Cataluña

Colau dice ahora que facilitará la participación en el referéndum

La alcaldesa de Barcelona insiste en evitar la llamada de su partido a acudir a las urnas.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colaularazon

La alcaldesa de Barcelona insiste en evitar la llamada de su partido a acudir a las urnas.

Ada Colau es favorable al referéndum unilateral de independencia de la Generalitat los días pares del mes y es contraria los días impartes. La teoría, absurda, valdría para explicar la indisimulada ambivalencia en la que se ha instalado la alcaldesa de Barcelona y su partido, Catalunya en Comú, para afrontar la jornada del 1 de octubre. El pasado sábado, su partido evitó llamar a la participación con el argumento de que la votación diseñada por el Govern «no es el referéndum que Cataluña necesita y merece», aunque dio cobertura a las movilizaciones que se convoquen ese día para reivindicar el derecho a decidir. Esta ambigüedad provocó las críticas de todos sus adversarios. De los independentistas por no alinearse con el 1-O y de los constitucionalistas por querer estar en misa y repicando.

La confusión que genera Colau fue ayer en aumento al asegurar que el Ayuntamiento de Barcelona colaborará en el operativo del referéndum de la Generalitat. «¿Quién puede dudar que Barcelona está comprometida con el derecho a decidir? Se pondrán todas las facilidades para participar, sea lo que sea», dijo la alcaldesa de Barcelona para disipar las críticas que ha sufrido en las últimas horas de parte de los independentistas. Fue más allá incluso la dirigente de Catalunya en Comú al sugerir que ella misma votará en el referéndum. «El 9-N (día del simulacro de consulta) fui a votar y mi predisposición para ir a votar el 1 de octubre es plena», aseguró Colau.

Tras cumplir con estos argumentos con la parroquia soberanista, la alcaldesa dio cuerda al escepticismo respecto al referéndum. «Si llamaremos o no a la participación es un debate que tendremos más adelante cuando el Govern defina cómo se vincula o se articula el 1 de octubre», dijo para sostener a su partido en postura de perfil. Y añadió, en este sentido: «Hay dudas razonables, que han expresado incluso miembros del Govern, de que la propuesta del 1 de octubre sea un referéndum efectivo».

Mientras la alma máter de los «comunes» se expresaba en este términos, otros dirigentes de Catalunya en Comú protagonizaron un goteo de apoyos individuales al referéndum en forma de anuncios de votación. La portavoz del partido, Elisenda Alamany, aseguró que acudirá con su papeleta a las urnas (¿urnas?) y el teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, también anunció su participación.

Los adversarios de los «comunes» contemplaron atónitos sus «bandazos», en palabras de la líder de Ciutadans en Cataluña, Inés Arrimadas. «Para nosotros no es ninguna sorpresa que quiera facilitar el referéndum ilegal. Ya estuvieron en manifestaciones independentistas como en la última Diada», dijo.

Del otro lado, los indepenpendentistas no se conformaron con la predisposición –no concretada– del Ayuntamiento para facilitar la votación y el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, arremetió con dureza contra los «comunes» por no poner más de su parte. «Es lamentable que aquellos que deberían estar al lado de la democracia de forma explícita y que saben que el Gobierno intenta impedirla de forma explícita no hagan todo lo que está a su alcance para estar al lado de la democracia y de alguna manera faciliten la acción represiva del Estado», criticó el líder de Esquerra Republicana.