ETA

El etarra Yurrebaso pide a los presos la vuelta a los tiempos duros del 77

Un documento de Sortu provoca la ruptura del colectivo de los terroristas en prisión.

El etarra Yurrebaso pide a los presos la vuelta a los tiempos duros del 77
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Un documento de Sortu provoca la ruptura del colectivo de los terroristas en prisión.

El documento, inspirado por Sortu, que van a debatir los más de 350 presos de ETA que cumplen condena en España, Francia y otros países, va a provocar, de ser aprobado, una ruptura del colectivo de reclusos, el llamado EPPK, ya que el centenar de internos que no va a poder beneficiarse de las medidas penitenciarias para salir a la calle formará un núcleo separado.

Según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas, el manifiesto que el etarra Jon Yurrebaso, ya en libertad, ha publicado en un blog contrario a Sortu resume claramente la postura de ese centenar de presos que se opondrá a la aprobación del documento.

Yurrebaso participó en las negociaciones con el Gobierno socialista y es considerado como un personaje muy influyente en el mundo de la banda y su entorno.

Sin disciplina

Este individuo critica que se deje a cada preso la libertad de hacer lo que quiera respecto a los beneficios penitenciarios y las posibilidades para su excarcelación.

En su opinión, de esta manera se rompe la solidaridad con los reclusos que peor están y que necesitarán 20 años para acceder al tercer grado y 30 para la libertad condicional. Se refiere al centenar antes citado.

Yurrebaso tiene claro que para sacar a los presos de las cárceles hay que revivir «las movilizaciones proamnistía del 77».

En el citado documento que van a debatir los reclusos se dice que «daríamos por bueno todo agrupamiento, todo acercamiento y toda excarcelación, aunque el agrupamiento sea parcial, el acercamiento no suponga el traslado a Euskal Herria y la excarcelación no sea definitiva».

Y que se «abrirán diferentes posibilidades en función de la situación jurídica de cada preso (...), que será quien decida aprovechar o no las posibilidades que le ofrezca la línea jurídica, será cada preso quien decida utilizar o no las diferentes solicitudes o cauces legales (redenciones, destinos, cambios de grado, permisos, acercamiento a Euskal Herria, libertad condicional, etcétera), con los límites que nos marcaremos a la hora de llevar adelante esta nueva línea, que serán dos: el arrepentimiento y la delación».

Ante estas propuestas, Yurrebaso subraya que «no hay manera de guardar la dignidad, la unidad y la solidaridad aceptando el reglamento penitenciario bajo la base de que cada uno escoja y haga lo que quiere».

En su opinión, la izquierda abertzale debe optar por la desobediencia y prepararse para «tiempos duros», sin dar más detalles de hasta dónde ha de llegar esa «dureza».

«Tiempos duros»

Recuerda, asimismo, que muchos seguirán en la cárcel, aislados, lejos del País Vasco, mientras que otros harán lo que más les convenga. «Esto no es unidad y solidaridad», sentencia

Por lo que se refiere a los límites de la delación o el arrepentimiento, se cuestiona si «acaso no son líneas rojas la solidaridad, la integridad personal y militante a defender el carácter político de nuestra lucha».

Yurrebaso advierte a Sortu de que si «hace de dirección política de toda la izquierda abertzale oficial, de una manera abierta o solapada, no es descabellado pensar que algo tendrá que ver en el escrito que asume la dirección de EPPK», algo que muchos sospechan desde que apareció el citado documento, cuya autoría se atribuye a un conocido jurista del entorno proetarra.

Agrega que el debilitamiento del colectivo de presos se debe a la falta de «incentivación para la lucha, para la movilización y para acciones más contundentes que pongan el listón tan alto como en 1977». «Aquí no hay disculpas. Para aceptar la Ley de Partidos no hubo mucho quebradero de cabeza para los mismos que no han incentivado la lucha para sacar a los presos», acusa.

Concluye que «el conflicto no se soluciona con el fin de ETA ni se ha resuelto con el fin de la lucha armada», por lo que insta a apostar «desde ya por la desobediencia con todas las consecuencias. Eso quiere decir que, desde ahorita mismo, hay que ir pensando en pasar tiempos duros», insiste.