Andalucía

Rajoy no variará su hoja de ruta a no ser que se produzca un descalabro

Mariano Rajoy y Juanma Moreno, la secretaria general del PP-A, Dolores Lopez y la secretaria eneral del PP, Dolores de Cospedal, saludan al comienzo del mitin de clausura de campaña electoral.
Mariano Rajoy y Juanma Moreno, la secretaria general del PP-A, Dolores Lopez y la secretaria eneral del PP, Dolores de Cospedal, saludan al comienzo del mitin de clausura de campaña electoral.larazon

La dirección del PP ha echado el resto en los últimos días de la campaña andaluza. Su análisis sostiene que la estrategia de Susana Díaz ha funcionado «peor de lo que se esperaba».

La dirección del PP ha echado el resto en los últimos días de la campaña andaluza. Su análisis sostiene que la estrategia de Susana Díaz ha funcionado «peor de lo que se esperaba». «Si en una campaña personalista falla la persona, tienes un problema», comenta un veterano diputado popular. Pero en el partido también reconocen que ellos no han conseguido despegar por mucho que sus tracking internos (seguimientos constantes del clima electoral) hayan apuntado una ligera mejoría, según insisten desde la dirección del PP. La justificación que dan es que a su candidato le ha faltado tiempo, que la campaña se le ha quedado corta. Juan Manuel Moreno aterrizó en la dirección regional hace un año, en marzo de 2014.

La coyuntura tan «volátil», como sostiene el criterio mayoritario de los expertos demoscópicos, les obliga a coger con todas las cautelas los cantos de las encuestas. Pero el PP ya viene escarmentado de las últimas elecciones autonómicas de 2012, en las que los pronósticos fueron pulverizados en las urnas y el hoy ex presidente del PP andaluz y entonces candidato, Javier Arenas, se quedó sin la mayoría absoluta que habían coincidido en otorgarle todos los sondeos previos. A horas de la votación, en el PP se preparan para todo. Los indecisos tienen «la llave» del resultado, afirman.

Mariano Rajoy presidirá el lunes un Comité Ejecutivo en el que hará su primer análisis de los datos, pero con la vista ya puesta en las elecciones autonómicas y municipales de mayo, que es donde él cree que de verdad se la juegan. Por eso, aunque las cosas no vayan bien en Andalucía, ni Rajoy ni nadie de la cúpula abrirán polémicas en la reunión del lunes. Prietas las filas, y la fiscalización de los puntos débiles y la actualización de la estrategia intentarán que se quede de puertas adentro.

Con urgencia el equipo electoral elaborará desde el domingo por la noche un primer informe con el análisis de lo que ha sucedido en Andalucía para que Rajoy lo tenga ya visto antes de acudir al Comité Ejecutivo. La previsión oficial es que la distancia con el PSOE no sea tan grande, que IU aguante mejor de lo que se pronostica, y que Ciudadanos y Podemos no entren con tanta fuerza en el Parlamento regional. Si no es así, Génova tendrá que revisar su política electoral.

El PP cree que a nivel nacional estos dos nuevos partidos tienen más margen para crecer en las grandes capitales y núcleos urbanos. E igual que dan por hecho el pacto del PSOE con Ciudadanos en Andalucía, también ven que hay espacio para buscar acuerdos con el partido de Albert Rivera en otras comunidades, como Madrid. Mientras que en la dirección se impone el temor a la derrota en Valencia, en Madrid hay mucha más confianza en la victoria de Esperanza Aguirre en la alcaldía, y que ésta arrastre un mejor resultado en la Comunidad. Nadie cuenta con mayorías absolutas, pero sí esperan que Aguirre obtenga la mayoría suficiente como para intentar formar gobierno.

Las premisas internas con las que trabajan en las elecciones andaluzas contienen dos líneas rojas. Una distancia con el PSOE de cinco puntos la ven asumible. Si supera los diez puntos, estarían entonces en el desastre. La sensación es que se pueden quedar en una posición intermedia. Si Ciudadanos obtiene más de un 10 por ciento de los votos, es el PP el que tiene un problema. Si Podemos tiene más del 15 por ciento de los votos, entonces el problema es del PSOE. Siempre sin perder de vista las peculiaridades del electorado andaluz, que no son extrapolables a otras comunidades autónomas.

Los resultados electorales se medirán con esta regla en el análisis interno. En el peor escenario, en la dirección del PP no prevén que tenga consecuencias antes del examen de mayo. Hasta entonces, Génova tiene como objetivo intensificar la movilización y centrar los esfuerzos en los puntos del mapa nacional prioritarios. «Andalucía es jugar en campo ajeno. Y salga bien o mal, hay que aguantar el tirón y apostarlo todo a las autonómicas y municipales», explican en el Comité de Dirección. Hoy, en la jornada de reflexión, Rajoy presentará en Valencia, al lado de Rita Barberá, el programa marco con el que su partido se presenta a las municipales. El vicesecretario de Organización del PP y director de la campaña, Carlos Floriano, lleva semanas impulsando, en paralelo a las andaluzas, la movilización del resto de la organización para las elecciones de mayo. Javier Arenas, vicesecretario de Política Autonómica y Local, ha hecho su propia «caravana», complementando la de Juan Manuel Moreno para ayudarle en la captación de votos. A partir del domingo, volverá a Génova para dedicarse mano a mano con Floriano a la preparación de los siguientes comicios.