Alemania

Tsipras pide a Merkel ayuda con los acreedores

La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro griego, Alexis Tsipras
La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro griego, Alexis Tsipraslarazon

Hoy se inicia la cuenta atrás para Grecia. El primer ministro griego, Alexis Tsipras, se reunió ayer con la canciller alemana Angela Merkel con el objetivo de «encontrar una solución política a la crisis griega», pero también para reafirmar las amplias concesiones de Atenas ante los acreedores, según informaron varios medios locales citando fuentes del Gobierno heleno, que llegaron a indicar la posibilidad de que Tsipras se plantase ante su homóloga alemana con un «nosotros ya hemos hecho nuestra parte».

Sobre la expectación que generó esa reunión, la portavoz del Consejo Europeo subrayó que «el principal foco» sobre las negociaciones con Grecia tendrá lugar hoy en el Eurogrupo informal de Riga, «una oportunidad» para debatir la lista de reformas en la que Atenas trabaja junto a las instituciones con el fin de conseguir ayuda financiera. En esas discusiones, el gabinete de Tsipras ha perdido credibilidad frente a los socios. «No puedes negociar si no confías», afirmó ayer el vicepresidente de la Comisión Europea, Jyrki Katainen. Las discusiones podrían alargarse hasta junio, cuando expira el plazo jurídico para el acuerdo.

Si los acreedores continúan rechazando el desbloqueo de los 7.200 millones del último tramo del rescate, a menos que el Gobierno griego acepte mayores medidas de austeridad, Grecia se quedará sin dinero a mucho tardar en junio. El país heleno no ha recibido ninguna ayuda de financiación en ocho meses.

Según la Prensa local, Tsipras puede haber insistido a Merkel de que Atenas ha recorrido gran parte del camino y que el resto le corresponde a los acreedores. Con ese argumento, el Gobierno griego confía en que se autorice un desembolso parcial de fondos del rescate en mayo. El resultado de la reunión de hoy podría marcar la línea de actuación de Atenas cuando empiecen a agotarse las opciones políticas para sellar un acuerdo con la prontitud que Grecia necesita para evitar la bancarrota.