Denuncian a la Fiscalía el uso de menores durante la huelga

Societat Civil acumula ya más de cien quejas por el sesgo independentista en los colegios.

Las imágenes vistas anteayer de algunos muchachos portando pancartas para exigir la liberación de «presos políticos» y las de unas criaturas sentadas en la autopista con carteles con la misma consigna encendieron ayer las alertas en el PP catalán, que no dudó en ponerse manos a la obra para denunciar a los «padres fanatizados» que usaron a sus hijos durante la huelga del miércoles. El líder de los populares catalanes, Xavier García Albiol, presentó un escrito ante la Fiscalía de menores para que determine la oportunidad de abrir expedientes con el propósito de «salvaguardar» los intereses de los niños.

García Albiol denunció la «inadmisible utilización» de menores como «escudos humanos» después de ver las mencionadas fotografías. «Estas imágenes son inadmisibles y son una muestra del grado de fanatismo al que ha llegado una parte de la sociedad catalana para defender una causa política que está fuera de la ley», deploró.

Lo cierto es que el papel que los menores están teniendo en el proceso soberanista suscita cada vez más alarma. Buena prueba de ello es el creciente número de quejas que está recibiendo Societat Civil Catalana sobre todo lo que está ocurriendo en los colegios. Fuentes de la entidad explicaron a este diario que en muy pocos días han recibido «más de un centenar» de quejas de padres y de profesores relacionados con los excesos del independentismo en las aulas.

Las denuncias son muy variadas, pero la primera valoración de Societat Civil es clara: «Se está instrumentalizando los centros educativos en todas sus fases, en la primaria, en la secundaria y en la universitaria. No se trata de casos aislados, de eso no tenemos dudas».

La entidad se propone recopilar de aquí al próximo 17 de noviembre los casos que demuestran la falta de neutralidad política en las aulas y ya ha recibido decenas de denuncias: comunicados políticos de la dirección de centros educativos, concentraciones en los patios para alinearse con el proceso soberanista, presencia de símbolos independentistas en los colegios, pancartas reclamando libertad para los «presos políticos», iniciativas de los profesores en la línea de «adoctrinar» a los menores y fiestas dirigidas a arropar el referéndum del 1-O, entre otras.

«Queremos ser prudentes y estudiar todos los casos antes de tomar iniciativas. Pero es obvio que están pasando cosas que no son normales», explican en Societat Civil. La entidad todavía no ha decidido cómo actuar. Contempla realizar un informe y trasladarlo a las administraciones para que obre en consecuencia, pero no descarta otras medidas. «Nuestro enfoque es tratar de entender lo mejor posible qué está ocurriendo. Es incomprensible que se nos acuse de “atacar a la escuela catalana”», explican.

Según Societat Civil, la crítica a la denominada «escuela catalana» es «legítima y necesaria» porque es la respuesta a un proyecto del nacionalismo articulado en torno a la lengua y «a una idea de Cataluña como un ente completamente diferenciado de España». La entidad lamenta que se haya puesto a los centros escolares en el centro del debate político, especialmente desde el pasado referéndum ilegal del 1 de octubre, que se llevó a cabo pese a estar suspendido.

La intención de Societat Civil es «recoger un número suficiente de pruebas que avalen la apertura de un debate en profundidad sobre el sistema educativo catalán» y así tratar de revertir la situación. La entidad quiere confiar en que la Generalitat sea la primera administración en actuar para poner solución a los excesos de los centros escolares.