, explica que aunque la asignación de activos en renta variable se haya movido tradicionalmente en mercados desarrollados y en compañías más cubiertas por los analistas, con exposición a emergentes a través de grandes capitalizaciones, en la transición hacia la inversión temática pueden encontrarse oportunidades en segmentos de mediana y pequeña capitalización, con mayor exposición a emergentes y empresas menos conocidas y analizadas. De hecho, «la inversión temática puede superar las barreras de la asignación tradicional, pues no se ajusta a un índice de referencia –que sirve solo de indicativo– y no tiene restricciones por capitalización o geografía».

De Arriaga sostiene que se trata de una estrategia de gestión activa, más diversificada y de mayor enfoque. Y añade que la diversificación –como complemento de la inversión tradicional– se facilita porque la mayor parte de compañías no están presentes en el índice mundial. Es más, el solapamiento de las acciones de cada tema con el índice mundial no llega al 3 ó 4%. Es decir, más del 95% de las compañías en las que se invierte no están en los índices, lo que mejora el perfil de riesgo-rentabilidad de la inversión tradicional.

Desde BlackRock consideran que las megatendencias pueden ser una fuente real de oportunidades de inversión para el futuro. Y exponen que los índices temáticos han sido diseñados para capturar el rendimiento potencial de tendencias a largo plazo. «Dada la naturaleza especializada de la inversión temática, considerar una inversión satélite para aquellas temáticas que más le interesan es una buena opción», afirma Aitor Jáuregui, responsable de desarrollo de negocio de BlackRock en Iberia.

Las megatendencias permiten ser más innovadores en las carteras y romper con el esquema tradicional de asignación de activos. De ahí, que esté generando tanto interés entre inversores institucionales y privados. Gonzalo Rengifo, director general de Pictet AM en España, informa de que en las intersecciones entre megatendencias surgen diferentes ideas y oportunidades de inversión temática, que a su vez evolucionan en el tiempo. Y pone como ejemplo el caso de la robótica y la automatización, donde el crecimiento en servicios de consumo puede oscilar entre el 20 y el 25% anual durante los próximos cinco años; el del agua, cuyo consumo se multiplicará por ocho en menos de una década y cuya industria crecerá entre un 4 y un 6% anual hasta 2025; o el de la seguridad, ya que si para 2020 se invertirán tres billones de dólares en proyectos de ciudades inteligentes, un 14% de esas candidatos estarán relacionadas con la seguridad.

Las inversiones temáticas se centran en industrias globales. No son mono país. Ni multisectoriales. Y pueden comportarse mejor que el mercado global. Rengifo revela que para quienes han entendido que se trata de una parte estructural de la cartera de renta variable las rentabilidades han sido del 7-8% anual. Y que una asignación del 3 al 10% en la cartera de renta variable durante cinco años siempre ha aportado valor añadido «En periodos de tres años, mínimo que aconsejamos, esta inversión temática normalmente debe hacerlo mejor que el mercado global, proporcionando mayor diversificación», agrega.

Una vez identificadas las megatendencias, hay que fijarse en las intersecciones entre ellas. Y es ahí donde surgen las ideas de inversión temática. «Para ello contamos con un comité de expertos empresariales, científicos e independientes». Rengifo confiesa que tras haber definido el tema y su universo de inversión, cuentan con un sistema de selección propio de compañías para construir la cartera. La cuestión es «seleccionar los ganadores del futuro».

De Arriaga sostiene que en España la mayor parte de clientes de fondos temáticos son particulares, quienes se enganchan con la historia, que les sorprende, aunque «tienden al corto plazo». Los inversores institucionales, en cambio, pueden llegar a entender que se trata de inversiones «satélite» que interactúan de manera favorable con la parte principal de la cartera, de forma estable y a medio y largo plazo. «Esta inversión es de interés incluso para carteras conservadoras, pues el actual entorno de baja rentabilidad de los bonos y expectativas de crecimiento económico moderado, por debajo del potencial, no facilita la capacidad de generar una rentabilidad adecuada».

La subdirectora general de Pictet AM destaca que el actual contexto es ideal para la inversión temática, dada la visibilidad de su crecimiento. Lejos de que durante los últimos siete años, aproximadamente, la mayor parte de los inversores se ha estado enfocando en renta fija, la rotación hacia un estilo de inversión de crecimiento –frente a valor– se empezó a producir en 2016, con el aumento de las expectativas de crecimiento económico e inflación. Y ello favorece a la inversión temática. «Hay que tener en cuenta que las inversiones “núcleo” están caras y que hay mucha inversión pasiva. Sin embargo, las inversiones temáticas pueden ofrecer rentabilidades muy difíciles de conseguir con la inversión tradicional», remarca.