Motor

Volkswagen pagará 13.600 millones por el escándalo de las emisiones en EE UU

El juez encargado del caso admite el acuerdo entre el fabricante alemán y los afectados

Volkswagen pagará 13.600 millones por el escándalo de las emisiones en EE UU
Volkswagen pagará 13.600 millones por el escándalo de las emisiones en EE UUlarazon

El juez estadounidense que supervisa el caso contra Volkswagen (VW) por el escándalo del trucaje de motores diésel aprobó hoy de forma preliminar el acuerdo alcanzado por el fabricante y las autoridades, valorado en 15.000 millones de dólares.

El fabricante alemán Volkswagen hará frente al pago de 13.600 millones de euros en Estados Unidos como consecuencia del trucaje de motores diésel en sus vehículos para falsear las emisiones contaminantes. El juez encargado del caso, Charles Breyer, anunció ayer durante una vista en San Francisco que ha admitido de forma preliminar el acuerdo de compensación alcanzado en junio entre las autoridades estadounidenses y la marca alemana, valorado en 15.000 millones de dólares (13.600 millones de euros). A partir de este acuerdo, la compañía alemana pagará dicha cantidad, en concepto de compensación, a los 475.000 propietarios de vehículos aquipados con los motores truncados.

Una vez Breyer dé su aprobación final al acuerdo, Volkswagen podría empezar a pagar de forma inmediata a los propietarios de los vehículos afectados si las autoridades medioambientales federales y de California aprueban la reparación propuesta por el fabricante. El gigante de la automoción explicó en un comunicado que los demandantes «recibirán una notificación con sus derechos y opciones bajo el acuerdo». «Volkswagen empezará el programa inmediatamente después de que el tribunal apruebe el acuerdo, lo que se anticipa se producirá el 18 de octubre», añadió la empresa germana.

El escándalo se descubrió en septiembre de 2015, cuando las autoridades medioambientales de EE UU revelaron que los vehículos del Grupo Volkswagen equipados con motores diésel 2.0L TDI estaban equipados con un software que ocultaba las emisiones reales de óxidos de nitrógeno. Según los datos de la Agencia de Protección Ambiental estadounidense (EPA) y las autoridades medioambientales de California, los vehículos emiten hasta nueve veces más óxidos de nitrógeno que los máximos autorizados por la legislación.