Política

Elecciones 24-M

Sánchez ofrece a Iglesias cambiar ayuntamientos por comunidades

Les otorgarían las alcaldías de Valencia y Zaragoza si Compromís y Echenique facilitan la Generalitat y Aragón

Pedro Sánchez y César Luena ayer en la reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE
Pedro Sánchez y César Luena ayer en la reunión de la Ejecutiva Federal del PSOElarazon

San Antonio de Padua se caracterizó por tener un verbo fácil, por su vehemencia y por su capacidad para convencer. No en vano, el Papa lo envió a luchar contra los cátaros, que tenían un discurso fácil que arraigaba entre los fieles y ponía en entredicho el discurso oficial de la Iglesia. En su beatificación se ensalzó la calidad de sus sermones, que izaban la bandera contra la avaricia y la usura. San Antonio es patrón de, al menos, 19 localidades españolas y es el rey del santoral del 13 de junio. Ese día finalizará el maratón de reuniones y pactos y se elegirán en solemnes sesiones –algunas no exentas de tensiones– los nuevos alcaldes que tendrán que poner verbo fácil y convincente para explicar los acuerdos que les otorguen la vara de mando de sus municipios. En muchos de ellos, el cambio de color político se vislumbra con nitidez.

Ante este escenario, el PSOE ha puesto en marcha toda la maquinaría. Pedro Sánchez se siente fuerte tras las elecciones municipales y autonómicas y ha convocado el Comité Federal para este sábado. El máximo órgano socialista entre congresos definirá la política de pactos que desarrollará el PSOE a lo largo de la geografía española tras los comicios y marcará las líneas maestras de las primarias que llevarán a la elección del candidato socialista a la presidencia del Gobierno.

Durante la campaña, Pedro Sánchez no enseñó sus cartas sobre pactos. De hecho, nadie lo hizo. 48 horas después de las elecciones, en la calle Ferraz se mantenía la prudencia y mostraban su disposición a alcanzar acuerdos con todos aquellos que apostaran por «la creación de empleo, la defensa del Estado del Bienestar y los servicios públicos y la limpieza democrática». Con los resultados en la mano, que dejan bajo mínimos el poder territorial del otrora omnipresente Partido Popular, el PSOE se lanza al objetivo de «alcanzar pactos para gobernar con políticas de izquierdas» y acuerdos «para desalojar al PP de las instituciones». De momento, el PSOE no habla de gobiernos de coalición sino sólo de acuerdos que «permitan gobiernos de izquierdas» porque las negociaciones todavía no han empezado y estarán en manos de los dirigentes territoriales.

Con este criterio, la dirección del PSOE ha iniciado conversaciones preliminares con Ciudadanos y Podemos para cerrar encuentros entre Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias. De momento, sin fecha, aunque este viernes se verán en el encuentro económico anual de Sitges, organizado por el Círculo de Economía. La última palabra sobre acuerdos, formalmente, la tendrá el Comité Federal pero el líder del PSOE no pierde el tiempo. El lunes inició los contactos con sus barones. Ángel Gabilondo –Madrid– y Francina Armengol –Baleares– que fueron los primeros en ir a Ferraz. El secretario general del PSOE quiere conocer de primera mano su opinión y su análisis político de su ámbito territorial. Ayer pasaron por su despacho Emiliano García -Page –Castilla-La Mancha– y Ximo Puig –Comunidad Valenciana–, Guillermo Fernández Vara –Extremadura– y el candidato a la alcaldía de Madrid, Antonio Miguel Carmona, y durante esta semana seguirá el goteo de visitas por el despacho del secretario general, que mantiene en paralelo una frenética actividad telefónica. A estas citas no faltará Susana Díaz, la presidenta andaluza, que estará hoy en Ferraz.

Los socialistas se están encontrando con peticiones extremas por parte de sus interlocutores. Mónica Oltra, de Compromís, quiere liderar el gobierno de progreso y Pablo Echenique hace lo propio en Aragón. Los socialistas, de momento, no se pronuncian porque las conversaciones apenas han comenzado. Eso sí, el PSOE trabaja con la idea de que la presidencia de la comunidad o la alcaldía la ostente la lista más votada de la izquierda, porque los socialistas quieren liderar este proceso. En este sentido se encuadra su estrategia: propondrán a Podemos cambiar ayuntamientos por comunidades. Esta fórmula sería aplicable en la Comunidad Valenciana, donde Ximo Puig ya anunció que facilitará la investidura de Joan Ribó como alcalde de Valencia a cambio de que Compromís haga lo mismo en la Generalitat, y en Aragón, donde si Javier Lambán recibe el apoyo de Podemos para gobernar la comunidad, el PSOE se alinearía con Zaragoza en Comú –marca blanca de Podemos– para otogarle la alcaldía de la ciudad.

Los socialistas catalanes ya han mostrado su intención de abrir negociaciones con Ada Colau en Barcelona para consensuar «políticas de progreso». En Madrid, los socialistas tratan de influir en Ciudadanos para evitar la elección de Cristina Cifuentes como presidenta. La tesis que se baraja es una abstención de Ciudadanos que permita la elección de Ángel Gabilondo con el apoyo de Podemos.

El PSOE también maneja dos escenarios más. Uno en Extremadura y Asturias donde es la fuerza más votada y otro, el que se plantea en Cantabria con el Partido Regionalista de Revilla y el tercero en Canarias con Coalición Canaria.

Sánchez llama a Iglesias y Rivera y acuerda reunirse con ambos la próxima semana

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, se puso ayer en contacto con los líderes de Podemos, Pablo Iglesias, y Ciudadanos, Albert Rivera. Las conversaciones se encuadran dentro de una ronda de reuniones que el líder socialista quiere mantener con los partidos emergentes. Habló primero con Rivera, con quien concertó un encuentro para la próxima semana. Posteriormente hizo lo propio con Iglesias, con quien se puso en contacto también a través de Whatsapp.

El PSOE busca el apoyo de C’s para desbancar a Cifuentes

En el PSOE tienen la sensación de que Cristina Cifuentes se ha erigido presidenta de la Comunidad de Madrid demasiado pronto. Los socialistas mantienen contactos con Ciudadanos y tratan de influir en la formación naranja para que, con su abstención, el tándem Podemos-PSOE haga a Gabilondo presidente.