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Segunda mano, un mercado de moda

Segunda mano, un mercado de moda
Segunda mano, un mercado de modalarazon

En España, se ha producido un cambio de mentalidad a la hora de comprar artículos usados. Vibbo, sucesor de Segundamano, es un ejemplo de la nueva cultura de las compras.

Segundamano forma parte de la vida de varias generaciones de españoles. El periódico de anuncios clasificados vio la luz en 1978, y, pronto, se convirtió en una herramienta imprescindible para todos aquellos ciudadanos interesados en comprar o vender un coche, un sofá o un cachorro de perro. Prácticamente, todas las transacciones entre particulares tenían cabida en esta ya mítica publicación. En 2008, Segundamano dejó el papel para publicarse exclusivamente en internet. Al igual que hace siete años, cuando Segundamano afrontó un importante cambio con la transición del papel al soporte digital, recientemente, ha dado un paso más, y lo ha hecho con una renovación integral no sólo de su imagen y denominación, sino también de su filosofía.

Y es que desde el pasado mes de noviembre Segundamano es Vibbo, un «marketplace» que quiere adaptarse a la nueva mentalidad de los consumidores, especialmente de los más jóvenes, que ya no quieren poseer simples objetos, sino vivir verdaderas experiencias con ellos. Precisamente, «Los Vibbo y luego lo vendo» se ha convertido en el nuevo lema de la plataforma propiedad de Schibsted Spain, compañía que también es propietaria en nuestro país de Milanuncios, Fotocasa, InfoJobs o Coches.net.

Cambio de mentalidad

Esta renovación responde a un cambio en la percepción que los consumidores tienen en relación a los artículos usados y a las nuevas necesidades y demandas por parte de los usuarios. Tradicionalmente, existían ciertos clichés culturales que se asociaban a los objetos de segunda mano, algo que, hoy en día, ha quedado atrás. «Hasta hace unos años, el mercado de segunda mano tenía unas connotaciones negativas en España. Sin embargo, esto ha cambiado. Estamos en un nuevo escenario de compra inteligente, en el que lo material ha pasado a un segundo plano. Ahora, priman las experiencias. Se puede decir que comprar artículos de segunda mano está de moda», asegura Beatriz Toribio, responsable de Estudios de Vibbo.

Prueba del auge que está experimentando este mercado on-line, que ya alcanza los 14 millones de consumidores, es que no deja de crecer. En concreto, en 2015 se han publicado un 15% más de de anuncios en relación al año anterior. Tan sólo Vibbo cuenta con 10 millones de usuarios únicos al mes y recibe más de 40 millones de visitas, lo que representa un incremento del 25% en términos interanuales. Y las previsiones son aún más ambiciosas, ya que Schibsted confía en duplicar su volumen de negocio.

Pese al rápido crecimiento de este mercado en nuestro país, el recorrido es aún muy grande. Y es que España aún está lejos de las cifras registradas por países como Francia, donde comprar y vender artículos usados es todo un ritual. De hecho, el país galo es una de las naciones europeas con más tradición de mercadillo y antigüedades, algo que, ahora, también se traslada a internet. Por ejemplo, Leboncoin, el «portal hermano» de Vibbo, y «marketplace», referencia en el país vecinos cuenta con 27 millones de usuarios al mes -el triple de la totalidad del mercado en España–, lo que da una idea de hasta dónde puede llegar el sector dentro de nuestras fronteras.

Motivos ecológicos

Contrariamente a lo que se pueda pensar, el incremento en la compra–venta de artículos y productos de segunda mano no está relacionado con la crisis, y con un coste inferior de los mismo en relación a si se adquiriesen nuevos. «Si bien el precio es uno de los claros beneficios a la hora de comprar artículos usados, también lo es la enorme libertad que te proporciona adquirir un bien de segunda, tercera o cuarta mano. Lo vives y, cuando quieres, lo vendes sin más»,, añade Toribio. En este sentido, los países donde este mercado es más activo son, precisamente, los que mejor han conseguido capear la crisis. Y es que, a la ya mencionada Francia, se une la tradición de este comercio en países como Suecia, donde una de las grandes motivaciones a la hora de comprar artículos usados es la preservación del medio ambiente. De hecho, ocho de cada diez suecos que compran y venden en Blocket, su plataforma líder, lo hacen por motivos ecológicos. Pese al amplio abanico de objetos que se pueden comprar a través de internet, los productos «estrella» son los relacionados con electrónica (móviles, artículos de informática, consolas y videojuegos); seguidos de productos para el hogar, como muebles o electrodomésticos, y aquello relacionados con el ocio y los deporte, tales como libros y cómics, bicicletas, artículos para deporte, y ropa y complementos.

Claves

- El mercado de compra-venta de artículos de segunda mano por internet ha experimentado un gran auge en España en los últimos años, fruto de un cambio en la percepción que los consumidores tienen con respecto a estos objetos

y a su utilización.

- Segundamano, el «marketplace» de referencia de este mercado en España, cambió recientemente su imagen, denomincación y también su filosofía. Ahora, se llama Vibbo, y su objetivo es adaptarse a las nuevos hábitos de compra, sobre todo de los más jóvenes.

- Aunque este comercio crece sin parar, las cifras aún está lejos de países como Francia, donde comprar y vender artículos de usados es todo un ritual. El mercado alcanza los 14 millones de consumidores, y la previsión es que se puedan duplicar

estas cifras.