Casa Real

Don Juan Carlos, al margen de la «segunda transición»

Fuentes cercanas al Rey emérito cuentan que se ha mantenido en un segundo plano en la ronda de consultas para dejar al Rey liderar el proceso

Don Juan Carlos, al margen de la «segunda transición»
Don Juan Carlos, al margen de la «segunda transición»larazon

«Don Juan Carlos está a otras cosas, es un tema delicado», explica una persona muy allegada al Rey emérito en conversación con este periódico. Dedica varios segundos a pensar antes de responder a la pregunta sobre qué papel juega el padre de Felipe VI tras los resultados electorales del 20 de diciembre. Al igual que Don Juan Carlos al poco tiempo de ocupar el trono, Don Felipe ha asumido el reto de encabezar una transición política, sólo que al revés: mientras que su padre fue la máxima representación del Estado en el «asentamiento» del bipartidismo, Don Felipe lo es en su ruptura. «Don Juan Carlos sabe que es el momento de su hijo, al igual que en su día fue el suyo».

Lo sabe él y lo saben en Zarzuela, ya que desde su abdicación apenas tiene agenda pública, yel peso de su compromiso oficial está en el exterior: ha asumido la «misión» de representar a España en las tomas de posesión de los presidentes iberoamericanos, labor de Don Felipe cuando era Príncipe de Asturias. De hecho, unos días antes de que empezara la primera ronda de consultas del Jefe del Estado en la semana del pasado 18 de enero, Don Juan Carlos estaba fuera de nuestras fronteras y no en La Zarzuela asesorando a su hijo. Concretamente, en Guatemala, en la toma de posesión del presidente electo, Jimmy Morales. La cuarta ocasión en la que ha estado presente en una ceremonia del traspaso del mando presidencial en Iberoamérica, ya que asistió a la de Mauricio Macri en Argentina, a primeros de diciembre, y también a la de los líderes electos de Uruguay y Argentina.

El primer gesto de Zarzuela, y de Don Juan Carlos, para escenificar este proceso de cambio fue el desplazamiento del despacho al Palacio Real, y el traspaso del que ocupó durante casi 40 años a su hijo: en esta escenificación de relevo no «cuadra» una imagen de dependencia del Rey respecto a su padre. No obstante, como la Casa del Rey quiso dejar constancia en la abdicación del Rey emérito, Don Juan Carlos seguirá estando al «servicio» de los españoles y del Gobierno para aquello en que se le necesite –percibe una asignación de 187.356 euros anuales por parte de los Presupuestos Generales del Estado–, no en vano tiene en su haber una de las agendas más envidiadas del planeta. Este periódico pudo saber que tras las audiencias de relevancia que mantiene Don Felipe, y que le interesa contar con el asesoramiento de su padre, Zarzuela elabora un «dossier» informativo que Don Juan Carlos analiza en su despacho del Palacio Real.

La situación que vive el Rey, insólita en la historia de la democracia, la resaltó el líder de Compromís, Joan Baldoví, quien tras reunirse con el Monarca en la primera ronda de consultas aseguró en el Congreso haber bromeado con Don Felipe respecto a «lo fácil» que lo tuvo Don Juan Carlos hace cuatro años, y «lo difícil» de su situación –su padre nunca tuvo que proponer a un candidato sin la seguridad de que contaría con los apoyos suficientes en la Cámara Baja para formar gobierno–.

En este proceso, la Casa del Rey ha sido muy «celosa» de contar con un núcleo central de asesores reducido, encabezado por el secretario general de la Casa, Domingo Palomo, y el Jefe de la Institución, Jaime Alfonsín. Un «búnker» al que han accedido empresarios del Ibex 35, ex presidentes y editores de periódicos, entre otros, para ayudar a Don Felipe a pulsar una situación en el inicio de su reinado, en el que «es preciso» que su padre esté «en la sombra». Don Juan Carlos «dixit».