Estados Unidos

EE UU acusa de deserción al ex prisionero que canjeó por cinco presos de Guantanamo

El gobierno estadounidense acusó al sargento Bowe Bergdahl, prisionero de guerra de los talibán durante cinco años que fue canjeado por cinco presos de Guantánamo, de deserción por abandonar su puesto en Afganistán y mal comportamiento ante el enemigo.

El coronel del Ejército Daniel King anunció hoy con la lectura de un escueto comunicado que el Pentágono ha decidido acusar a Bergdhal de dos cargos: deserción y mal comportamiento al poner en peligro la vida de sus compañeros de unidad.

El cargo de deserción podría acarrearle una pena máxima de 5 años y el de mal comportamiento un máximo de cadena perpetua, además de obligar a su salida deshonrosa del Ejército y perder el derecho a recibir el cuantioso pago de los salarios devengados por el tiempo que pasó en cautividad, en el que además fue ascendido a sargento.

Ahora Bergdahl se enfrentará a una audiencia preliminar ante un representante militar en Fort Sam, en la ciudad de Houston, en el estado sureño de Texas, que determinará si se le juzga en una corte marcial por su supuesta violación del código de conducta militar.

Bergdahl fue liberado a finales de mayo del año pasado tras cinco años de cautiverio en manos de la red Haqani de los talibán (posiblemente en Pakistán) gracias a un intercambio de prisioneros que permitió la liberación de cinco líderes talibanes encarcelados en la base naval estadounidense de Guantánamo, en el sureste de Cuba.

El militar, que ha pasado por un proceso de readaptación y una investigación interna sobre su excepcional historia, desapareció de su puesto avanzado en Afganistán el 30 de junio de 2009, pocos meses después de llegar al país en lo peor de la guerra.

El joven, que tiene ahora con 28 años, estaba desmotivado, según sus compañeros, y decidió abandonar voluntariamente su puesto para internarse en una zona controlada por los talibán, que supuestamente lo capturaron poco después.

Desde aquellas fechas, miembros de su compañía han denunciado que el soldado había abandonado voluntariamente su puesto y había puesto en riesgo la vida de los compañeros que participaron en su búsqueda.

Algunos llegaron a asegurar que hubo soldados que fallecieron durante las búsqueda para localizarlo en la peligrosa provincia de Paktia, en la frontera con Pakistán y refugio los talibanes y de sus aliados de la Red Haqani, algo que, no obstante, no ha quedado demostrado.