Madrid

Un año apostando por la financiación alternativa

La Razón
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Bravo Capital celebra su primer aniversario como complemento idóneo a la actividad bancaria para fomentar el crecimiento de las empresas.

Abrir el grifo del crédito para regar el crecimiento de las compañías e impulsar la economía española mediante mecanismos de financiación no tradicionales. Bravo Capital, que acaba de soplar las velas por su primer aniversario, tiene claros sus objetivos. Ha sido un año de éxitos, en el que su pasión por las empresas ha supuesto el eje de su estrategia.

Abrieron los brazos para acoger sus servicios y caminan de la mano hacia un futuro prometedor. Los clientes de Bravo Capital no quisieron perderse el evento en el que se celebró su primer año de andadura. El Museo Thyssen-Bornemisza fue el escenario elegido para disfrutar de una interesante jornada lúdica lejos de las negociaciones. A la pinacoteca acudieron clientes y amigos que han confiado en la compañía.

Nacieron en mitad de la tormenta y han sabido capear el temporal. En Bravo Capital consideran que depender únicamente de la financiación bancaria es uno de los problemas de la crisis, y que tanto el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) como el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) representan posibles soluciones, con las que conviven estupendamente. «Nos encanta que las empresas diversifiquen sus fuentes de financiación porque las hace más fuertes y estables», destaca Mar Turrado, directora general de Bravo Capital.

Tres personas encendieron el horno y empezaron a cocinar la idea. Poco a poco se han ido sumando al proyecto directores de cuenta con experiencia y un equipo junior que realiza labores de análisis y apoyo. La flexibilidad para adaptarse a las empresas y la rapidez a la hora de responder a sus necesidades representan las reglas básicas. Turrado asegura que pueden ser rápidos porque no tienen una estructura burocrática. Bravo Capital ha evolucionado sin prisa, pero sin pausa, y no deja de aumentar su plantilla.

En la actualidad se han firmado operaciones por valor de 250 millones de euros. No obstante, para finales de enero podrían incrementarse hasta los 400 millones, ya que se están mirando fondos adicionales que próximamente estarán disponibles.

«Pronto anunciaremos nuevas iniciativas que tendrán un enfoque de servicio al tejido empresarial español», avanza Turrado. Atípico y sobrebancarizado. El mercado financiero español previo a la crisis se resquebraja. El 99% de la financiación procede de la banca, mientras que en Estados Unidos el porcentaje desciende hasta el 70%. Las restricciones de capital que sufren las entidades motivan la actividad de los financiadores alternativos, «que deben ser complementarios», puntualiza Turrado.

Además de una palanca para el crecimiento, Bravo Capital se trata de un «partner» financiero. La mayoría de las pequeñas y medianas empresas españolas requieren un apoyo en capital circulante porque están creciendo y necesitan financiar el coste de producción. Los mecanismos alternativos de financiación constituyen un «petit suisse» para el crecimiento de la economía española. En cambio, el 97% de las empresas españolas factura menos de dos millones de euros, y no pueden salir a mercados como el MARF. Así, Turrado sostiene que Bravo Capital es una alternativa idónea que cubre un hueco del mercado.

Del pesimismo generalizado, al optimismo y la confianza. Los empresarios ven la luz al final del túnel. El sector empresarial español vaticina crecimientos de cara al próximo año. Si bien es cierto que las las expectativas son positivas, también lo es que las empresas continúan actuando con cautela debido a una situación global que abona las incertidumbres. Los conflictos geopolíticos¡ que acontecen en Rusia u Oriente Medio, el futuro económico de los mercados emergentes, el preocupante estancamiento de China o el hundimiento del precio del petróleo constituyen los ingredientes adicionales de un cóctel demasiado complejo como para que nadie se atreva a afirmar con rotundidad que la crisis es cosa del pasado.

Bravo Capital presume de una cartera de clientes heterogénea, en la que se excluyen los ámbitos inmobiliario y financiero. Las empresas con las que trabaja, alrededor de 60, tienen un perfil muy amplio. La media de facturación se encuentra entre los 80 y los 300 millones. «Necesitan apoyo para crecer y para financiar su capital circulante. La financiación media está en torno a los cinco millones de euros, y tienen un periodo de uso de unos 120 días», explica Turrado.

Tras la crisis, los bancos no han aprendido la lección. A la directora general de Bravo Capital no le gusta hablar de culpables porque todo el mundo ha tenido parte de responsabilidad. Por ello, habría que fomentar comportamientos éticos dentro de las empresas y de las entidades bancarias. «En Bravo Capital hacemos énfasis en que tenemos que actuar con responsabilidad». La memoria de las empresas y de las instituciones financieras es cortísima. Turrado piensa que se están hinchando burbujas gigantescas sobre activos sobrevalorados que, cuando exploten, atraparán a los inversores. «Hay otra burbuja de liquidez debido a las políticas macroeconómicas expansivas de los bancos centrales. Como espectadora, estoy preocupada. Cuando Estados Unidos suba los tipos, la renta fija y las bolsas se verán afectadas », concluye.