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Crecen los focos de disidencia en Podemos tras las primarias

Pablo Iglesias, durante la la rueda de prensa que ha ofrecido hoy en el Circulo de Bellas Artes.
Pablo Iglesias, durante la la rueda de prensa que ha ofrecido hoy en el Circulo de Bellas Artes.larazon

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha afirmado que es "bueno"que haya nuevas formaciones políticas, como Ciudadanos, pero ha precisado que "el cambio y el recambio son cosas diferentes".

Las recientes primarias autonómicas han terminado por convertirse en un arma de doble filo para Podemos. El 31 de marzo, cuando se hicieron públicos los resultados de las votaciones, todo parecieron buenas noticias: de los trece candidatos, sólo dos se desmarcaban claramente de la línea oficialista liderada por Pablo Iglesias (Raúl Ausejo en La Rioja y Laura Lucía Pérez en Navarra). Madrid (donde ganó José manuel López, un candidato de compromiso pactado entre las diversas corrientes iternas) y Aragón (donde Pablo Echenique ejerce el papel de «verso más o menos suelto») pueden también considerarse victorias a medias o, al menos, derrotas bien administradas. El resto de los nueve candidatos se alineaban perfectamente con la cúpula del partido en Madrid. Sin embargo, las apariencias engañaban ya que en numerosas comunidades autónomas y ciudades españolas las maniobras de la dirección estatal de Podemos para favorecer a a los candidatos oficialistas han tenido un segundo efecto además del previsto: diversos grupos de miembros del partido se están organizando para dar a conocer sus denuncias y, eventualmente, plantearse una respuesta conjunta a lo que entienden un atropeyo contra sus derechos y contra los principios éticos y organizativos de Podemos.

Demandamos Transparencia es el nombre de la plataforma que articula buena parte del descontento con Pablo Iglesias y la dirección del partido. En su página de internet se acumulan desde hace días escritos de denuncia ante la Comisión de Garantías Democráticas de Podemos contra irregularidades presuntamente cometidas por la cúpula del partido en diversos procesos electorales internos.

En Cantabria cuatro miembros de la candidatura crítica, incluido su cabeza de lista, el abogado Juanma Brun, fueron expulsados días antes de que se realizaran las votaciones al ser acusados de estar organizando un segundo partido con el que presentarse a las autonómicas. La prueba aportada fue una conversación por Whatsapp y la decisión del partido fulminante. Los acusados no pudieron defenderse de las acusaciones. Aun así, y aunque su cabeza de lista no apareció finalmente en la papeleta, la candidatura crítica logró el 40% de los votos, dato que habla a las claras de la fuerza con la que cuentan algunos de los sectores críticos de Podemos en ciertas comunidades autónomas.

En Valencia la táctica seguida por el sector crítico, denominado Entre Tots Podem y liderado por José María Copete, fue distinta. Decidieron votar a los candidatos de la lista oficialista que ocupaban los últimos lugares para que lograran más votos que los que la encabezaban. De esta manera un candidato «de relleno» como Christian Alberto, que aparecía el número 38 de la lista, quedó en octavo lugar y Rafael Iniesta, que figuraba el número 5, no ha resultado elegido, con las complicaciones que esto provoca al ganador de la votación, Antonio Montiel.

En Alicante, cuatro miembros de la dirección del partido –Jesús Naranjo, Pau González, Magdalena García y Juan Carlos Reoyo– dimitieron en bloque por discrepancias internas días despues de unas primarias en las que el sector crítico fue ninguneado.

También en Valencia, esta vez en la capital, una candidatura crítica denominada Som Cercles, la única liderada por una mujer, fue apartada del proceso electoral interno para elegir a la dirección de podemos en esta ciudad «debido a problemas técnicos imputables únicamente a la organización de Podemos». En la página web de Demandamos Transparencia se hace un relato cronológico pormenorizado del auténtico calvario por el que atravesó este grupo de miembros de Podemos para poder presentarse a las primarias. Todos los esfuerzos fueron en vano.

Otros puntos conflictivos son Madrid, Lugo, las primarias autonómicas en Castilla-La Mancha, Santa Cruz de Tenerife, Hospitalet de Llobregat, el círculo de Podemos en Moscú, y las elecciones a representante de los inscritos de Podemos en el extranjero. En todos estos conflictos abiertos la Comisión de Garantías utiliza como método el silencio y se escuda en el volumen de trabajo que tiene que sacar adelante. Mientras, utilizando las redes sociales, los diversos focos de disidencia interna en Podemos empiezan a coordinarse y se plantean unificar su estrategia.