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Rivera quiere que el PSOE pida la cabeza de Rajoy

El líder de C’s asegura que él nunca ha hablado de veto, pero que no hará presidente al líder del PP.

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera (i), presidió la reunión de la ejecutiva de su partido hoy en Madrid
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera (i), presidió la reunión de la ejecutiva de su partido hoy en Madridlarazon

El líder de C’s asegura que él nunca ha hablado de veto, pero que no hará presidente al líder del PP.

No con Rajoy. Ése es el resumen de la política de los pactos por el que se decantará Ciudadanos en los próximos días. En el cuartel general de los naranjas ayer analizaban los resultados y la estrategia a seguir después de que las urnas dieran su veredicto y le otorgaran 32 escaños. Albert Rivera salió en rueda de prensa y valoró los resultados como «aceptables», aunque reconoció que el objetivo del partido era el de volver a revalidar los 40 diputados que lograron el 20-D. Su autocrítica se resumió en echar la culpa de la caída a una «Ley Electoral injusta» que siempre han incidido en que quieren modificar y a que parte de sus votantes se quedaron en casa. Sin embargo no creen que su pacto de investidura con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, les haya hecho mella ni en la migración de votos «prestados» del PP o PSOE que han vuelto a «casa», porque dijo que «los votos no son de nadie» y se mostró convencido de que «el centro ha llegado para quedarse».

Aunque el escenario político y el baile de escaños ha cambiado, Albert Rivera insistió en su política de veto a Mariano Rajoy, aunque dijo que él «nunca ha vetado» al líder del PP, vamos que esa palabra no ha salido de su boca; sin embargo dijo que los votos naranjas no le harán presidente del Gobierno ni por abstención, aunque procuró no repetirlo en los mismos términos que en campaña: «Si me preguntan si voy a hacer presidente a Rajoy con los 3,1 millones de votos de C’s, la respuesta es no».

Fuentes de la dirección de Ciudadanos consideran que la única opción pasaría por que Mariano Rajoy se aparte y sólo así estarían dispuestos a hablar con el PP de un posible gobierno. Además, esta consigna esperan que la secunde también en el futuro el PSOE. Uno de los debates que se barajan en la Ejecutiva naranja es la idea de no ser ellos quienes apuntalen al líder del PP y si consiguieran su marcha, en el momento que toque, le dejarían al PSOE el terreno abonado para que se decantaran por una abstención honrosa.

Retirado Rajoy, la formación naranja no descartaría incluso entrar en un posible ejecutivo con el PP porque el propio Rivera siempre ha tratado de diferenciar entre Rajoy y el resto del partido y sus votantes, algo que ya ha hecho en varias ocasiones. Y es que en C’s no piensan rebajar la estrategia. «No estaremos en ningún gobierno de Rajoy», porque, insistió en que la formación naranja no va a estar pendiente «ni de Rita Barberá ni de Bárcenas», destacó ayer Rivera. Como ya hizo en la pasada y breve legislatura, reconoció que Ciudadanos «no es necesario» si PP y PSOE se ponen de acuerdo y si es así, él y sus diputados se irán a la oposición.

La Ejecutiva de Ciudadanos instó ayer a Rivera a plantear una mesa a tres entre los partidos constitucionalistas y puntualizó: «Sin nacionalistas ni separatistas», es decir, tampoco podría estar el PNV porque recordó que está dentro de los partidos nacionalistas y «no queremos que la gobernabilidad de España vuelva a depender de los que cuestionan la igualdad de los españoles». De hecho, la relación PNV-C’s ya fue un punto de fricción en las negociaciones de la breve legislatura pasada en la que los vascos argumentaron que no se sentirían cómodos en un acuerdo con los naranjas. Rivera insistió: «Sólo con una mesa a tres seremos capaces de hacer cambios», como la Ley Electoral, la lucha contra la corrupción, la despolitización de la justicia... El líder de Ciudadanos quiere una mesa negociadora e insiste en su mantra: «Donde no se hable de sillones», sino de reformas y propuestas porque si no, advirtió, Ciudadanos no estará en ella. «PP y PSOE no van a hacer las reformas que se necesitan, y que no han hecho en 35 años, como la lucha contra la corrupción, la despolitización de la Justicia o el cambio de la Ley Electoral», reiteró de nuevo. La intención de Rivera era contactar ayer mismo con Rajoy y Sánchez para poner en marcha los trabajos que lleven a acuerdos. Y para hablar de reformas y no de sillones apuesta porque lo mejor es que quienes se sienten a negociar sean representantes de los partidos y no sus líderes.

Entre líneas, ayer se podía interpretar que el líder de C’s intenta dejarse querer y que sea el presidente del Gobierno en funciones quien le llamé pidiéndole el apoyo. Entonces, ya vería qué condiciones pone porque insistió en que sus votantes quieren «cambio y regeneración». Rivera dijo que él no será el «artífice de unas terceras elecciones», pasando la culpa, si eso ocurriera, al tejado de Sánchez porque al PP «le vale con la abstención del PSOE» recordó.