Líbano

El «offshore» sacude al mundo del arte

Los llamados «papeles de Panamá» destapan operaciones artísticas opacas en cuyo centro se sitúa un cuadro de Modigliani expoliado por los nazis. Los documentos revelan, además, nombres como los de de la familia Thyssen, Marina Picasso y el billonario chino Wang Zhonjun

Los documentos destapan operaciones artísticas opacas en cuyo centro se sitúa un cuadro de Modigliani, «Hombre sentado con bastón», pintado en 1918
Los documentos destapan operaciones artísticas opacas en cuyo centro se sitúa un cuadro de Modigliani, «Hombre sentado con bastón», pintado en 1918larazon

Los llamados «papeles de Panamá» destapan operaciones artísticas opacas en cuyo centro se sitúa un cuadro de Modigliani expoliado por los nazis. Los documentos revelan, además, nombres como los de de la familia Thyssen, Marina Picasso y el billonario chino Wang Zhonjun

Un hombre sentado y vestido de negro, con el sombrero ladeado y un bigotito que le da un toque ciertamente chaplinesco. Tiene sus manos apoyadas en un bastón y mira hacia el frente. «Hombre sentado con bastón» lleva la firma de Amedeo Modigliani y fue pintado en 1918. La pintura, que en su día fue confiscada a su propietario, un comerciante judío y que se hallaba en paradero desconocido, vuelve a la actualidad al haber salido citada en los denominados «papeles de Panamá». El escándalo ha salido a la luz tras la filtración de más de 11,5 millones de documentos del bufete panameño Mossack Fonseca, especializado en la gestión de capitales en paraísos fiscales, y afecta a más de 140 políticos y altos funcionarios de todo el mundo, además de a deportistas, cineastas, escritores y propietarios de arte. El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), con sede en Washington, ha liderado la investigación junto al diario alemán «Süddeutsche Zeitung». El capítulo que ayer saltó a la palestra sacaba a la luz nombres muy importantes del mundo del arte, como la familia Thyssen, la nieta de Picasso, Marina, los herederos del magnate griego Goulandris o el gigante asiático del cine Wang Zahongjun.

Valorado en unos 25 millones de dólares, su legítimo heredero sospecha que «Hombre sentado con sombrero» se encuentra en manos de una empresa de la familia Nahmad, originarios de Siria y Líbano y una de las más poderosas dentro del mundo del arte (es propietaria, por ejemplo de «Les femmes d’Argel», versión «H» de la que en 2015 se vendió en casi 180 millones de dólares, la versión «O», así como de galerías de arte en Londres y Nueva York). A sus manos habría llegado después de numerosas vicisitudes, motivo que ha enfrentado al nieto de su propietario, Philippe Maestracci, de 71 años y agricultor de la región de Dordoña, con la todopoderosa familia en un proceso judicial que se mantiene abierto y que el descendiente del propietario lleva adelante «por honrar la memoria de mi abuelo». Oscar Stettiner tuvo que salir huyendo de París en 1939, semanas antes de que los nazis entraran en la ciudad. Casi con el tiempo justo para salvar algunas pertenencias y, sobre todo, poner a salvo a su familia, aunque no pudo poner a buen recaudo su colección. Durante mucho tiempo se pensó que la familia había acometido la búsqueda del lienzo, aunque posteriormente se abandonó la idea, pues la obra durante cincuenta años se dio por perdida hasta que en una puja celebrada en 1996 fue comprada en Christie’s de Londres por el International Art Center. «Hombre sentado con bastón» iba a parar a manos de la galería Helly Nahmad, según se asegura en «The Guardian». Su fortuna se había cimentado básicamente sobre el mundo del arte, con la compra y venta de obras de grandes artistas. En 2008 volvió a salir al mercado en Nueva York con un precio estimado entre 18 y 25 millones de dólares, pero se quedó sin vender, probablemente por el asunto legal que lleva aparejada.

En los juzgados, la familia Nahmad siempre ha sostenido que nunca ha sido propietaria del cuadro de Modigliani; sin embargo, los «papeles de Panamá» revelan que ésta controla la compañía «offshore» IAC, una empresa radicada en Panamá en 1995, que sí tendría en su poder la citada pintura, en cuyo organigrama figura Ezra Nahmad. ¿Casualidad?

w un arduo litigio

Según los citados documentos los registros muestran que la mitad de las acciones de IAC se transfirieron a David Nahmad en 2008, propietario único de la empresa desde 2014, aunque ellos la han controlado durante 20 años. En el arduo litigio que se prolonga ya desde hace cinco años, los letrados de Maestracci sostiene que IAC no es más que una sociedad fantasma. La parte contraria esgrime que la compra del cuadro se realizó de buena fe por parte de sus clientes. Otro de los escollos del juicio es el lugar donde está radicada el International Arte Center, Panamá, lo que lo situaría fuera del alcance de los tribunales de Nueva York. La batalla legal parece no tener un fin a corto plazo; no obstante, llama la atención la aparente buena fe de los Nahmad en caso de que se demostrase que el lienzo de Modigliani es el que reclama Maestracci. «Si finalmente se probara que la propiedad legítima pertenecía al difunto Stettiner, devolveríamos la pintura, pues no seríamos capaces de conciliar el sueño sabiendo que tenemos algo que no nos pertenece y que además proviene de una acción tan perversa como un expolio. Es un verdadero crimen. Pero si no es así obraremos en consecuencia», comentan desde el entorno de los Nahmad.

«Papeles» con nombre y apellido

- Familia Thyssen

Ante la aparición de la familia Thyssen-Bornemisza (en la imagen, Carmen Cervera) en los documentos de Panamá, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) se puso en contacto con un abogado de la familia que confirmó la propiedad de una empresa «offshore», pero que aseguró que las autoridades fiscales españolas «tienen pleno conocimiento de ella».

- E. Fontanals-Cisneros

La ex esposa de Oswaldo Cisneros es una de las coleccionistas de arte contemporáneo más importantes y respetadas del mundo. Habitual de ferias y encuentros artísticos, posee una apabullante colección de más de 2.000 obras de arte en la que las obras de creadores latinoamericanos tienen una destacada presencia. Su nombre es uno de los que figura en los documentos que acaban de salir a la luz.

- Wang Brought

Meses atrás decía que hace diez años no se hubiera imaginado capaz de comprar un Van Gogh. Pero lo hizo en 2015 con «Florero con amapolas y margaritas», por el que desembolsó casi 62 millones de dólares en Sotheby’s de Nueva York. Es uno de los magnates más importantes del cine asiático y preside una de las compañías de entretenimiento más importantes del gigante asiático.

- Marina Picasso

La nieta del creador malagueño es otro de los nombres relacionados con la cultura que aparece en la lista de los «papeles de Panamá», ya que tenía propiedades en tres sociedades «offshore» y era accionista en otra. Tenía poderes en tres sociedades fantasma de las gestionadas por el despacho de Mossack Fonseca, y era accionista en otra más. Una de estas sociedades sigue activa en la actualidad.

- Familia Goulandris

Navieros y armadores griegos, los herederos de Basil Goulandris, que falleció en 1994, se enteraron de que la colección de arte que poseía el millonario, de más de 80 piezas, había cambiado de manos años antes del fallecimiento de Elise, la esposa del magnate, en 2000 y las obras pasaron a ser propiedad de la panameña Wilton Trading SA, según consta en los «papeles de Panamá».

El lento peregrinar de Modigliani

En 2008 salió a la venta el lienzo de Modigliani «Hombre sentado con bastón» y no se vendió. Regresó a los almacenes de International Art Center (IAC) que la familia Ahmad posee en Ginebra, donde la colección ocupa una impresionante superficie cerca de la zona aeroportuaria. La cantidad de obras ronda las cinco mil piezas y su valor estimado se cifra en unos 4.000 millones de dólares. Solamente las obras de Picasso que poseen tendrían un valor de 900 millones. Mientras se dilucida el futuro de este lienzo pintado en 1918, el pintor italiano sigue siendo uno de los que más alta cotización obtiene en las pujas. Recordemos que en 2015 la obra «Nu couché», que representaba a una mujer desnuda reclinada se vendió por 170,4 millones de dólares, y se convirtió en el segundo cuadro más caro vendido en una subasta. El cuadro viajó hasta China pues lo compró el coleccionista Liu Yiqian