Nacionalismo

A Puigdemont le sacan los colores en Copenhague: «Votásteis a favor de la Constitución. ¿No debería ser respetada?»

Los profesores Christian F. Rosbøll y Marlene Wind interrogaron al expresident sobre su definición de democracia y le preguntaron quién garantiza que se escucha a los no independentistas

El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, durante su discurso en inglés hoy en la Universidad de Copenhague. EFE/Ricardo Ramirez
El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, durante su discurso en inglés hoy en la Universidad de Copenhague. EFE/Ricardo Ramirezlarazon

Los profesores Christian F. Rosbøll y Marlene Wind interrogaron al expresident sobre su definición de democracia y le preguntaron quién garantiza que se escucha a los no independentistas.

El expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont se ha enfrentado hoy a incómodas preguntas sobre la lógica y el futuro del movimiento independentista en el coloquio organizado por la Universidad de Copenhague, a donde ha viajado en su primera salida de Bélgica desde que huyó de España.

Tras un discurso inicial en inglés, comenzó el turno de preguntas de los profesores Christian F. Rosbøll y Marlene Wind, figura mediática en Dinamarca que avanzó que quería provocar.

La profesora interrogó al expresidente sobre su definición de "democracia"y si creía que se reducía a la celebración de referendos o también incluía "el estado de derecho y la Constitución": "Votasteis también a favor de la Constitución. ¿No debe ser también respetada? ¿No es eso también democracia?".

Wind cuestionó la "legitimidad"del referendo del 1 de octubre ya que sólo el 43 % de la población participó y le preguntó quién garantiza que se escucha y se respetan los derechos de los no independentistas.

Rechazó además que se pudiera comparar a España con países como Polonia o Hungría, en cuanto al respeto del estado de derecho.

Al comenzar su intervención había reconocido que no era una experta en la política española y Puigdemont, al empezar a responderle, le espetó un "estoy de acuerdo", lo que fue recibido con aplausos por sus seguidores.

Puigdemont respondió a la mayoría de las preguntas de forma conjunta, asegurando que las fronteras no son el objetivo de los independentistas, y reiteró que ha llegado el momento de "negociar"con el Gobierno de Madrid y buscar una solución al conflicto.

Paralelamente, Puigdemont agradeció vivir en la Europa del siglo XXI, donde se "valoran"igual las libertades de movimiento y expresión; y arremetió contra el Gobierno español.

Tras afirmar que "la sombra de Franco es alargada en España", tildó el artículo 155 de la Constitución, que suspendió la autonomía catalana tras la declaración unilateral de independencia, de "eufemismo de facto del estado de excepción".

Madrid, sostuvo el expresidente, se "olvida"de que las fuerzas independentistas ganaron las elecciones del 21 de diciembre, "convocadas por el propio Rajoy", y que si el pueblo catalán no puede elegir a sus gobernantes, "entonces no hay democracia"

"Es hora de negociar, de acabar con la represión y de encontrar una solución política para Cataluña, no judicial. Espero que un día prevalezca la voluntad de nuestro pueblo", afirmó en inglés Puigdemont en un debate propuesto por él mismo a la Universidad, según reveló hoy su organizador, el profesor Mikkel Vedby Rasmussen.

Puigdemont fue recibido y despedido con muchos aplausos, pero también vivió momentos incómodos con las preguntas de los profesores Christian F. Rosbøll y Marlene Wind, sobre todo esta última, experta en las relaciones con la UE y muy mediática en el país nórdico.

Puigdemont aseguró que la gran mayoría de los catalanes son "todavía proeuropeos", pero advirtió de que no pueden cerrar los ojos ante los "errores"de la UE, a cuyas instituciones acusó de usar diferentes estándares según los países.

Acusó además al presidente del Gobierno español de "violar los derechos fundamentales"de los catalanes y se preguntó si la "cobertura"que le han dado las instituciones comunitarias tiene que ver con que sus dirigentes sean de la misma familia política.

El expresidente catalán incidió en las similitudes en tamaño y población entre Cataluña y el país nórdico, reiteró la idea de convertir a aquella en "la Dinamarca del sur de Europa"y elogió su postura de respetar la voluntad de las poblaciones de sus territorios autónomos de las Feroe y Groenlandia.