Política

Elecciones europeas

Cañete aguanta y sube González Pons, mientras Rajoy no ve clave el candidato

La Razón
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En las filas del PP confían en que ésta sea por fin la semana en la que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, desvele la incógnita sobre quién es su elegido para encabezar la lista para las europeas. La espera ha hecho ya mella hasta en las «quinielas» internas, que han agotado la imaginación ante la falta de datos y señales. Rajoy se marcha esta mañana a Bruselas para participar en la IV cumbre entre la UE y África, pero todas las expectativas están puestas en su regreso de este viaje oficial. Hasta ahora, el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, ha aguantado como el mejor posicionado en todas las especulaciones, sean de partido o sean de Gobierno, pero de entre los demás nombres que continúan flotando en ese limbo de las «quinielas» ha ido escalando puntos el del vicesecretario de Estudios y Programas, Esteban González Pons. Los argumentos en los que se sostiene esta apuesta están muy ligados al perfil de Rajoy. Desde la «psicología marianista» –sostienen– González Pons sería una solución con pocos daños colaterales. Con ella el presidente podría seguir jugando al factor sorpresa –se ha dado por hecho que el candidato será Arias Cañete– y se ahorraría el cambio de Gobierno que tanto le incomoda. Además, en el PP no lo ven una mala opción, teniendo en cuenta, hay que añadir, que el presidente del Gobierno tampoco concede mucha trascendencia a esta decisión. En su entorno sostienen que el jefe del Ejecutivo es de la opinión de que el candidato no va a determinar el resultado electoral, sino la movilización del partido y la capacidad que tenga de trasladar a la ciudadanía el mensaje de la recuperación ligado a las siglas del PP. En cualquier caso, las conjeturas entretienen a unos y a otros, pero la decisión es estrictamente personal de Rajoy y ni siquiera ha dado pistas a muchos de sus colaboradores más estrechos. A estas alturas es un hecho que

Rajoy ha conseguido despistar una vez más a todos. Unos creen que si ha esperado tanto era para desorientar al PSOE y acortar la campaña electoral. Otros se han inclinado por pensar que el encaje de piezas iba a tener un alcance mayor del esperado. Y otros, sin embargo, sospechan que Rajoy ha estado dando largas porque le cuesta tomar una decisión sin tener en cuenta la «lista de espera», es decir, a los dirigentes que se creen que se merecen ese honor. El fin de semana el presidente clausurará un cónclave municipal en Valencia al que asistirá todo su poder local. Volvería a ser una noticia, y una sorpresa en el PP, que llegara a esa cita sin haber roto el misterio. Pero no sería la primera vez que eso ocurre.