Ciudadanos

Ciudadanos pide un acto conjunto de balance del pacto con el Gobierno

Rajoy convocó a los dos equipos negociadores en Moncloa a una cena «distendida e informal».

Albert Rivera visitó ayer al grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid y estuvo acompañado por su portavoz, Begoña Villacís
Albert Rivera visitó ayer al grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid y estuvo acompañado por su portavoz, Begoña Villacíslarazon

Rajoy convocó a los dos equipos negociadores en Moncloa a una cena «distendida e informal».

Ciudadanos necesita encontrar su espacio y está intentando organizar un acto conjunto con el PP para hacer balance del cumplimiento del acuerdo de investidura de Mariano Rajoy. Desde el lado popular recuerdan que sigue siendo imprescindible la colaboración socialista y aunque son mucho menos entusiastas sobre la convocatoria de ese balance conjunto, también son conscientes de que los de Albert Rivera necesitan discurso y espacio. «No haremos nada que ponga en peligro el acuerdo con Ciudadanos», señalan.

El discurso de la formación naranja defiende con más contundencia esa foto conjunta. El vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, explicó a este diario que «haremos una evaluación trimestral del acuerdo» que llevó a la Presidencia a Rajoy. En Ciudadanos hay un cierto malestar por los acuerdos alcanzados por el PP con el PSOE, que les han dejado «con el paso cambiado». Por eso tienen intención de realizar un balance del cumplimiento de su acuerdo de investidura en el mes de febrero, cuando todavía no hay actividad parlamentaria. La idea de los de Albert Rivera es hacer ese balance junto con el PP, aunque admiten que todavía no saben si el PP querrá hacer «esa valoración conjunta». «Nosotros lo haremos en todo caso». Ciudadanos estudia cómo apretar las tuercas a los populares para evitar quedar desdibujados en el Congreso.

De momento, aun estando en minoría, Mariano Rajoy está en una posición de fuerza con respecto a su socio de investidura. La llave de la convocatoria de unas elecciones limita el margen de actuación de la formación naranja. Y los populares han dado ya varios toques de atención a los de Rivera por el lado de su relación con el PSOE y también al dejar aparcados algunos de los compromisos de la negociación como el de la limitación de mandatos.

No obstante, el pasado lunes en Moncloa se celebró una cena de fraternidad entre las dos delegaciones que negociaron el acuerdo de investidura. No fue una reunión de trabajo, sino un encuentro informal, pendiente desde que se cerró aquel pacto. Fueron unas negociaciones largas, en la que los miembros de la comisión comieron y cenaron a veces sentados en la misma mesa de trabajo. Y cuando al final del todo se incorporaron Rajoy y Albert Rivera quedó el emplazamiento por parte del presidente del Gobierno a invitarles un día a comer tranquilamente. Los asistentes confirmaron que en esta cena no hablaron de las cuestiones pendientes del desarrollo del acuerdo, algunas tan polémicas como la puesta en marcha de la comisión de investigación sobre la corrupción. Ni tampoco de la negociación sobre los Presupuestos Generales del Estado para el próximo ejercicio. De hecho, Rajoy y Rivera se sentaron presidiendo la mesa por cada lado, por lo que no hubo ni siquiera oportunidad de que entre los dos hubiera una conversación importante sobre materias concretas. Y los negociadores de las dos partes se intercalaron de manera aleatoria, sin tener en cuenta la coincidencia en los temas que en su día negociaron. Un formato que sólo daba para conversar y no trabajar. La cena sirvió para que de manera distendida analizaran la actualidad, hablaran de Donald Trump y de su último choque con la actriz Meryl Streep o de la necesidad del diálogo, pero sin profundizar en los asuntos pendientes.

Rivera lo explicó ayer: «No hablamos de Presupuestos ni de medidas sanitarias ni de leyes. Además de la crítica, la exigencia y la discrepancia, es bueno que los dirigentes políticos de unos y otros partidos puedan compartir espacios de diálogo». A su juicio, este tipo de citas «no son muy comunes» en España, pero resaltó que le pareció «justo» organizar la cena porque es partidario de que estos encuentros se produzcan con normalidad. Sí reconoció que el ritmo de cumplimiento del pacto de investidura es «bueno».