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«En mi coche no se fuma si viajo con niños»

Un 60 % de los españoles se muestra partidario de que se implante el empaquetado genérico para el tabaco, una medida que respaldan los médicos de familia ya que se ha constatado en otros países que con el envasado neutro disminuye el número de menores de edad que se incorporan a este hábito. Estos son algunos de los resultados de una encuesta realizada por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) en centros de atención primera de toda España a 5.556 ciudadanos (1.538 fumadores, 2.074 no fumadores y 1.944 exfumadores) con una media de edad de 48 años.

Los resultados de la encuesta se han dado a conocer hoy, en el arranque de la XVI Semana Sin Humo, que se celebra con el lema "Empezó con una calada, acabó con una vida". Los médicos han incidido en la importancia del empaquetado genérico porque esta forma de envasar las cajetillas de tabaco sin imágenes, publicidad, colores o logotipos que la identifiquen con una marca, hace disminuir la prevalencia del consumo, tal y como ha ocurrido en Australia, donde esta medida se ha implantado hace dos años, según ha señalado la doctora Ana Furió.

"Si haces un envasado genérico, con cajetillas que no lleven la marca, quedan las imágenes de mensajes sanitarios y las disuasorias, y éstas se ven más engrandecidas, con lo que el impacto visual es mucho mayor", argumenta Furió. El empaquetado genérico "hace que el envase sea menos atractivo", una cuestión que los médicos subrayan porque hay que tener en cuenta que la edad de inicio de consumo está entre los 12 y 18 años.

No obstante, la mitad de las personas que se muestran partidarias de este empaquetado, es decir el 30 % de los encuestados, duda de que esta iniciativa pueda reducir el número de fumadores y sólo un 34 % cree que sí cumpliría ese objetivo. La razón hay que buscarla, según Furió, coordinadora del Grupo de Abordaje al Tabaquismo de semFYC, en que "la población no es consciente del impacto que va a tener realmente, de ahí que la labor de los médicos sea la de que tomen conciencia de que es efectivo".

Pero en la encuesta hay otros datos destacados: el 90 % declara no fumar en el coche cuando van niños y un 80 % cree que se debería prohibir el consumo de tabaco en este espacio.

Josep Basora, presidente de la semFYC, ha destacado el hecho de que sólo un 20 % de los fumadores se oponga a que se regule el consumo en los coches, una opinión que "es fruto de la sensibilización en el tema del tabaco". "Hace 20 años -comenta Basora- se fumaba habitualmente en el coche. Es un logro social y es bueno que se regule porque es un espacio cerrado y el impacto en la salud sobre los niños y la juventud es importante".

Además, en la encuesta un 77 % de los preguntados dice estar a favor de eliminar el comercio ilícito de productos de tabaco y un 60 % de los fumadores piensa que el tabaco favorece el consumo de cannabis. En la muestra no se ha incluido ninguna cuestión relacionada con el cigarrillo electrónico, pero los médicos han incidido en la necesidad de que se regulen los componentes y las sustancias que se aspiran, algunas de las cuales, dice Basora, "se presume que pueden ser cancerígenas u otras que llevan nicotina".

Por ello, abogan por legislar el cigarrillo electrónico como un producto derivado del tabaco, aplicar una fiscalidad como la del tabaco y hacer una prohibición de su publicidad.