Cataluña

CiU adelanta a ERC tras el 9-N pero sigue con 16 escaños menos que en 2012

CiU adelanta a ERC tras el 9-N pero sigue con 16 escaños menos que en 2012
CiU adelanta a ERC tras el 9-N pero sigue con 16 escaños menos que en 2012larazon

Después de meses y meses de caída ininterrumpida en las encuestas, CiU levanta la cabeza y recupera la primera posición. ERC, por su parte, mantiene prácticamente su misma fuerza aunque experimenta un leve descenso y regresa al segundo lugar tras un semestre como líder demoscópico.

Después de meses y meses de caída ininterrumpida en las encuestas, CiU levanta la cabeza y recupera la primera posición. ERC, por su parte, mantiene prácticamente su misma fuerza aunque experimenta un leve descenso y regresa al segundo lugar tras un semestre como líder demoscópico. Así se desprende de una encuesta de NC Report para LA RAZÓN, que otorga 34 diputados a CiU y 32 a ERC. Todos estos cambios deben atribuirse a la celebración de la pseudoconsulta del 9-N, puesto que el trabajo de campo del sondeo se realizó entre el 13 y el 15 de noviembre. El estudio revela que Artur Mas ha recuperado una parte de los electores de CiU que se habían pasado a la abstención, pero apenas consigue que regresen los fugados a ERC.

La recuperación de CiU respecto a los últimos sondeos no puede disimular la severa caída que la federación nacionalista ha sufrido desde las elecciones de noviembre de 2012, cuando obtuvo 50 diputados, es decir, 16 menos de los que lograría ahora. Esto significa que CiU mitiga pero no resuelve sus principales problemas, que son el abstencionismo de su electorado (un 18,2 por ciento sostiene que se no votará nuevamente a CiU, ya que no participará en las próximas elecciones) y las fugas a ERC (un 13,2 por ciento asegura que optará por la formación de Oriol Junqueras en los próximos comicios).

El bloque CiU-ERC, que hoy en día suma 71 diputados en el Parlament (tres por encima de la mayoría absoluta situada en 68), perdería algunos escaños hasta quedarse en 66, aunque podría valerse de los 4 diputados que lograría la CUP para seguir impulsando el objetivo de la independencia.

Una de las claves de la encuesta es que la abstención se reduce respecto al barómetro realizado por NC Report el pasado mes de octubre y se sitúa tan sólo en el 33,6 por ciento.

El otro fenómeno más llamativo de la encuesta es la irrupción de Podemos que, pese a no tener candidato en Cataluña, entraría en el Parlament con 14 diputados, convirtiéndose en la quinta formación con mayor representación. La formación liderada por Pablo Iglesias continúa su imparable ascenso, puesto que desde que comenzó a detectarse su aparición en el Parlament no ha dejado de acentuar su tendencia al alza.

Lo cierto es que Podemos, con sus 14 parlamentarios, se situaría en un nivel de representación muy parecido al que lograrían PSC (16 diputados), Ciutadans (15 diputados) y PP (13 diputados). Más descolgada se quedaría ICV, con 7 escaños, y la CUP, con 4.

Las conclusiones son muchas. Por una parte, los socialistas catalanes han logrado frenar la sangría electoral de los últimos tiempos, pero no consiguen salir del suelo. Cabe recordar que el PSC tiene en estos instantes 20 diputados en el Parlament (su peor registro histórico). Sufre una caída, pero no mayor que la anunciada a lo largo del último año.

Ciutadans, por su parte, se beneficia del desgaste que sufre el PP como partido de gobierno y obtiene 15 diputados, seis más de los que tiene ahora en la Cámara catalana. Los populares, finalmente, experimentan una bajada hasta los 13 diputados.

Fidelidad a las siglas

Es interesante observar los viajes de los electores de una formación a otra, una prueba manifiesta de que la fidelidad a las siglas es un fenómeno antiguo, puesto que una parte muy importante está predispuesta a cambiar de papeleta. Quien menos perjuicio sufre en este sentido es ERC, ya que un 74,2 por ciento de los que votaron a Oriol Junqueras volvería a depositar su confianza en la formación republicana, que no se ha quemado ni con recortes presupuestarios ni con ninguna otra medida de gobierno.

En contraste, sólo un 56,2 por ciento de los que apoyaron a CiU en noviembre de 2012 haría lo mismo en estos momentos, puesto que como se ha explicado anteriormente un 18,2 por ciento optaría por la abstención y un 13,2 por ciento se pasaría a Esquerra Republicana.

El caso de los socialistas catalanes revela a la perfección las debilidades del partido de Miquel Iceta. Mantiene la confianza de un 59,2 por ciento de sus electores y sufre por muchos factores. Un 16,2 por ciento se abstendría en estos momentos; un 11,1 por ciento apoyaría a Podemos; un 5,7 por ciento respaldaría a Ciutadans y un 4,2 por ciento prefería ahora a ICV.

El PP, por su parte, conserva el soporte del 63,4 por ciento de sus votantes, pero también experimenta varios fenómenos que explican su desgaste. Un 18,7 por ciento asegura que ahora se abstendría; un 12,2 por ciento sostiene que votaría al Ciutadans y un 3,8 por ciento se refugiaría ahora en el PSC.

Otro de los indicadores interesantes de observar es el voto directo, es decir las cifras en estado puro, aquellas que no se han matizado con otras variables para lograr la estimación de voto, que es el cálculo que se lleva a cabo a partir de cruzar aspectos como el recuerdo de voto, la tasa de participación estimada y la valoración de los partidos y sus líderes.

Pues bien, quien mayor porcentaje de voto directo acumula es ERC (18,8 por ciento), seguida de CiU (18,1 por ciento), Podemos (8,2 por ciento), PSC (7 por ciento), Ciutadans (6,1 por ciento), PP (4,6 por ciento), ICV (4,3 por ciento), CUP (2,4 por ciento).

En suma, el estudio de NC Report revela, sobre todo, un cambio de tendencia, ya que CiU rebota en las encuestas tras un año de desgaste continuo y apunta que todas las formaciones, salvo ERC, van a tener graves problemas para conservar la fidelidad de un electorado dispuesto a cambiar de aires, incluso de viajar hacia lo desconocido (Podemos).

Los partidos de gobierno (CiU en Cataluña y PP en España) parecen tener garantizado un retroceso en las próximas elecciones, mientras que los partidos de la oposición van a beneficiarse de los efectos abrasadores que la crisis continúa propiciando a las formaciones que asumen la responsabilidad de gestionar los maltrechos recursos.