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Esperanza Aguirre dimite por la corrupción

Deja la presidencia del partido en Madrid, pero seguirá de portavoz en el Ayuntamiento. Comunicó por SMS su decisión a Rajoy, al que lanzó un duro mensaje: «Es hora de dejar los personalismos»

Esperanza Aguirre en la rueda de prensa en la que ha anunciado su dimisión
Esperanza Aguirre en la rueda de prensa en la que ha anunciado su dimisiónlarazon

Deja la presidencia del partido en Madrid, pero seguirá de portavoz en el Ayuntamiento. Comunicó por SMS su decisión a Rajoy, al que lanzó un duro mensaje: «Es hora de dejar los personalismos»

Por segunda vez en menos de tres años y medio, Esperanza Aguirre dimitió por sorpresa. Lo hizo en septiembre de 2012, cuando dejó la Presidencia de la Comunidad sin renunciar a la del PP madrileño, y repitió ayer este esquema al anunciar, pasadas las dos y media de la tarde, su adiós de la máxima responsabilidad en el partido pero manteniendo su acta de concejala en el Ayuntamiento de la capital. La decisión cerró una de sus semanas más comprometidas al frente de los populares madrileños: el jueves, la Audiencia Nacional ordenó a la Guardia Civil registrar el despacho del ex gerente de la formación regional en la sede de Génova para rastrear supuestos pagos de empresarios y el viernes la propia Aguirre compareció en la comisión de investigación de corrupción abierta en el Parlamento autonómico.

Lo sucedido en esas 48 horas precipitó esta decisión «absoluta y totalmente personal», que Aguirre maduró a lo largo del sábado. Tras esta jornada de reflexión, ayer por la mañana telefoneó a Rajoy para informarle del paso que iba a dar, pero éste no cogió esa llamada y Aguirre recurrió entonces a un mensaje de texto, que el presidente respondió así: «Te entiendo». Poco después el propio Rajoy devolvió la primera llamada y ambos mantuvieron una conversación telefónica: «Como siempre, ha sido de absoluta cordialidad», explicó Aguirre, que sin embargo no quiso desvelar más sobre el contendido de la misma.

Reconoció que dimite por «responsabilidad política» ante las informaciones conocidas en los últimos días y que apuntan a la etapa en la que Francisco Granados ya era secretario general del PP de Madrid: «El hecho de que el juez lo mantenga en prisión tanto tiempo nos hace pensar que algo grave debió de haber hecho»,subrayó respecto al que fue su número dos –«lo fue porque yo lo propuse», aseguró– y cabecilla político de la «trama Púnica».

Descartó, eso sí, tener responsabilidades en este caso más allá del terreno político: «Debería haber vigilado mejor. Yo ni tengo firma ni tengo tarjeta de crédito. No tengo ninguna responsabilidad directa, pero sí tengo una responsabilidad política que asumo porque creo que hay que asumirlas y es por eso que presento mi dimisión», sentenció ante las preguntas de los medios.

Con el anuncio de esta decisión de forma inesperada –la convocatoria urgente a los medios se realizó con apenas media hora de antelación–, la ya ex presidenta de los populares madrileños buscó, una vez más, tomar la iniciativa en el seno del PP. Pretende así, como dejó entrever en sus palabras, dar respuesta a lo que demandan las bases del partido: «La gente quiere gestos». El suyo de ayer ha sido interpretado por algunos como una forma de trasladar la presión al presidente nacional del partido en un momento especialmente delicado en el que coinciden tanto las dudas sobre el futuro Gobierno como nuevos casos de corrupción en el PP valenciano. De hecho, la pregunta más recurrente de los medios durante la rueda de prensa giró en torno a si Rajoy también debería dimitir. Aguirre contestó que «no soy quien» para valorar esa posibilidad y se limitó a señalar que «él debe seguir su propio camino». Sí apuntó que el momento que atraviesa el país exige dejar a un lado los «partidismos» y los «personalismos».

En la idéntica línea de lo que ya aseguró en la comisión de investigación, Aguirre insistió en que «la corrupción nos está matando a todos, no sólo al PP sino también a otros partidos, que la tienen en mayor cuantía», lo que le sirvió para añadir que «ya no llueve sobre mojado, sino sobre una inundación».

La otra incógnita respecto al futuro de Aguirre es su continuidad como líder de la oposición al Gobierno de Carmena. Preguntada acerca de si se mantendrá como portavoz del PP en el Pleno de Cibeles, respondió con un «por supuesto que sí». Una posición que no le evitará que los otros tres partidos con representación en el Ayuntamiento aprovechen esa situación para atacar a Aguirre, como empezaron a hacer justo después de que hiciera pública su decisión. Sin embargo, ella mantiene su agenda y hoy mismo reunirá a su grupo municipal.