Ciberataque

El Gobierno aprueba la estrategia para evitar injerencias en el 21-D

Planifica la acción de Defensa Nacional frente a la amenaza de «ataques» de desinformación

Méndez de Vigo durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros
Méndez de Vigo durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministroslarazon

Planifica la acción de Defensa Nacional frente a la amenaza de «ataques» de desinformación.

El Gobierno ha empezado a movilizar sus recursos para protegerse de posibles injerencias en el proceso electoral del 21-D. Hay miedo a que haya nuevos «ataques» de desinformación, como ya ocurrió durante el referéndum ilegal del 1 de octubre. Una vez que el Ejecutivo tiene constancia oficial de que se produjeron esos «ataques» de «actores en territorio externo», y que fueron utilizados a su favor por el independentismo, las elecciones se convierten ahora en un momento especialmente delicado, advierten. Rusia está en el centro de la polémica, aunque oficialmente no se haya señalado al Ejecutivo de Putin. Y tanta trascendencia tiene esta batalla contra las «fake news» que ha marcado el debate europeo y sigue estando en la agenda de Bruselas. Ayer el Consejo de Ministros aprobó la nueva Estrategia de Defensa Nacional, en la que entre los objetivos se incorpora la batalla contra esta guerra de la desinformación que tanto preocupa al Ejecutivo de Rajoy. De hecho, la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, había anunciado el pasado jueves en LA RAZÓN la constitución de un grupo de trabajo parlamentario, con participación de diputados y de principales editores, para estudiar nuevas actuaciones contra esta amenaza.

En lo inmediato, el reto está en las elecciones catalanas. Desde el Gobierno denuncian que hubo manipulación de imágenes y falsas informaciones viralizadas en los momentos más delicados de la crisis secesionista. Por eso los servicios de inteligencia y todo el aparato de seguridad están ya en alerta para evitar intromisiones en el proceso electoral. Los partidos independentistas han dejado ver que van a intentar atacar por esa vía, la de sembrar dudas sobre la limpieza del proceso. Es una estrategia delirante, pero que enlaza con su campaña para cuestionar el Estado de Derecho español y tapar con el mantra de la represión y los supuestos presos políticos su división y la falta de proyecto, una vez que la vía unilateral ha sido desactivada política y judicialmente. Ante este escenario el Gobierno ha empezado a «armarse» para proteger los comicios de cualquier interferencia de tipo informático. «Se han puesto de manifiesto todas las precauciones para que la voluntad de los catalanes sea clara, voten en libertad y los resultados sean correctos, de tal manera que se eviten intromisiones como las que se han visto en otros procesos electorales en otros países», explicó el ministro portavoz, Íñigo Méndez de Vigo.

Por primera vez la Estrategia de Seguridad Nacional incluye los desafíos a la legalidad como un riesgo para España. No se alude al proyecto independentista, pero sí se explicita que entre las amenazas y desafíos internos y externos a los que se enfrenta la Nación está la descohesión territorial y los desafíos a la legalidad, que «requieren una respuesta del Estado de Derecho para garantizar los derechos y libertades de todos los ciudadanos». El texto ha sido consensuado con el PSOE y con Cs por parte de su máximo responsable, Alfonso de Senillosa. Y dice también que España es un Estado social y democrático de Derecho con un marco constitucional que garantiza los derechos de los ciudadanos y que se puede defender cualquier proyecto político, siempre que se haga dentro de la legalidad.

La nueva Estrategia de Seguridad Nacional alude por primera vez a la ciberseguridad o «guerra híbrida». Señala los ciberataques, las operaciones de manipulación de la información y elementos de presión económica que se han manifestado especialmente en procesos electorales.