Rajoy premia a Wert con el puesto que pidió como embajador de la OCDE

En el último Consejo de Ministros del curso político, del que no hubo ni rueda de prensa para informar del detalle de su contenido porque se la comió el balance económico del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Y con el país ya más pendiente de las vacaciones que de la actualidad política. En este marco se coló ayer la decisión del Ejecutivo de premiar al ex ministro de Educación y Cultura José Ignacio Wert con un puesto de lujo en París, como embajador ante la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). Puede trasladarse así a la misma ciudad a la que se ha mudado la ex secretaria de Estado de Educación Montserrat Gomendio, con la que Wert se casó el pasado mes de julio, y que fue fichada por esta organización internacional para ocupar el cargo de directora general adjunta de Educación. Esta embajada en la OCDE, además de un muy buen sueldo, incluye también alojamiento y otras prebendas. El nombramiento de Wert es un nombramiento político, sobre el que no había urgencia por cuestiones de plazo, pero que el ex ministro sí había demandado a Rajoy como pago a sus servicios.

Wert ya provocó su salida anticipada del Gobierno porque quería abrir una nueva etapa en su vida. Un cese que llegó el pasado 25 de junio, y que ha generado una importante controversia dentro de las filas populares. Viene de atrás el rechazo a las formas con las que se ha manejado la demanda de Wert. Una oposición que obligó a que en su día, cuando desde Bruselas Rajoy notificó el cambio en la cartera de Educación, no se informase de cuál iba a ser el nuevo destino del ya ex ministro. Entonces desde Moncloa se admitía que el malestar interno obligaba a posponer su nombramiento en la OCDE, y que ya se vería en qué quedaba el asunto.

La historia termina a favor de Wert, que consigue salirse con la suya en la última reunión del Consejo de Ministros de este curso. Es una decisión incómoda y sobre la que han intentado que tenga la menor repercusión posible. Las críticas a su nombramiento vienen del hecho de que internamente sostienen que es verdad que Wert ha tenido que lidiar con una gestión difícil, pero que sus formas y algunas de sus decisiones son muy cuestionables. Dicen que ha sido un ministro que ha desgastado la imagen del Gobierno y se quejan de que el cese no sea por alguno de estos motivos sino para cumplir su deseo personal sin esperar a que acabe la Legislatura.

En suma, que justo en un momento en el que la opinión pública demanda cambios, o como tal se han leído los resultados de las elecciones autonómicas y municipales de mayo y por eso Rajoy movió ficha en la dirección del PP, dentro del partido y entre algunos ministros entienden que este movimiento no es la mejor manera de trasladar a la ciudadanía el mensaje de que se toma nota de que hay un clima de opinión que pide otra forma de hacer política.