Cataluña

Colau evita ceder locales para el referéndum

El Ayuntamiento de Barcelona da la espalda a la propuesta de PDECat.

Colau evita ceder locales para el referéndum
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El Ayuntamiento de Barcelona da la espalda a la propuesta de PDECat.

Ada Colau está dispuesta a comprometerse con el referéndum mediante declaraciones y manifestaciones, pero no está dispuesto a hacerlo mediante actos administrativos. Esto es lo que se desprende de la calculada ambigüedad que mantiene la alcaldesa de Barcelona respecto a los preparativos de la votación del 1 de octubre. Colau no ha tenido problema en declarar que el Ayuntamiento dará «todas las facilidades» para que se vote igual que tampoco tuvo inconveniente en acudir a la última manifestación de la Diada. Pero conforme se acerca la fecha del referéndum, la alcaldesa está optando por huir de los desafíos a la legalidad.

Ayer pudo verse con toda claridad, puesto que la mano derecha de Colau –el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello– comunicó al PDeCAT que pensaba votar en contra de una proposición suya para involucrar al Ayuntamiento en la cesión de locales para la organización del referéndum. Esta negativa llevó al líder municipal del PDeCAT, el ex alcalde Xavier Trias, a retirar su iniciativa con el propósito de sacar los colores a la alcaldesa.

«Retiramos nuestra proposición porque creemos que da una imagen negativa que Barcelona vote en contra», explicó Trias, que fue el encargado de comunicar el rechazo del equipo de Colau. El ex alcalde exigió en este punto al gobierno municipal que dé la cara y que reflexione sobre el papel que debe tener la capital catalana. «No puede esconder la cabeza bajo el ala, debe tener un papel importante», dijo el dirigente del PDeCAT.

No satisfecho, Trias aprovechó para lanzar un mensaje de liderazgo en clave soberanista. «Barcelona no se puede permitir votar en contra del referéndum, no puede ser indiferente porque somos la capital de Cataluña», argumentó. Dicho esto, el ex alcalde retó a Colau a asumir riesgos para llevar adelante la organización del referéndum. Finalmente, se ofreció «como voluntario para firmar lo que haga falta» y asumir en persona las consecuencias de alinearse con la Generalitat.

el papel de los «comunes»

Lo cierto es que tanto el Ayuntamiento de Barcelona como el espacio político que representa Colau tienen una enorme importancia en los preparativos de la votación, puesto que su involucración está directamente relacionada con la participación de la jornada.

Hasta el momento, el partido de Colau, Catalunya en Comú, ha aprobado documento internos de estrategia que concluyen que el referéndum unilateral de independencia que promueve la Generalitat «no es el que necesita ni merece Cataluña» y también ha defendido que la votación debe responder a un principio de eficacia.

Todo ello irrita a los soberanistas, que exigen a los «comunes» una implicación mayor en el referéndum y no darle únicamente cobertura como «una movilización». Pero los de Colau se niegan a dar más pasos al frente sin que la Generalitat no aclare cuestiones organizativas como el censo, las urnas y el papel de los trabajadores públicos, a quienes la alcaldesa no piensa comprometer. De esta manera ha tratado de colocar la pelota en el tejado de los soberanistas. El problema para Colau es que también recibe presiones del bando del PSC, Ciutadans y PP.