Convención del PP

Cristina Cifuentes: «La opinión de Aznar no es la de la mayoría de afiliados y dirigentes del PP»

La Presidenta de la Comunidad de Madrid considera que «hay jueces que tienen una actividad especialmente activa justo cuando llegan las elecciones»

Cristina Cifuentes
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–Usted gobierna en la Comunidad de Madrid con Ciudadanos, ¿le sorprendió el pacto de Rivera con el PSOE para investir a Sánchez?

–No me sorprendió porque Ciudadanos ya apoya al PSOE en otros gobiernos como en la Junta de Andalucía. Aunque sí me ha sorprendido que pactaran con los socialistas sin tener los votos necesarios para poder gobernar porque es una decisión que implica un desgaste innecesario que les va a pasar factura en las elecciones. Los votantes desencantados del PP, que dieron su voto a Ciudadanos, no lo hicieron para que se intentara facilitar un Gobierno del PSOE.

–Cree que, pese a esa alianza con los socialistas, aún hay margen para un pacto del PP con Ciudadanos tras el 26-J?

–Ésa es la alianza natural porque Ciudadanos tiene más cosas en común con nosotros que con el PSOE de Pedro Sánchez. Esa alianza representa, además, a la mayoría de los españoles que quieren un Gobierno de centro y moderado.

–¿Por qué votantes del PP han podido votar a Ciudadanos en vez de a Rajoy?

–Sobre todo porque tienen una imagen más amable, cercana y próxima. Además, no han gobernado y no tienen que bregar con la carga de la corrupción que a nosotros nos ha hecho tanto daño. Para muchas personas, Ciudadanos es la cara amable del PP, un partido con ideología parecida, pero sin todas esas cosas que al PP le han lastrado en los últimos años.

–¿Y eso cómo se corrige?

–Modificando los comportamientos. Con un discurso muy claro contra la corrupción y recuperando la cercanía y la humildad que en muchos casos hemos perdido.

–¿Ese trabajo lo puede hacer Rajoy? Rivera niega que él pueda liderar la regeneración que hace falta.

–La responsabilidad no es sólo de Rajoy. La responsabilidad de cómo nos presentamos ante los votantes y los ciudadanos es de todo el PP. De todos los que tenemos cargos públicos, de partido e institucionales. Rajoy es nuestro candidato y el cabeza de lista, pero la responsabilidad es compartida y debe ser una actitud, no una estrategia electoral. Para muchos ciudadanos nos hemos vuelto antipáticos y eso ha provocado alejamiento. Hay mucho trabajo por delante porque antes se decía que el voto se fijaba seis meses antes de las elecciones y ahora estádemostrado que un 40 por ciento se decide en los últimos 15 días.

–¿Y si hiciera falta que Rajoy diera un paso atrás para pactar con Rivera?

–Cada partido debe decidir quién es su candidato. Y los acuerdos se tienen que buscar en base a coincidencias programáticas, no porque me caiga mejor un candidato que otro. Rajoy fue el más votado en las anteriores elecciones.

–¿Ha dado algún consejo a Rajoy sobre el pacto con Rivera?

–No me han pedido consejo. Pero síhe hablado con Rajoy, con la secretaria general y los vicesecretarios de la relación del PP de Madrid con Ciudadanos.

–Hay quien cree, incluso dentro de su partido, que con Rajoy ganan, pero que con otro candidato ganarían aún con más votos.

–Rajoy suma y aporta, y ha ganado las últimas elecciones. No obtuvimos el número suficiente de votos como para poder gobernar en solitario, pero Rajoy fue el más votado con mucha diferencia con respecto a los siguientes partidos. El PP es un partido con muchos militantes, y con opiniones plurales, pero cuando hablo de túa tú, sin micrófonos delante, percibo que hay un apoyo prácticamente unánime a Rajoy. Hay quien le cuestiona, sí, pero es gente contada.

–Entre esas personas que le cuestionan está Aznar. También lo ha hecho, a la mínima oportunidad, Esperanza Aguirre.

–La opinión de Aznar es muy respetable. Fue un magnífico presidente del Gobierno y es el presidente de honor del PP. Su opinión es muy cualificada, pero no deja de ser una opinión. Y en este momento la opinión de nuestro presidente de honor no es la opinión mayoritaria ni de los afiliados ni de los dirigentes del PP. Más alláde eso, creo que todo el mundo tiene derecho a defender su gestión y a decir lo que piensa, siempre que todos actuemos con unidad.

–¿Pero Aznar tiene razón en alguna de sus críticas a la política y a la gestión económica de Rajoy?

–En la vida las cosas no son blancas o negras. Algo de razón tendríaen alguna cosa. Y, probablemente, en muchas otras no la tiene. Rajoy ha hecho una extraordinaria gestión y es un magnífico presidente. Como también lo fue Aznar. Esto no es una competición sobre quién lo hizo mejor.

–Así parece que lo plantean ellos.

–Las circunstancias del Gobierno de Aznar y de Rajoy fueron muy diferentes. Aznar fue un magnífico presidente y consiguiómuchos avances después de que los socialistas dejaran el país en una situación muy mala. Pero en 2011, cuando Rajoy se hace cargo del Gobierno, España era un país en quiebra, al borde del precipicio y de la intervención. Y esto hay que ponerlo en valor. El gran mérito de su gestión fue adoptar las medidas necesarias para pasar de un país desahuciado, al borde del rescate, a estar a la cabeza de Europa en crecimiento económico y de creación de empleo, por encima de Alemania. Esto no es por casualidad, sino por la aplicación de unas políticas determinadas. Las comparaciones hay que hacerlas entre la gestión de Zapatero y la de Rajoy. Zapatero fue el responsable de dejar a España en una situación catastrófica y Rajoy de poner en marcha la recuperación económica.

–Con la radiografía de desigualdad de la encuesta del Instituto Nacional de Estadística, ¿se puede hablar de una España en recuperación?

–Estamos saliendo de la crisis, y ya no estamos en recesión. Eso es un hecho acreditado por las cifras. Pero mi primer pensamiento cuando fui elegida presidenta de la Comunidad de Madrid, y mi primer pensamiento de cada día es para aquellos que todavía lo están pasando mal. Hay todavía mucha gente en paro y una clase media que ha sufrido la crisis y fuertes descensos salariales. En Madrid estamos mejor que en otras comunidades y los últimos datos de paro acreditaron que hay 8.000 madrileños menos en las listas del INEM. Pero nuestra obligación es pensar en los 440.003 parados que todavía están esperando un empleo.

–¿Ha podido faltar sensibilidad social en la acción de gobierno del PP?

–En Madrid, el primer objetivo de nuestra política es crear empleo, y el segundo, las políticas sociales. Nueve de cada diez euros los destinamos a política social. Hemos subvencionado el transporte público para los jóvenes con un abono de 20 euros y esto supone que más de 700.000 jóvenes madrileños, y sus familias, pueden disfrutar de ese ahorro. Hemos reducido las tasas universitarias un 10 por ciento; un 20 por ciento las de las escuelas infantiles; y hemos puesto en marcha por primera vez tarifas sociales para que las familias no tengan que elegir entre encender el gas o la luz. Esas políticas las hacemos en el PP porque somos conscientes de que, aunque ya no estamos en crisis, todavía hay mucha gente pasándolo mal. Hay que cuidar la política social sin descuidar la ortodoxia, la consolidación fiscal y el control del déficit.

–Pero, ¿en el Gobierno de la Nación ha podido faltar sensibilidad?

–En estos últimos cuatro años el Gobierno ha estado dedicado de pleno a sacar a España de una situación de riesgo máximo sin que hubiera que aplicar los recortes en salarios, pensiones o prestaciones sanitarias que han sufrido otros países europeos. Quizás no se ha dedicado el tiempo necesario a explicarlo a la gente. Encerrarse en un despacho a trabajar y a tomar decisiones conlleva que no se estáen la calle explicando lo que se estáhaciendo.

–¿Le preocupa el ascenso de Podemos e IU?

–Un Gobierno de izquierda radical sería muy perjudicial para España. Esto no es una valoración teórica, sino que basta con ver lo que ocurre en aquellos sitios donde esa izquierda radical estágobernando. Son ciudades cada vez peor gestionadas, más sucias y preocupadas de cosas que rozan el absurdo. Aquíen Madrid se preocupan de colocar ceniceros con escudos deportivos o de si los niños tienen que recoger las colillas. De si plantar lechugas o acelgas. Podemos es, además, un lastre para la creación económica. Por primera vez en la historia, en el último trimestre de 2015 y el primero de 2016 la ciudad de Madrid tiene un índice de paro superior al resto y eso no había pasado nunca. Están paralizando todos los proyectos para la ciudad de Madrid que habrían supuesto recuperación y empleo. Con su política han puesto en riesgo más de 160.000 empleos.

–¿Iglesias es una amenaza para la democracia?

–No quiero utilizar palabras grandilocuentes. Es una persona con una ideología de izquierdas muy radical. Lo bueno de la alianza de Podemos con IU es que ha dejado ver cómo son de verdad y que lo de la socialdemocracia era un cuento. Túno puedes tener una evolución ideológica tan radical en tan poco tiempo. Todos los líderes de Podemos provienen de IU o de otros grupos aún más a la izquierda.Y yo no quiero en España las políticas de Syriza en Grecia que han provocado el «corralito». Quiero lo mismo que en Alemania, Francia y otros países de nuestro entorno. Por no hablar de Venezuela e Irán, regímenes donde gobiernan sus amigos y que tanto les gustan.

–¿De verdad cree que hay jueces que actúan en campaña contra el PP para perjudicarle?

–Respeto las decisiones judiciales. Siempre lo he hecho, incluso aunque no las comparta. Pero no es una opinión, hay hechos que confirman que hay jueces que tienen una actividad especialmente activa justo cuando llegan las elecciones. Tampoco es bueno que haya causas judiciales que se demoran durante años porque eso genera la sensación de que no se actúa. Hace falta una actuación rápida y contundente, me da igual que sea en la «Púnica», en «Gürtel», en los «ERE» o en los cursos de formación.

–Pero la Justicia es lenta para todos los partidos, y el PP tiene su parte de responsabilidad en la politización de la Justicia, igual que el PSOE, o en que falten medios, no?

–La corrupción hay que combatirla con la misma firmeza venga de donde venga. Me duele más, lógicamente, cuando afecta al PP. No es un problema de partidos, sino de personas que deciden corromperse. Y los partidos tenemos que estar más vigilantes para detectar a los corruptos y expulsarlos.

–¿Entre los jueces que actúan electoralmente estáel juez De la Mata?

–No voy a hablar de nombres. Sólo insisto en que cuando hay elecciones generales, autonómicas o municipales, de repente vuelven casualmente a resurgir los mismos casos.

–Quizás porque hay muchos casos que les afectan.

–Hay muchos, no lo voy a negar. Ya un caso sería mucho. Y desgraciadamente tenemos más de uno y afectan a personas que no son militantes de base. Soy la primera en reconocerlo. En el «caso Púnica» tenemos al secretario general del PP de Madrid cumpliendo prisión preventiva. Pero eso no significa que todos los militantes del PP de Madrid sean corruptos ni que sus dirigentes lo seamos. Yo vivo de mi sueldo, de alquiler, y sélo que es tener que hacer ajustes para llegar a fin de mes porque mi marido ha estado muchos años en paro. Por supuesto, no me quejo de mi salario, pero sé lo que significa no poder ir de vacaciones o tener que hacer cuentas para ver cómo se encajan las cosas. Tampoco los del PSOE son todos unos corruptos, aunque tengan más de 300 imputados en Andalucía. Pero yo creo en la política como servicio público.

–Pero, ¿al PP le han fallado los reflejos en la gestión de algunos de los casos de corrupción que les afectan?

–Casos de corrupción tan graves como «Gürtel» o «Bárcenas», no sé si nos cogieron con el pie cambiado, pero sínos dejaron en estado de «shock» a todos. Cómo no vas a indignarte cuando te enteras de que determinadas personas que han ocupado puestos tan importantes en tu partido estaban por un lado gestionando y por el otro poniendo la mano y haciéndose, presuntamente, inmensamente ricos. En Madrid, por primera vez, los diputados del PP hemos firmado voluntariamente un código ético en el que nos comprometemos a renunciar si alguno de nosotros es imputado o investigado formalmente por corrupción.

–¿Qué opina de que Barberá siga como senadora?

–No conozco bien el caso de Valencia, bastante tengo con los casos de Madrid. Pero si yo hubiera sido ella habría ido a declarar de manera voluntaria en defensa de mi honorabilidad y para despejar cualquier duda, en lugar de ampararme en el aforamiento. Estoy en contra de los aforamientos y nosotros ya hemos aprobado eliminarlos. Yo renuncio por ley a mi aforamiento y creo que habría que eliminar los aforamientos de todos los diputados y los senadores, también en el Congreso.

–¿Se siente bien reflejada cuando hablan de usted como representante del nuevo PP, de lo que tiene que venir en la era post-Rajoy?

–Milito en el PP desde hace más de 30 años y nunca me he sentido avergonzada de mi partido, aunque síde algunas personas, demasiadas, de mi partido. Creo que el Partido Popular ha hecho grandes cosas por España, nos ha sacado de la crisis y ha permitido que haya muchas personas trabajando. Si ajustas la balanza, hemos hecho muchas cosas buenas. Y también creo que tenemos que hacer las cosas con más humildad porque esto es temporal, y los ciudadanos nos han elegido para servirles, para solucionar sus problemas. No sé si esto es de nuevo o viejo PP, sólo puedo hablar por míy por el equipo que me acompaña. Cercanía, humildad y muchísimo trabajo nos lo debemos exigir todos. Si eso es el nuevo PP, pues estamos en el nuevo PP.