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Cuatro detenidos en Ceuta por reclutar a jóvenes y niños para el Estado Islámico

Su actividad se centraba en candidatos cada vez más jóvenes, incluso niños, en perfecta armonía con las directrices del Daesh

Operación Policial contra el terrorismo yihadista en Ceuta.
Operación Policial contra el terrorismo yihadista en Ceuta.larazon

La operación ha servido para desarticular a un «entramado reclutador plenamente operativo y permanente en Ceuta» que centraba su actividad en el reclutamiento de personas cada vez más jóvenes.

Una célula de captación y radicalización de jóvenes y niños para su reclutamiento e integración en las filas de la organización terrorista Daesh ha sido desarticulada en Ceuta por la Policía Nacional, informó hoy el Ministerio del Interior. Agentes de la Comisaría General de Información en colaboración con la Brigada Provincial de Información de Ceuta, han detenido a cuatro personas de nacionalidad española, tres hombres y una mujer, que formaban parte de una célula terrorista cuya actividad se centraba en la captación y radicalización de jóvenes y niños para su reclutamiento e integración en el Daesh.

La investigación ha determinado que los detenidos eran copartícipes de las actividades realizadas por la célula terrorista desarticulada en Ceuta el pasado 23 de febrero de 2016, tras una operación de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, que se saldó con tres terroristas detenidos, que actualmente permanecen en prisión provisional. Todos ellos -los cuatro detenidos hoy en Ceuta junto con los otros tres individuos en prisión- habían creado una red de captación y adoctrinamiento salafista muy enraizada y activa en la ciudad de Ceuta. Esta célula terrorista había establecido un canal de comunicación constante, fluido y permanente con combatientes del Daesh en Siria, que les instruían en la metodología para la captación de nuevos adeptos, mostrándose ellos mismos como referentes en la lucha contra el “infiel”.

Además, estos combatientes en zona de conflicto, como líderes en la estrategia, les asesoraban sobre rutas de desplazamientos y contactos útiles para el acceso al área geográfica controlada por el Daesh, para ayudar a los nuevos integrantes. La peligrosidad de esta red radicaba en la singular consigna de radicalizar y captar a jóvenes y niños para adoctrinarlos en los postulados yihadistas y convertirlos en futuros muyahidines (combatientes) del Daesh, al ser un colectivo especialmente permeable a las enseñanzas de la célula desarticulada.

La captación de menores obedece a una directriz impartida por el Daesh que pretende dar continuidad a su base ideológica entre los más jóvenes y garantizar así los dos ejes fundamentales que sustentan su modo de vida: el extremismo religioso y la entrega absoluta a la causa yihadista. De esta forma, la captación y reclutamiento de niños nutre al Daesh de nuevos integrantes, perpetuando su ideología y sosteniendo la actividad terrorista en el futuro, con un alto margen de éxito al tratarse de un grupo especialmente vulnerable a los postulados del terror.

El máximo exponente son los conocidos como “cachorros del Califato” (ashbal al-khilafa), utilizados como niños soldado en los territorios ocupados por el Daesh. Estos “cachorros” son el resultado final de un proceso de deshumanización y reprogramación de su personalidad a través de sucesivas etapas de reclutamiento, adoctrinamiento y entrenamiento, hasta su empleo letal como armas humanas.

Una célula terrorista meticulosamente estructurada

Esta célula terrorista había planificado la inmediata restructuración del grupo con la reasignación de funciones ante cualquier contingencia como una eventual detención, lo que evidencia la profunda determinación de sus integrantes y su compromiso para que su actividad perdurara.

En este sentido, hay que destacar las excepcionales medidas de seguridad que mantenían los detenidos, que abarcaban desde la adopción de un lenguaje convenido en sus comunicaciones o al establecimiento de puntos de vigilancia en las zonas de reunión. Además, se mostraban muy cautos y recelosos en compartir información sensible con individuos que no fueran de su máxima confianza. Todas estas medidas son recogidas y explicadas en los diversos manuales de seguridad que el Daesh ha difundido para que sus militantes no sean detectados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

La utilización de Internet, de las redes sociales y de blog terroristas restringidos constituía una parte importante en la actividad del grupo en la que se ejercía una intensa labor de apología del Daesh. De esta manera, justificaban sus actos terroristas y asumían la violencia ejercida como necesaria para lograr la eliminación y la victoria sobre los “infieles” e “impuros”. En este mundo virtual, la célula adoptaba también medidas de seguridad desarrolladas en los manuales de la organización terrorista.

Los detenidos tenían como proyecto inmediato la creación de células hermanas en países europeos con el fin de reclutar el mayor número de seguidores que se centraran, como la propia célula matriz, en la captación y adoctrinamiento de jóvenes y niños. Esta operación supone la neutralización de una amenaza concreta tanto para la seguridad nacional como para la del resto de los países europeos, ya que la célula desarticulada hoy presentaba entre sus principales objetivos la exportación e implantación en Europa de su modelo de captación y reclutamiento de nuevos colaboradores a favor de la organización terrorista Daesh.

La operación, que continúa abierta, se ha desarrollado bajo la supervisión del Juzgado Central de Instrucción, Número 5, de la Audiencia Nacional y bajo la coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional. Desde 2015, año en el que el Ministerio del Interior elevó a 4 el Nivel de Alerta Antiterrorista (NAA-4) las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad han detenido a un total de 161 terroristas yihadistas.

El Ministerio del Interior recuerda que, a través de la iniciativa Stop radicalismos, los ciudadanos pueden colaborar a través de una serie de canales a su disposición para que, de forma confidencial y segura, notifiquen a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad aquellos posibles casos de radicalización en su entorno a través de la página web la aplicación móvil de alertas de seguridad ciudadana Alertcops y el teléfono gratuito 900 822 066.