Política

Elecciones andaluzas

Radiografía de más de treinta años de PSOE

Un 38 por ciento de los andaluces están en riesgo de exclusión social, once puntos más que la media nacional

Radiografía de más de treinta años de PSOE
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Dos presidentes en menos de tres años, más de la mitad de sus compromisos incumplidos, sólo tres leyes aprobadas y un adelanto electoral para perpetuarse una legislatura más en el poder. Este es el balance del gobierno del PSOE al frente de la Junta de Andalucía:

Ineficacia legislativa

La «velocidad de crucero» legislativa que prometía el Gobierno andaluz ha quedado relegada a un mero eslogan pues la falta de impulso normativo, la lentitud y el inmovilismo han sido las notas características del Ejecutivo regional. Muestra de ello es que seis consejerías –más de la mitad del Consejo de Gobierno de Andalucía– no han presentado ningún proyecto de ley durante el 2014.

La infertilidad normativa de la legislatura se saldó con sólo dos leyes aprobadas y una parcialmente recurrida por el Gobierno de la Nación. De las 28 normas acordadas, el PSOE e IU sólo han aprobado la Ley de Transexualidad y la Ley de Transparencia, que no entrará en vigor hasta dentro de un año. La restante, la más sonada, es la polémica Ley de la Función Social de la Vivienda o «ley antidesahucios» que ha quedado reducida a una mera declaración de intenciones pues está parcialmente recurrida por el Ejecutivo nacional.

La lentitud legislativa de la Junta fue, incluso, puesta de manifiesto por su propio vicepresidente que reclamó «mayor diligencia» y «acelerar» el paquete legislativo que se suscribió con IU.

A golpe de decreto ley

El 77% de la actividad legislativa impulsada por el Consejo de Gobierno andaluz en 2014 se produjo a golpe de decreto ley, una forma de esquivar el control del Consejo Consultivo y la labor parlamentaria de la oposición. Este alto porcentaje contrasta con el del Gobierno de Mariano Rajoy, al que los socialistas acusan continuamente de abusar de este procedimiento legislativo, pero que sólo representa el 21,8% de su actividad, tres veces menos que su homólogo andaluz.

La confrontación también es una de las señas de identidad del Parlamento andaluz. Se han presentado un total de 14 recursos al Tribunal Constitucional a normas del Estado durante la legislatura.

Desempleo récord

Cuando PSOE e IU alcanzaron el pacto de gobierno, los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre de 2012 recogían un 32,9% de tasa de paro en Andalucía y un 24,19% en España. Cuando se rompió el bipartito, en los datos de la última EPA, correspondientes al último trimestre de 2014, indican que Andalucía tiene un 34,23% de paro y España un 23,7%. Es decir, que mientras que en el conjunto del país la tasa de paro se ha reducido un 0,49%, en Andalucía ha crecido un 1,33%. A pesar de que la Junta invirtió más de 1.000 millones de euros en planes de empleo, no ha conseguido aún romper la barrera psicológica del millón de parados en 2014, incumpliendo una de las promesas que realizó al acceder al Gobierno. Lejos de cumplirlo, el objetivo se antoja aún más lejano pues, en virtud de los datos de la EPA, en Andalucía hay casi 1,4 millones de personas en paro y un 22,07% de los hogares andaluces tienen a todos sus miembros desempleados. Sin embargo, en las comunidades vecinas, gobernadas por el PP, y que históricamente han marcado las peores tasas de paro –junto con Andalucía–, el desempleo se ha reducido entre el doble y hasta nueve veces más. Esta tendencia de comunidades con gobiernos populares, también es extrapolable al resto de autonomías, donde en el último año se ha reducido la cifra de parados casi cuatro veces más que en Andalucía.

Sanidad: en estado crítico

Debemos partir de la premisa de que Andalucía es la comunidad autónoma que menos dinero destina a Sanidad por habitante, pero además, el pasado año se situó a la cabeza del recorte con un 3% menos de presupuesto con respecto al año anterior. Entre las partidas por las que se ha pasado la tijera destacan las de «Servicio y apoyo a las familias» y «Trasplantes» que seguirán sufriendo recortes en personal. La comunidad se consolida a la cola de los principales indicadores sanitarios por ser la que menos camas tiene, la que cuenta con menos profesionales sanitarios y por el incremento de un 6% en las listas de espera para una intervención quirúrgica.

Suspenso en educación

El abandono escolar temprano y el fracaso escolar lastran la Educación en Andalucía. Uno de cada cuatro alumnos andaluces no llega a obtener la titulación de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y cada vez existen menos oportunidades para aquellos que quieren seguir estudiando. La cifra de jóvenes que dejan los libros después de la educación obligatoria (27,7% en 2014) es la tercera más alta de España, sólo por delante de Baleares (32,1%) y Ceuta (29,5%). Además, quienes salvan esta lacra y optan por la formación universitaria también se encuentran con trabas. Entre 2010 y 2015, el Gobierno andaluz ha reducido su presupuesto para Educación y universidades un 10%, cuatro puntos por debajo de la media de recortes del resto de comunidades autónomas.

Dependencia y exclusión

El dato es sobrecogedor: 1.500 andaluces fallecieron en 2014 esperando la prestación por dependencia que les correspondía porque la Junta de Andalucía tarda 13 meses en resolver las solicitudes. Este plazo excede en más del doble el permitido legalmente. Otra cuestión de magnitud ese el número de andaluces que viven en el abismo de la exclusión social. Un 38% de la población subsiste en riesgo de pobreza, siendo Andalucía la segunda comunidad donde más crece el índice de pobreza humana. La cobertura a los mayores también es deficiente respecto a otros territorios.

Compromisos incumplidos

Muchas de las promesas realizadas por Susana Díaz se han quedado en meras intenciones. De las 12 leyes que prometió en 2014 sólo ha aprobado 3 y de las 25 propuestas que lanzó en el Debate sobre el Estado de la Comunidad, sólo ha cumplido doce. El adelanto electoral ha truncado iniciativas como el Estatuto de Altos cargos, el plan de fomento del empleo indefinido y del retorno del talento o la ley de juventud, entre otros.