Elecciones generales

Del «asalto» a la «llamada al timbre»

Pablo Iglesias aspira ahora a adjudicarse el perfil de hombre de Estado y defiende que España ha cambiado gracias a Podemos

Pablo Iglesias, ayer durante la conferencia
Pablo Iglesias, ayer durante la conferencialarazon

Pablo Iglesias quiere ser un estadista. El secretario general de Podemos acudió al Fórum Europa en el madrileño Hotel Ritz para mostrar que ha pasado el tiempo del «asalto a los cielos» puro y duro, eslogan acuñado hace un año en Vistalegre, por el de hacerlo «llamando al timbre». Apoyado por buena parte de la cúpula dirigente de su partido a nivel nacional y territorial –Carolina Bescansa, Iñigo Errejón, Pablo Bustinduy, Irene Montero, José Manuel López, Jesús Montero o Luis Alegre, entre otros–, así como por concejales de Ahora Madrid adscritos al equipo de Gobierno de Manuela Carmena como Jorge García Castaño o la portavoz Rita Maestre, Iglesias habló del tema que más preocupa ahora: el terrorismo y una posible intervención en Siria, pero también aprovechó para reinvindicar el papel de la formación morada a lo largo de su breve historia: «Nadie puede negar que a dos años del surgimiento de Podemos no han cambiado las cosas».

Unos cambios que enumeró en la presencia de treintañeros debatiendo las televisiones, el arrinconamiento de la corbata como prenda obligatoria de la clase política y el papel de las alcaldesas «del cambio» que, en su opinión, tanto han hecho por acercar a Barcelona y a Madrid.

La realidad de España

El dirigente de Podemos también volvió a apuntar la postura de su partido respecto a la llamada realidad de España, tomando como ejemplo el preestreno de la película «Ocho apellidos catalanes», a la que auguró un «éxito de taquilla» y que retrata que «la grandeza de nuestro país está en su diversidad y su plurinacionalidad».

En sus críticas tuvo mayor importancia el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, al que además de señalarle por su posicionamiento en la crisis islamista, aludió sin mencionarle en otra cuestión: la correspondiente a la propuesta sobre el aumento de sueldo del presidente del Gobierno hasta los 300.000 euros. Al respecto, contrastó la preocupación por el salario presidencial frente al escaso interés por el hecho de que la ganancia media española anual se sitúe en torno a los 15.000 euros.

Por todo eso, Iglesias, aludiendo a la necesidad de poner freno a un «nuevo búnker que se resiste a los cambios y apuesta por las fórmulas políticas viejas», consideró que el «asalto a los cielos» debía llevarse a cabo «llamando al timbre». Una mención que llevó a que el representante de BT, patrocinador del acto, le despidiera con un socarrón «bienvenido a la normalidad».

Por último, Iglesias confirmó que Podemos cerrará la campaña de las generales del próximo 20 de diciembre en Valencia, con el objetivo de defender «que la grandeza de nuestro país es la diversidad».