Elecciones andaluzas

Podemos, a la búsqueda del voto dudoso «rojo o azul»

Íñigo Errejón junto a Teresa Rodríguez en un acto de partido en 2019
Íñigo Errejón junto a Teresa Rodríguez en un acto de partido en 2019larazon

«Esto es como cuando Santiago Carrillo metió sesenta o setenta mil personas en Bellavista, en un descampado. Con la de cientos de miles de personas que movíamos y luego les daba miedo votarnos...» se escuchaba. La espera para el primer acto de la campaña en Andalucía de Podemos en Sevilla sirvió para caldear el ambiente de anécdotas de tiempos en los que el cambio llegaba a España de la mano de la democracia. Pero también sembraba entre los asistentes dudas sobre si la ilusión se sostendrá en el año de mayor convulsión política desde la Transición.

La candidata a la Junta, Teresa Rodríguez, fue recibida con gritos de «presidenta, presidenta» aunque fue el número 3 de Podemos, Íñigo Errejón, quien elevó las expectativas del más de un millar de sevillanos que abarrotaban el Muelle de la Sal y sus aledaños.

«Bienvenidos vengáis de donde vengáis, hayáis votado a quien hayáis votado, rojo o azul, bienvenidos quienes dudáis», lanzó Errejón en lo que se convirtió en el lugar común del acto, junto a la idea del «cambio empieza en Andalucía».

«Tenemos un ojo puesto en el 22 de marzo y otro en cuando se atrevan a convocar las generales», dijo tras llamar «traidor» al presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy.

«Vamos andaluces, que está mirando toda España», insistía el secretario de Política. La «casta» apenas afloró en el discurso de los cuatro políticos –abrieron el mitin los números 1 y 2 de Sevilla, Begoña Gutiérrez y Juan Moreno Yagüe–.

Rodríguez y Errejón se volcaron en advertir sobre lo que llamaron «el pacto de la decadencia de PP y PSOE para retener el poder». El segundo tuvo mensajes para todos, jóvenes, mayores y en especial para los empleados públicos: «Defended nuestras instituciones, que ya llegamos», proclamó.

La candidata a la Presidencia de la Junta fue la última en intervenir y empezó tirando de su historia. Tras colgar una bandera andaluza en el atril, recordó a su padre y a la última generación de jóvenes inmigrantes. «El PP le está tirando los tejos a Susana (Díaz) y Felipe González guiñándole un ojo al PP», criticó. «Podemos solo tiene que obedecer a la gente».

Su discurso osciló entre lo sentimental y las duras críticas a los «políticos de profesión». «Nos dicen no estáis preparados, no habéis hecho esto nunca, pero llegar a fin de mes en Andalucía es más difícil que lo que hacen ellos», aseguró.

«¿No sabemos incumplir las promesas de investidura o jugar a la ‘tablet’ en el Debate sobre el Estado de la Nación», dijo con sorna.

El acto reunió a un público variopinto, familias, mayores, muchos jóvenes y turistas de viernes por la tarde que detuvieron su paseo ante la expectación levantada por la formación morada.

Apenas iniciada la campaña, muchas de las fuerzas «podemitas» se centraron en animar a «reventar» el Velódromo de Dos Hermanas, en lo que se pretende sea una demostración de fuerza en la recta final de las elecciones al Parlamento andaluz del 22 de marzo.

«Para nosotros va a ser un fiestón, un homenaje porque vamos a empezar a echarles y vamos a empezar por Andalucía», soltaba al aire Juan Moreno Yagüe, que fue el encargado de abrir entre tímidos aplausos.

Con noche cerrada ya, entre Triana y Sevilla seguían agolpándose curiosos y convencidos, desde las barandas y a ras de suelo, la pregunta reiterativa: «¿Podemos?».

La secretaria general de Sevilla destacó el «privilegio» de que las andaluzas sean la antesala de las generales y se encargó de responder en voz alta: «De San Telmo a Moncloa, sí se puede», espetó.

Sobre posibles pactos post electorales, los «podemitas» repitieron las premisas del último mes. «¿Cómo vamos a hacer distingos? Nos da igual, pero es necesario un giro de 180 grados».

En ese sentido, Rodríguez criticó los acuerdos a los que han llegado a nivel nacional populares y socialistas «contra» el Estado del bienestar y denunció que están en el «juego de las falsas diferencias». «Ni nos rendimos ni vamos a instalarnos en la renuncia. Pactamos con el pueblo, con la gente», dijo.