Bildu organiza una algarada para recuperar el voto de los radicales

Monta un «muro popular» para evitar la detención de tres condenados de Segi.

ETA y su entramado político están preocupados por los resultados que Bildu pueda obtener en las elecciones municipales y forales del próximo domingo, en especial si ganan o pierden sufragios frente al que ha sido su tradicional enemigo dentro del separatismo vasco: el PNV y el actual Gobierno de Urkullu. Por ello, han organizado una serie de actos con el fin de «contraprogramar» a los nacionalistas y hacer sus particulares «aportaciones».

En este contexto, según expertos consultados por LA RAZÓN, hay que situar el «muro popular», integrado, según los momentos, por hasta 5.000 personas, que montaron en la Plaza de la Virgen Blanca de Vitoria. Entre los asistentes, según los organizadores, se encontraban tres militantes de Segi reclamados por la Audiencia Nacional.

«Muros» similares fueron montados en el pasado, con la misma finalidad en San Sebastián, Ondárroa y Guernica. Al final, la Ertzaintza, tras unas horas de espera y en el momento que se consideraba que era el más adecuada para no provocar alteraciones, se procedió a la detención de los reclamados por la Justicia.

En el último comunicado, ETA acusaba al PNV de que sus actuaciones «rezumaban vanidad y odio hacia la Izquierda Abertzale». Contestación: organizar un acto que altere la vida ciudadana mediante la ocupación de la principal plaza de Vitoria.

El montaje de ayer se inició con una manifestación, en la que los participantes iban ataviados con camisetas naranjas en las que se leía el lema «libre» y con pelucas y antifaces del mismo color. Partió de la Plaza Bilbao encabezada por una pancarta: «basta de políticas de excepción. Libres a través de la desobediencia».

Una veintena de zanpantzar, personajes de la cultura vasca que hacen sonar sus cencerros, abrían la marcha y entre los asistentes se encontraban el presidente de Sortu, Hasier Arraiz; parlamentarios vascos de EH Bildu, como Julen Arzuaga, Belén Arrondo, Unai Urruzuno y Estitxu Briñas, así como los candidatos abertzales a diputado general de Álava, Kike Fernández de Pinedo, y a alcaldesa de Vitoria, Miren Larrion. A destacar la presencia de Arraiz y los otros dirigentes de Sortu, como prueba de que no se trata de un acto más sino que forma parte de la citada estrategia general de movilizar a su electorado.

La manifestación formaba parte de los actos organizados durante la última semana en protesta por el arresto de los jóvenes Xabat Moran, Bergoi Madernaz, Marina Sagastizabal y Ainhoa Villaverde, mientras que otros tres condenados, el navarro Ibon Esteban y los vitorianos Aiala Zaldibar e Igarki Robles, no han sido detenidos todavía y la Policía los está buscando. Estos tres últimos estarían en el «muro popular».

Tras recorrer las principales calles del centro de Vitoria, la «marcha naranja» concluyó en la Plaza de la Virgen Blanca, donde los participantes dedicaron aplausos a los condenados e invitaron a todos al «muro».