Grecia

Bruselas teme un gobierno de Podemos tanto como al Brexit

En las instituciones comunitarias preocupa tanto o más la llegada del populismo a España que el Brexit. Entienden que en el actual escenario supondría una «desestabilización política, económica y geoestratégica»

Pablo Iglesias habló ayer ante el Congreso de los posibles contactos con el resto de formaciones tras el 26-J
Pablo Iglesias habló ayer ante el Congreso de los posibles contactos con el resto de formaciones tras el 26-Jlarazon

Los socios de la UE trasladan a España su preocupación. ►Bruselas cree que la llegada del populismo supondría una «desestabilización política y económica». ►La OTAN también ha alertado del riesgo para la seguridad si nuestro país revisa su participación

El fuerte ascenso de la coalición Unidos Podemos, que coinciden en bendecir todas las encuestas electorales, ha empezado a encender muchas alarmas en Bruselas y en la OTAN. La situación ha cambiado radicalmente con respecto a las elecciones de diciembre, y lo que entonces no era creíble como una opción de Gobierno, ahora, sin embargo, síempieza a ser valorado como una hipótesisque, de llegar a cumplirse, es vista como una amenaza «de desestabilización política, económica y geoestratégica» en un escenario ya de por sí muy complicado. En Bruselas ven con recelo la situación de la izquierda española y si en diciembre descartaban tajantemente que Podemos llegase a entrar en el Gobierno, en la actualidad han empezado las preguntas y la demanda de información sobre la situación interna española.

Fuentes diplomáticas confirman que en Bruselas, de hecho, la situación política en España preocupa tanto o más que el Brexit, ya que la tensión por la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) se da por amortizada. La impresión que se ha instalado en los últimos días es que no habrá ruptura, aunque sí una renegociación del estatus del Reino Unido. El desenlace del «lío» será, según su análisis, más presión británica para conseguir un acuerdo aún más favorable, a la imagen, por ejemplo, del de Canadá. Hay otros modelos, como el suizo o el noruego, pero el más beneficioso sería el canadiense, confirman fuentes comunitarias.

Esta preocupación por la situación política en España ha empezado a moverse por el canal diplomático, y a dejarse sentir en conversaciones en las instituciones comunitarias y en la información que fluye en las cancillerías. España es la cuarta economía de la UE, y si Grecia, que representa sólo el 2 por ciento en el peso conjunto, lleva desde 2007 provocando tantos dolores de cabeza, en Bruselas admiten que un Gobierno populista en España supondría introducir un riesgo «muy importante en un escenario delicado». En Grecia, está Syriza; en Italia, el ascenso de Cinco Estrellas; en Portugal, la fuerza creciente del Bloque de Esquerda, con la «ventaja» de que en este partido político de izquierdas hay mayoría socialista, frente al 10 por ciento más identificado con planteamientos radicales marxistas y anticapitalistas. La crisis y la falta de respuesta está impulsando un cambio político que complica la puesta en marcha de las reformas y de los objetivos fiscales establecidos por Bruselas, entre otros objetivos «amenazados».

En las instituciones comunitarias creen que si la coalición Unidos Podemos llegase a tocar poder, su política no sería socialdemócrata sino «instalada en la radicalidad populista más próxima a lo que ha propugnado Syriza en Grecia». Aunque en este último caso su discurso se haya visto recortado por sus obligaciones de ajustarse a las imposiciones de la troika para mantener la financiación y garantizar la continuidad del país dentro del proyecto comunitario.

En la OTAN también se han encendido las alarmas y han comenzado los movimientos diplomáticos. Una revisión de la posición de España dentro de esta organización de defensa dejaría todo el flanco sur mediterráneo al descubierto. De hecho, nuestro país, Italia y Francia han logrado que la Alianza mire al sur y a las amenazas que llegan desde África en forma de terrorismo o tráfico de personas y armas.

La pasada semana, el ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés, reconoció en Bruselas de que «un cambio del compromiso internacional de España en su propia seguridad y la seguridad aliada preocupa» en la Alianza. Y, además, afectaría directamente a los intereses estadounidenses, y, en consecuencia, a la colaboración de la Administración norteamericana con el futuro Ejecutivo.

Estados Unidos considera objetivos prioritarios sus intereses en las bases de Rota y de Morón (permanente para EE UU),y utiliza, por ejemplo, estas instalaciones para el movimiento de sus tropas y aeronaves en el norte de África. Además, en la base gaditana, España aloja cuatro destructores estadounidenses como parte del Escudo Antimisiles de la OTAN.

Estas bases y los buques son para Unidos Podemos un «riesgo para nuestra seguridad», por lo que abogan por su retirada inmediata. Sin embargo, en lo que se refiere a la salida de la Alianza, Podemos e IU difieren en sus exigencias. Los de Iglesias abogan por dotar de una mayor autonomía estratégica a Europa y a España para afrontar los problemas desde una perspectiva europea y «neutralizar el papel desestabilizador de la OTAN», algo que apoya el ex JEMAD José Julio Rodríguez, que tacha a la Alianza de «obsoleta». Mientras, la formación de Alberto Garzón aboga por el clásico «OTAN no, bases fuera». Ell programa marco con el que concurren en coalición no habla de la Alianza, por lo de cara a una futura legislatura cada partido defenderá sus propuestas y podrán presentar sus iniciativas sin que haya disciplina de voto.