Sin acuerdo entre Irán y Arabia para reducir la producción de crudo

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) llegará el próximo miércoles dividida a la reunión de Argel. El ministro argelino de Energía, Nureddin Bouterfa, considera absolutamente necesario recuperar la estabilidad del mercado lo antes posiblle, algo en lo que están de acuerdo los 14 países miembros, que difieren, eso sí, en los mecanismos necesarios para alcanzar el objetivo final. Lo que en principio parecía una reunión informal, una más de las que lleva a cabo el cártel petrolero, parece que acaba por convertirse en una cumbre extraordinaria en la que se podrían tomar decisiones de carácter vinculante. Lo que está meridianamente claro es que la actual situación de los precios y sus oscilaciones «no es sostenible» en opinión del ministro argenlino. «Tenemos la obligación de hallar una fórmula que beneficie a todos y eso será responsabilidad de cada país». El exceso de oferta de petróleo en los mercados es claro, aunque no toda la responsabilidad hay que achacársela a los miembros de la OPEP, que controlan un 40% del crudo que se produce en el mundo. «La superabundancia de petróleo en el mercado hace que los países de la OPEP pierdan diariamente entre 300 y 500 millones de dólares», asegura Bouterfa.

El barril de Brent para entregas en noviembre cerró el pasado viernes con una caída del 3,63%, hasta los 45,89 dólares. Algo parecido sucedió con el barril de WTI, el crudo de referencia para el continente americano, que cedió un 3,97% y cerró a 44,48 dólares. En esos nueve primeros meses del año que van transcurridos, el barril de Brent ha sufrido oscilaciones, que van desde los 27,88 dólares del mínimo (20 de enero), hasta los 52,51 dólares, del 8 de junio. La OPEP tiene fijado un techo de producción diaria de 33,4 millones de barriles y el objetivo es reducirlo para empujar el precio al alza.

El viernes, Arabia Saudí, el principal productor mundial de petróleo, lanzó una oferta a Irán para reducir de forma voluntaria sus actuales producciones. El Gobierno de Riad ha pedido al de Teherán que rebaje sus actuales niveles de producción por debajo de los 3,6 millones de barriles, comprometiéndose a corresponder a ese resto con un recorte de entre 400.000 y 500.000 barriles diarios, hasta los 10,2 millones. Mientras desde Argelia se asegura que los dos países han enviado señales positivas sobre un posible acuerdo, desde el punto de vista de los analistas las posiciones entre Arabia e Irán siguen siendo muy distantes. El objetivo final de la cumbre de Argel es tomar las medidas necesarias para anclar el precio del barril de crudo entre los 50 y los 60 dólares y convencer a los países productores que no pertenecen a la OPEP, especialmente a Rusia, de que siga el mismo camino para que las inversiones en el sector de la exploración y explotación sigan su curso y que tanto productores como consumidores se beneficien de la situación.