Política

Los amigos políticos de Rivera

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y el ex presidente del Congreso José Bono, en una comida coloquio del Club Siglo XXI el pasado mes de septiembre
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y el ex presidente del Congreso José Bono, en una comida coloquio del Club Siglo XXI el pasado mes de septiembrelarazon

El ex ministro de Defensa, José Bono, mantiene una buena relación con el líder de Ciudadanos y suele acudir a los desayunos y comidas coloquio en los que participa.

Es la figura emergente, y maneja el arte de la dialéctica entrenada en sus años de la liga universitaria de debate. Además del terreno político, al líder de Ciudadanos se le conoce su cordialidad incluso con el adversario. En algunos casos, ese buen trato ha llegado a sobrepasar las siglas forjando una amistad. Y es que suelen decir los que participan en las tertulias y debates televisivos que las publicidades dan lugar para tender puentes. Ciudadanos se reivindica como el centro y Rivera se apoya en el recuerdo de Adolfo Suárez, a quien admira y, aunque suele decir que no cree que se le pueda comparar, lo vería como «un gran elogio». Para él, Suárez hubiera sido uno de sus amigos políticos. Entre estas amistades, Rivera mantiene una buena y estrecha relación de amistad con el ex presidente del Congreso de los Diputados y ex ministro José Bono. El que también fuera ex presidente de Castilla-La Mancha se deja ver en los desayunos informativos y comidas coloquio en las que participa el líder de Ciudadanos. El propio Rivera llegó a decir que comparte con Bono eso de que el político no puede estar más cerca de quien confecciona las listas que de los ciudadanos. Por su parte, Bono define a Rivera como una persona «sensata» y escenificó su apoyo al líder de C`s antes que al propio PSC durante la campaña catalana. El líder de la formación naranja reconoce que como oradores sus favoritos son Suárez y Felipe González, pero en las entrevistas es a Bono a quien admira.

Antes de lo que llaman en C`s «la conjura de los Goya», cuando decidieron impulsar el partido a nivel nacional en los teatros de Madrid hace ya dos años, Albert Rivera aún no tenía trato ni con Rajoy ni con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Ahora mantiene una relación cordial con Sánchez que se vio reforzada tras el apoyo de investidura del partido naranja a la presidenta de Andalucía, Susana Díaz. En los pasados premios Planeta Rivera y Sánchez posaron juntos y, a pesar de que ahora escenifiquen su rivalidad en el terreno político, luchando por casi un similar espacio electoral, su relación suele ser fluida. Sánchez ha definido a Ciudadanos como «una derecha moderna» con la que incluso estaría dispuesto a pactar.

Durante su época como diputado autonómico en el Parlamento Catalán, Rivera también forjó una estrecha amistad con el diputado del PSC y miembro de la Mesa Higini Clota. Ambos se profesaban una admiración mutua. Una relación de amor y odio fue la que Rivera tuvo con la ex líder de UPyD Rosa Díez. A pesar del cortejo político del líder de Ciudadanos, empeñado en aunar esfuerzos con la formación magenta, Díez le dio calabazas viendo en la estrategia de Rivera un intento de fagocitar a su partido. Sin embargo, con su sucesor en el cargo, Andrés Herzog, se ha abierto una nueva vía, al menos diplomática. Según la conversación que ha mantenido este periódico con el nuevo líder de UPyD, Rivera le parece una persona «cordial y educada», a quien ha conocido a raíz de actos públicos. «Ni hemos comido juntos, ni tenemos amigos en común, ni hablamos por teléfono», explica. «De todos modos entre los políticos no hay malas relaciones, otra cosa es que públicamente discrepemos». Este caso es el que se produce con la presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes. Ella misma no tiene ningún reparo en afirmar que Rivera y ella se conocen «desde hace años», llegando incluso a considerarlo un «buen amigo». Pese a esto, en octubre tuvieron un «rifirrafe» en el que Cifuentes vio «sin sentido» que C`s votase en contra de sus propuestas, mientras que él pidió al PP ser «más generoso». Es posible que por este motivo, en reuniones privadas «no hablen de política». El pasado 12 de octubre, en los salones del Palacio Real, la presidenta madrileña definió a Rivera ante los periodistas como «la estrella» del día, y políticamente llegó más allá. «Si Sánchez le hace ojitos, yo también». Fuentes del entorno de Cifuentes aseguran que, si pactó con el líder regional de C´s, Ignacio Aguado, esa puerta se mantiene abierta a nivel nacional.

Con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, a pesar de que ideológicamente mantienen grandes diferencias, Rivera comparte sintonía generacional y un trato coridal que se refleja en los intermedios de sus debates.