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España cumple con Bruselas y sitúa el déficit por debajo del 5,8%

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, junto al ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, junto al ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montorolarazon

El déficit del conjunto de las admimistraciones públicas del Estado cerró el pasado ejercicio en el 5,72% del PIB, unos 60.537 millones de euros. España cumplió de esta manera los objetivos marcados por la Unión Europea para 2014. La recomendación de Bruselas fijaba el desajuste en el 5,8%, mientras que el objetivo del Programa de Estabilidad diseñado por el Gobierno fue más ambicioso al establecer en el 5,5% del PIB el déficit para el conjunto del año pasado.

El Gobierno explicó esta desviación como consecuencia del impacto de la devolución del céntimo sanitario en las cuentas públicas. Según aclararon la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en su comparecencia posterior al Consejo de Ministros se trata de «una circunstancia excepcional y coyuntural» que le ha costado a las arcas del Estado 1.699 millones que, descontados, habrían dejado el déficit de las administraciones públicas en el 5,56% del PIB, en línea con el planteamiento del Ejecutivo.

Los resultados obtenidos hubieran superado incluso las expectativas si las comunidades autónomas se hubieran acercado algo más al escenario contemplado por el Gobierno en el Programa de Estabilidad.

Así, el Ejecutivo planteaba un déficit para las regiones del 1% que finalmente se ha cerrado en el 1,66% (17.529 millones de euros), mayor que el de 2013 (1,52%). Por contra, las corporaciones locales han mejorado incluso el planteamiento previsto de estabilidad presupuestaria, ya que concluyeron el pasado año con un saldo positivo del 0,53%, que se traduce en 5.662 millones. Sin tener en cuenta la ayuda financiera, la Administración Central también se excedió ligeramente desde el -4,5% al -4,60% del PIB. Pese a todo, la Administración Central redujo su déficit público en 2014 más de un 15%, hasta los 37.468 millones (3,54% del PIB), excluidas las ayudas financieras.

Por su parte, los organismos de la Administración Central tuvieron un superávit de 2.600 millones a finales de 2014 (0,25% del PIB), una vez descontadas las ayudas concedidas a las entidades de crédito que no se tienen en cuenta para el cumplimiento del objetivo de estabilidad y que ascendieron a 1.204 millones en 2014, frente a 4.897 millones en 2013. Mientras, los Fondos de la Seguridad Social registraron un déficit de 11.202 millones (1,06% del PIB), con un saldo negativo de 15.006 millones (1,42% del PIB) del sistema de Seguridad Social y un superávit del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) de 4.595 millones.

Pese a la desviación notable de las comunidades autónomas, Montoro se felicitó por el esfuerzo de las regiones pues –reconoció– el objetivo era «exigente», ya que en 2014 sufrieron un incremento de sus costes financieros y a su vez contaban con menos recursos del sistema de financiación autonómica. El ministro defendió que las cifras del pasado ejercicio muestran que el estado de las autonomías es «gobernable» en términos de política presupuestaria.

Sólo cuatro regiones cumplieron con los objetivos planteados: Navarra, Canarias, País Vasco y Galicia.

Sin embargo, como adelantó ayer LA RAZÓN, otras cuatro comunidades autónomas (Murcia, Cataluña, Extremadura y Comunidad Valenciana) superaron el 2% de desviación, el doble que tenían permitido. En el caso de Cataluña, la región con un desajuste más elevado en términos absolutos, el déficit creció del 1,96% al 2,58%, lo que se tradujo en 1.292 millones más que un año antes, hasta los 5.152 millones, pero fue Extremadura la que vio dispararse porcentualmente su desajuste, que pasó del 0,86% en 2013 al 2,44% el pasado año.

En términos absolutos, a Catañuña le siguen Madrid (2.648 millones) y la Comunidad Valenciana (2.370 millones).