¿Te atreves a innovar?

Pensemos en personalidades que han marcado la historia. En hombres y mujeres con ideas geniales que, aunque en el momento seguramente eran tildados de raros o locos, cambiaron el mundo.

Nuestra sociedad tiende a marcar lo que se debe hacer, qué decir, cómo vestirse o cómo comportarse. Nos presenta ciertos estereotipos buenos y productivos para el mundo en que vivimos . Éstos, a menudo, no coinciden con aquellas personalidades realmente innovadoras. El planteamiento de estandarizar y marcar lo que es correcto o incorrecto, lo que es mejor y lo que es peor, no es siempre acertado, , ya que suele dejar fuera del sistema a visionarios que no encajan con el molde. Pero sin este tipo de personalidades al mundo actual le falta un componente fundamental.

Hay un anuncio de Smart en la televisión, muy divertido, cuyo eslogan y frase principal más repetida es “No lo veo”. Pues es exactamente eso. Las personas con ideas nuevas y frescas, de espíritu emprendedor, aunque a veces de carácter disruptivo y revoltoso, son las que en una gran medida marcarán la historia. Personas que hacen cosas nuevas y diferentes, porque ellos mismos son distintos.

Leí un libro de Christensen, Dyer y Gregersen llamado “El ADN de los innovadores”, que recoge las cinco características de un innovador: cuestionan todo, son observadores, experimentan, cuentan con una buena red de contactos y asocian.

A veces, en las organizaciones estas cualidades no son convenientemente valoradas. Debemos potenciar la creatividad y el pensamiento heterodoxo. Ser diferentes nos hace especiales, sobre todo en un mercado tan atomizado como el actual. Si como compañía queremos diferenciarnos, necesitamos a gente innovadora en ella. Debemos fomentar la diversidad de ideas, la cultura creativa, la participación. Algo que parece tan fácil se torna harto complicado en la práctica, pero no debemos dejarnos vencer por lo arduo de la tarea y nuestro objetivo debe ser dar voz a aquellas personas que tengan algo que decir y que no siempre coinciden con los decisores de la organización.

Retemos el status quo y creemos una cultura que apoye la innovación, concediendo a estas personas libertad de pensamiento, promoviendo a su vez la tolerancia al riesgo y al fracaso. Solo así lograremos sacar a la luz esas ideas geniales, muchas veces simples, que son las que nos harán diferenciarnos frente a nuestra competencia y frente a nuestros clientes, tanto internos como externos. La innovación es sin duda un pre-requisito indispensable para el crecimiento empresarial.

Y tú ¿te atreves a innovar?

Óscar Herencia, Director General MetLife en Iberia