Parlamento Europeo

Bruselas alerta al próximo Gobierno: las exigencias no cambian

Europa, preocupada por la parálisis política en España, cruza los dedos para que nuestro país no se convierta en otra Grecia.

Bruselas alerta al próximo Gobierno: las exigencias no cambian
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En España se van dando pasos para formar Gobierno mientras en Bruselas las exigencias siguen siendo las mismas. El nuevo Ejecutivo tendrá que dar respuesta a las demandas europeas en materia principalmente económica y para empezar tendrá que aplicar más medidas y reformas que permitan ajustar el presupuesto español a los estándares europeos. Desde Europa se cruzan los dedos para no tener que entrar en largas y duras negociaciones, sino que España no sea un dolor de cabeza más a sumar en uno de los años con mayores desafíos para la UE, como la crisis de los refugiados o un posible Brexit.

La alergia en el Ejecutivo comunitario a las formaciones de extrema izquierda se vio claramente cuando Syriza ganó las elecciones en Grecia. Los paralelismos con Podemos han sido continuos en la capital europea. Pero no sólo las formaciones de izquierda radical asustan en Bruselas sino los extremismos en general. También son una pesadilla los partidos de derecha radical que abogan por políticas nacionalistas, contrarias al concepto europeo.

El ministro en funciones de Exteriores, José Manuel García-Margallo, reconocía en una reciente visita a Bruselas que sus socios europeos están preocupados por la parálisis política que vive en estos momentos España. En este contexto, el conjunto de países europeos piden para España un Gobierno «cuanto antes, formado por partido que comulguen con valores y principios en los que se basa la UE y que asuman las obligaciones derivadas de la pertenencia a la Unión Económica y Monetaria», donde según señalaba el ministro se pueden encontrar PP, PSOE y Ciudadanos, dejando fuera a Podemos.

Los medios europeos se han hecho eco de la pretensión de Podemos de formar Gobierno con el PSOE y hacerse con la Vicepresidencia. Diarios como Le Soir en Bélgica recogen la propuesta de la formación morada para «impedir la investidura de un Gobierno español formado por el conservador Mariano Rajoy, quien ganó las elecciones legislativas del 20 de diciembre». Recuerdan también la voluntad de Pablo Iglesias de organizar un referéndum sobre la independencia de Cataluña, «algo que no quieren los socialistas».

Gobierne quien gobierne, nada más empezar a andar, el nuevo Gobierno tendrá que enviar un nuevo presupuesto de 2016 a la Comisión. Más detallado del que entregó en su momento el Ejecutivo de Mariano Rajoy. En Bruselas se espera «lo antes posible», como también se espera que no se tarde mucho más en formar un Gobierno que dé «estabilidad». Aunque la definición la dejan para el Gobierno español, con ese mensaje Bruselas lo que quiere es una política que no se salte las directrices europeas, como intentó sin éxito Grecia o cómo ahora pretende Portugal.

El comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, recordaba desde Davos que la economía española se ha comportado positivamente en términos de crecimiento, pero para continuar en esa senda serán necesarias más medidas. A pesar de las promesas de partidos como Podemos de desligarse de las políticas de austeridad de la CE, desde Bruselas no se está dispuesto a hacer concesiones.

La flexibilidad que piden a Bruselas algunos partidos no será tenida en cuenta, según reconocen fuentes europeas. A pesar de que las directrices son claras, son muchos los Gobiernos que intentan poner freno a la Comisión. En Portugal, la nueva coalición de izquierdas ha firmado una hoja de ruta contraria a la austeridad, a pesar de que el país sigue teniendo que implementar reformas. El objetivo del nuevo equipo de Gobierno es revertir algunos de los recortes que el anterior Ejecutivo implementó, siguiendo las líneas maestras de las recetas económicas europeas.

Cualquier forma de volver atrás en el camino de la austeridad no sienta bien en el seno de Bruselas. A Grecia se le frenaron sus pretensiones y para España se sigue pidiendo lo mismo que cuando se conocieron los resultados de las elecciones. Estabilidad.