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«Controlar 6.608 mesas electorales el domingo es para volverse loco»

Más experto en la materia no podía ser. José Ramón Alonso lleva siendo el jefe de Servicio de Procesos Electorales desde el primer referéndum que hubo en democracia para ratificar la Constitución: el 6 de diciembre de 1978. El domingo velará por que la jornada transcurra sin incidentes, que no es fácil

José Ramón Alonso, jefe del Servicio de Procesos Electorales
José Ramón Alonso, jefe del Servicio de Procesos Electoraleslarazon

Si hay voluntad, es sencillo: ir al colegio electoral que le corresponda entre las 9:00 y las 20:00 horas, elegir la papeleta del partido que le gustaría que gobernara y depositarla –DNI en mano– en la urna de la mesa asignada. Pero detrás del sencillo gesto hay mucho trabajo. La Delegación del Gobierno se encarga de la logística y José Ramón lleva nada menos que 37 años a los mandos.

–¿En qué consiste su labor?

–En coordinar todo. Hay una Junta Electoral provincial y seis zonales, compuestas por magistrados y jueces que velan por un proceso transparente y legal. Hay que precintar urnas, que haya cabinas, que estén bien señalizados los colegios... Pero antes ha habido mucho trabajo previo, como comprobar que las candidaturas cumplen los requisitos.

–Díganos esas cifras que tanto nos gustan a los periodístas. Número de papeletas, mesas electorales, gente trabajando ese día...

–Pues son para volverse loco. A ver: 6.608 mesas electorales, unos 98 millones de papeletas para las 19 candidaturas que se presentan a las autonómicas y unos 100 millones de los partidos que se presentan a las municipales... Hay que imprimirlas, llevarlas a cada colegio electoral y luego, el domingo, habrá unas 20.000 personas, sin contar cuerpos de Seguridad en colegios. Un presidente y dos vocales por mesa, más otros 40.000 «en reserva» por si falla alguien.

–Muchos creen que imprimir tanto papel es un gasto del que se prodía prescindir. Dejando el medio ambiente aparte, ¿qué administración paga?

–La Comunidad y el Ministerio del Interior, que subvenciona las locales con un presupuesto especial electoral.

–¿Qué es lo que más le preocupa?

–Me agobia que esos 100 millones de papeletas estén en su sitio, que no falte la de ningún partido en ningún pueblo, que el voto por correo llegue a tiempo porque hay poco tiempo... Y que no se produzcan altercados como cuando meten silicona en las cerraduras de colegios y retrasan todo.

–Tras el recuento ¿termina su trabajo?

–Realmente es a lo tres días cuando las juntas electorales ratifican aunque los gobiernos no se formarán hasta el 13 de junio. Ahí acaban las elecciones y respiramos todos. O algunos.